Velandia Mora, Manuel Antonio
1998, Bogotá
Publicado con motivo del Dia Gay Internacional en El periódico El Espectador, Sección Nuestra Epoca, Edición Dominical. con motivo de la 2ª Jornada Nacional por la Diversidad Sexual, en Colombia.
En lo esencial hombres y mujeres somos idénticos. Todos tenemos un cuerpo, una información genética básica, somos afectados por la cultura, la escuela, la familia, la iglesia y el estado, también por nuestros procesos afectivos y de intercambio social; pero cada un@ de nosotr@s los ha vivido de una manera diferente: tenemos nuestra propia y particular historia. No hay nadie igual a mí (tengo el derecho innato y constitucional a ser diferente) por tanto soy únic@, y por consiguiente irrepetibles. No puedo ser o esperar ser como mi padre, mi madre o mi herman@, tampoco ell@s pueden esperar que yo lo sea, y en ello se fundamenta el derecho a la autodeterminación. La violencia socio-sexual-familiar se basa en la negación de la unicidad, por tanto de la diferencia y la autodeterminación. Si somos únic@s e irrepetibles, entonces también evolucionamos de manera diferente. Nuestra evolución como personas es integral e histórica, quiero decir, nada de lo que hacemos, sentimos o experimentamos aquí y ahora es posible sin una historia previa y un desarrollo particular.
La sexualidad: es la manifestación psico-social del sexo, que surge desde el momento mismo del nacimiento y acompaña al ser humano en todo su proceso evolutivo, hasta la muerte. La sexualidad no está referenciada exclusivamente a lo genital, ni siquiera al sexo, sino al ser humano como hecho global. Cada un@ de nosotr@s es un ser sexuado: tenemos un sexo (los genitales, son tan solo uno de los elementos determinados por las características del sexo) Somos sexuales: nos relacionarnos desde nuestra sexualidad y desde como nos asumimos a nosotr@s mismos. Cada ser humano es único en su sexualidad y por tanto existen tantas posibilidades en la diversidad sexual como personas hay. Sin embargo, los teóricos de la sexualidad hemos determinado una serie de conceptos y sus respectivos contenidos tratando -de alguna manera- de crear un orden lógico y mental que nos permita comprender y dar explicaciones a la realidad.
DIVERSIDAD SEXUAL:
Identidad: Responde básicamente a una pregunta, Quién soy yo? Cuya respuesta es una percepción básica sobre sí mism@. Dicha pregunta también nos la hacemos frente a nuestro sexo, género y sexualidad. Las respuestas reafirman nuestra Identidad.
Identidad de sexo: Para la sociedad tan solo existen dos posibilidades para el ser humano: ser hombre o ser mujer, que corresponden al macho y a la hembra de las especies animales. El sexo implica una serie de características físicas determinadas genéticamente, es decir, una morfología (forma del cuerpo): ADN, hormonas, distribución particular de las grasas, contextura física, órganos genitales y una capacidad diversificadora distinta (los seres humanos no nos reproducimos, ya que l@s hij@s no son clones -como algunos padres y madres quisieran- sino seres diversos). Algun@s teóric@s consideran que las características sexuales colocan a los individuos de la especie en algún punto del continuo que tiene como extremos a los individuos reproductivamente complementarios el hombre y la mujer). Existe la convicción de que dichas diferencias condicionan las capacidades y habilidades de los hombres y mujeres de una manera diferente.
Identidad de género: Es el sentir psicológico intimo de un hombre o de una mujer con respecto a su género, entendiendo este como el conjunto de rasgos adquiridos en el proceso de socialización y que diferencian a hombres y mujeres en una sociedad y tiempo determinados que la cultura asigna en forma diferenciada a hombres y mujeres, tales como: responsabilidades sociales, pautas de comportamiento, valores, gustos, temores, actividades, expectativas, etc.; en otras palabras, el modo de ser hombre o de ser mujer y las necesidades y requerimientos para su desarrollo y realización. Al género de ellos se le denomina masculino y al de ellas femenino.
El género en cada persona está ubicado en algún punto en el continuo que tiene como extremos lo masculino y lo femenino. La construcción de la identidad de género se inicia más o menos a la misma edad en que el o la menor adquiere el lenguaje (entre los dos y los tres años). La pertenencia a un género los hace identificarse con todas sus manifestaciones: sentimientos y actitudes, comportamientos, juegos, etc. como niños o como niñas, siendo el género un tamiz por el que pasan todas sus experiencias. Cada un@ de nosotr@s apropia la masculinidad y la feminidad de manera diferente, y aun cuando conservamos nuestra esencia, en el género existencialmente somos diversos(as).
Se denomina transgénero a las personas quienes se asumen en el extremo de los roles de género del otro sexo y se conciben a sí mism@s como miembros de ese y no del que culturalmente les “correspondería”.
Rol de género: Se forma a partir del conjunto de prescripciones y normas que dictan la sociedad y la cultura, la clase social, el grupo étnico y hasta el nivel generacional de las personas. La dicotomía masculino-femenina con sus variantes culturales, establece estereotipos -la mayoría de las veces rígidos- que condicionan los papeles y limitan las potencialidades humanas de las personas al estimular o reprimir los comportamientos en función a su adecuación al género. La indumentaria (vestido y accesorios) es el elemento desde el cual se ratifica el modelo del rol de género. Si se es transgénero entonces el rol necesariamente también lo es.
Identidad sexual: Algunos teóricos consideran que la homosexualidad, el lesbianismo, la heterosexualidad y la bisexualidad no son situaciones permanentes sino que podrían llegar a cambiar, por tanto las identifican como tendencia u orientación. Para mí, dicha tendencia u orientación puede llegar a ser permanente y en ese caso prefiero conceptuar que existe una identidad de orientación sexual.
La identidad sexual se logra a partir de un doble proceso, la identificación con un modelo socialmente estipulado y segundo a partir de lo que la persona considera válido para sí mism@, situación a la que denomino proceso de identicación –de hacerse idéntico a sí mism@-. El individuo construye una identidad positiva o negativamente con su sexo, con su genero y su rol, y logra así su identidad sexual, sin embargo, la identidad no se logra de un momento a otro, sino en un continuo al que llamo proceso de construcción de la identidad de orientación sexual.
Orientación sexual: El individuo se hace eje y motor de su propia existencia, identificando para sí cinco elementos fundamentales inter-relacionados permanentemente y que se afectan el uno por los otros: deseo, afectividad, erotismo, genitalidad y conciencia de sí. Cuando los elementos se conjugan hacia un sujeto-objeto del mismo sexo y se es hombre, se tiene una orientación homosexual y si es hacia alguien del mismo sexo y se es mujer, se posee de lesbiana; si es hacia alguien del otro sexo se tiene de heterosexual y se conjuga plenamente con ambos sexos se tiene una orientación de bisexual.
Proceso de construcción de la identidad de orientación sexual
Es un proceso continuo y evolutivo en el que cada paso genera el posterior. Sin embargo, algunas personas con determinadas orientaciones sexuales diferentes a la más aceptada socialmente -la heterosexual- pueden negarse consiente o inconscientemente a culminar dicho proceso. En el argot homosexual se ha llamado “estar en el closet” al primero de dos pasos hacia el outing (hacer pública la orientación sexual), al segundo se le ha denominado “salir del closet”.
La primera etapa del proceso de construcción de la identidad de orientación sexual la denomino Coming inn, interiorizarse, adentrarse en sí mismo, es decir, el momento en que el individuo empieza a tomar conciencia de su deseo generalmente acompañado de un sentimiento afectivo unívoco, que llega incluso al nivel del enamoramiento por un objeto-sujeto de un sexo determinado, situación que generalmente no es conocida por la otra persona.
Coming out: Segunda etapa, es el proceso por medio del cual el individuo busca salir de sí hacia otros motivado en la búsqueda de su consolidación particular y social; aproximándose a elementos teóricos y situaciones vivenciales que le faciliten la comprensión de su dinámica individual.
Establish itself: Tercera etapa, es el proceso con el que la persona busca consolidarse a sí mism@ en una orientación sexual determinada; que le implica generalmente una negación del entorno familiar, educativo, laboral cuando se pertenece a una minoría sexual. Para las personas en el establish itself su sexualidad parece ser el eje de su existencia y denotan una permanente reafirmación de la misma, siendo poc@s quienes deciden llegar a un proceso en que su tendencia se haga vox populi.
Self made: Es el último paso del proceso de construcción de la identidad de orientación sexual. Para la persona su orientación deja de ser el eje existencial para ser tan solo un elemento más en su cotidiano, siendo ell@s mism@s l@s hacedores(as) de su propia existencia. Puede decirse entonces, que en ese momento se hacen realmente personas (en griego, sonar a través de), situación que por la estabilidad emocional que les produce, motiva a algun@s a convertirse militantes de una causa fundamentada en su orientación sexual.
Expresiones comportamentales de la sexualidad
Es un término acuñado inicialmente por el Instituto Mexicano de Sexología, buscando utilizar un lenguaje objetivo y científico en vez del peyorativo, sexista y discriminatorio que se venía promulgando. Las Expresiones Comportamentales Sexuales (ECS) consideradas sexualmente saludables, no pueden en su ejercicio vulnerar a la pareja, cuya participación debe hacerse en forma consciente y voluntaria, por tanto, exige el respeto por cualquier forma de vida y condiciones de edad, físicas y mentales.
Las ECS hacen parte de las manifestaciones de la diversidad sexual, son asumidas por cualquier persona cualquiera que sea su orientacion sexual; pueden tener desde una expresión mínima(que produce gusto o satisfacción y que está presente en todo individuo) hasta una prevalencia casi exclusiva. Las más comunes son:
Transvestismo: la persona utiliza temporal o permanentemente vestidos y accesorios que se supone no le son propios al sexo y género que le son correspondientes. Si se es mujer y femenina, y se usan prendas consideradas masculinas no se les considere transvestis. La sociedad tolera que hombres y mujeres se transvistan para una representación artística pero no como una situación placentera en sí misma. La subcultura homosexual denomina transformistas a los artistas hombres que usan prendas femeninas y que no obtienen un placer en ello; el término fue apropiado en el medio artístico para hombres y mujeres en igual circunstancia.
Fetichismo: se gusta poseer objetos o pertenencias de una determinada persona. Va desde coleccionar autógrafos hasta quien solo logra el estímulo sexual utilizando determinadas prendas u objetos.
Exhibicionismo: la persona gusta mostrarse a otros. Puede ir desde buscar una apariencia agradable, hasta la exposición pública de sus intercambios afectivos, eróticos y genitales o de sus partes intimas, como la única posibilidad que le posibilita la excitación.
Polirrelación: relacionarse simultáneamente en lo afectivo, erótico o genital con varias personas.
Intercambio de pareja: obtener placer observando a la pareja interactuar socialmente con otras personas, lograr el orgasmo únicamente cuando la pareja sostiene relaciones eróticas y genitales con otra persona y a su vez se hace los mismo con la pareja de otr@.
Relación a primera vista: se obtiene gusto relacionándose con personas desconocidas o a las que dada la oscuridad del lugar o las condiciones del espacio no se pueden observar. Incluye el ligue en lugares públicos, saunas o videos.
Escoptofilia (voyerismo): la persona gusta de ver los cuerpos, expresiones amorosas, eróticas o genitales en otras personas.
Gerontofilia: se tiene atracción por personas de edad, en especial ancian@s. Va desde el respeto y cariño por los ancianos hasta tan solo lograr el estimulo sexual efectivo con un(a) ancian@.
Paidofilia o Pedofilia: consiste en el gusto o atracción por los/las niños(as).
Masoquismo: la persona gusta del dolor físico, sumisión, vejación, o incluso dependencia notoria de otra persona, lograr únicamente el orgasmo bajo la presencia de un fuerte dolor o la presencia de sangrado.
Sadismo: los individuos gustan del dolor físico, someter, vejar, e incluso hacer que otr@s dependan de ellas(os).
Rinofilia: consiste en el gusto por determinados olores.
Urofilia y Coprofilia: existe gusto o placer por la orina y las heces, o por el acto de orinar, defecar, observar la emisión de las excreciones o de recibir estas en su cuerpo e incluso tragarlas.
Necrofilia: gusto o atracción por la muerte o la muerte en sí.
Fobofilia: gusto o placer por el peligro o temor, incluso se disfruta de hablar de las expresiones de violencia o peligro por las que se ha pasado, o en actividades como el automovilismo, el toreo, el trabajo de construcción o limpieza de rascacielos, o tener relaciones genitales o juegos eróticos en lugares públicos, en los que puede ser fácilmente descubierto.
Grafofilia: tiene dos expresiones: la logofilia (leer la palabra escrita u oír o expresar textos eróticos, como en las líneas calientes) y la iconofilia (ver representaciones gráficas figurativas como dibujos, fotografías o videos), o ambas.
Tribofilia (frotismo): Gusto por tocar o ser tocado.
Zoofilia: la persona tiene gusto o afecto especial por los animales. Va desde poseer una mascota hasta la relación afectiva, erótica o genital en la que el objeto-sujeto es un animal.
Velandia Mora, Manuel Antonio. Sociólogo, Filósofo. Consultor Internacional. Fundador en 1976 del Movimiento de Liberación Homosexual de Colombia. Premio Nacional de Investigación en Sexualidad otorgado en 1996 por la Sociedad Colombiana de Sexología, entidad de la cual es Miembro Titular; Coordinador General de Equilateros Proyecto de Minorías Sexuales.
domingo, 9 de diciembre de 2007
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