Experiencias alternativas frente a las políticas públicas el caso de los homosexuales, las lesbianas y demás personas con otras variantes sexuales
[1] Manuel Velandia Mora
Trascripción literal de la Ponencia presentada en la Universidad Itinerante Políticas públicas, mujer y salud: Popayán, Colombia
17.12.2003
Publicado en Memorias 11. Universidad Itinerante Políticas públicas, mujer y salud. Red de salud de las mujeres Latinoamericanas y del Caribe. Cali, 2004;
La relación entre minorías sexuales homosexuales y lésbicas y el movimiento de mujeres es bastante cercana y son muchas las causas que se luchan en común. Sin embargo el movimiento homosexual colombiano ha tenido que aprender de las organizaciones feministas para su desarrollo. En este texto trataré de mostrar como algunos desarrollos en las concepciones epistemológicas, antológicas y de las relaciones sociales posibilitan nuevas comprensiones de la salud y su abordaje.
La concepción política de la homosexualidad ha cambiado significativamente en Colombia y aun cuando en cambio en la ley no cambia las relaciones sociales, el estigma y la discriminación si posibilita otras comprensiones y desarrollos. Hasta 1932, en el Código penal colombiano la homosexualidad era contemplada como delito y enfermedad, En ese año deja de ser entendida como enfermedad, muchos años antes de que así lo fuera en Estados Unidos y en otros países. Cuando se inicia el movimiento homosexual esta seguía siendo delito y nuestro trabajo se centró en despenalizarla hecho que se logra con el código penal de 1980.
Con el cambio de la Constitución en el 91, entendemos que tenemos otras posibilidades lo que conduce a interponer una serie de tutelas de cuya revisión por la Corte Constitucional se logra la no exclusión de las fuerzas militares y de la actividad docente, y que no se niegue el acceso a la escuela, se pueda cambiar el nombre, e inclusive se discutió el tema de la adopción logrando si no que se validara la posibilidad, sí que algunos magistrados se manifestaran a favor. Se trabaja en el tema de derechos de pareja hasta llegar a su discusión en plenaria en el Senado. Hemos presentado el proyecto de derechos de pareja; el último lo discutimos en el Senado.
Pero yo no voy a hablar de lo que hemos hecho como movimiento homosexual; me parece que lo que podemos compartir con ustedes es como ejemplo el tema en la seguridad social, qué está pasando en salud a los homosexuales colombianos y compartir, en principio, sobre cómo nosotros mismos hemos tratado de entender y construir un discurso desde las homosexualidades y las lesbianidades, hecho que podría apoyar bastante el trabajo que ustedes, las mujeres, realizan.
Para nosotros ha sido importante lograr el reconocimiento como sujet@s de derechos. Partamos de que el mundo generalmente se mira de manera heterosexual, y se dificulta comprender y asumir que existe la posibilidad de tener otras miradas, otra experiencias, diversas emociones.
Uno de los problemas que hemos tenido y que tenemos en esta reunión consiste en que oyendo algunos de los discursos aquí expresados y hablando con las personas en el pasillo me he estado dando cuenta que varias de las personas que están acá explican el mundo desde un modelo mecanicista, un modelo lineal. Esto es evidente por cuanto en la escuela primaria, en la iglesia, en la familia, en la universidad nos formaron desde estos principios teóricos. Sin embargo igualmente he oído el marcado iteres que se tiene en que logre trabajar desde el modelos de redes que es un modelo fundamentado en lo sistémico pero se pretende hacerlo desde una construcción mental, experiencial, emocional lineal y eso no sería posible.
En el modelo lineal mecanicista las relaciones sociales se fundamentan en una explicación, que bien puede ser la de la rueda, donde cada diente encaja con el otro y es este encajarse lo que permite el movimiento; es decir, que si una rueda no se mueve el resto no se mueve. Desde una explicación lineal, si hay algo que sucede en “A” esto determina lo que sucede en “B”, y si pasa en “B” entonces origina acciones en “C”.
En este modelo las relaciones son verticales, piramidales es decir hay una estructura de poder que podemos ilustrar como un “iceberg” donde aparecen unas personas en la cima que ostentan el poder y hay bajo ellas una base que dependen para su actuar de lo que arriba sucede. En este modelo las relaciones no implican un reconocimiento de la base sino que las determinaciones se toman desde arriba de manera unilateral. El modelo de explicación relacional se ha tratado de transformar hacia un modelo horizontal pero este funciona como las dianas, es decir, hay un círculo central desde donde se irradia el poder hacia fuera pero no hay un reconocimiento de lo que sucede en aquellos espacios y personas hacia donde se irradia el poder. Eso implicaría que desde ese modelo ciertas construcciones como las redes, por ejemplo, son imposibles porque las redes implican conocer y experienciarse en un modelo sistémico.
El modelo sistémico parte del principio de que los elementos que conforman la red (sistema) se interrelacionan, se interafectan e ínterdependen permanentemente, es decir que un pequeño movimiento de alguien puede transformar toda una sociedad; eso implica que el mundo no es estático sino que el mundo es posible gracias a su dinámica, y lo más importante, que lo que posibilita el desarrollo social es entonces no el acuerdo, la supresión de las ideas contrarias, la desaparición forzada, el desplazamiento de quienes piensan distinto o el asesinato sino la contradicción; que entre mas contradicciones se presenten mas desarrollo se logra. No hay que buscar el equilibrio. El equilibrio existe solo como concepción mental, es decir si ustedes pretenden ser equilibrados en sus procesos quizás nunca lo logren. Es muy fácil comprender lo que he afirmado, si ustedes observan un electrocardiograma logran ver una línea quebrada, que determina el ritmo cardiaco. Si la persona se equilibra el movimiento cesa y la línea se transforma en una recta. Lo mismo sucede en la vida de una persona; cuando ustedes creen ser equilibrados no hay tal equilibrio, surge el movimiento. Una persona que muere no logra el equilibrio porque en el cadáver sigue creciendo el cabello, las uñas, se van transmutando los jugos internos, los huesos se van transformando en otra cosa. En resumen el equilibrio no existe como tal, lo que existe es la dinámica permanente y la contradicción. Si nosotros no logramos reconocerlo, no podemos avanzar en nuestros procesos.
En la formación profesional, formal o no, las personas tienen una marcada tendencia a la especialización, es decir cada vez profundizan más y más sobre un mismo tema olvidándose que ese tema esta inmerso y relacionado con otra cantidad de temas; pero si el mundo es sistémico entonces comprenderlo requiere poseer múltiples posibles explicaciones, de ahí la tendencia a la inter y a la transdisciplina; es decir, a conocer lo que otros hacen, a saber como lo hacen, por qué lo hacen, para qué lo hacen, qué buscan con ello, qué han logrado, cómo lo lograron, por qué lo lograron, para qué lo lograron, qué transformaciones alcanzaron, pero a la vez reconocer que es en el encuentro de todas las disciplinas, de todos los sujetos y sujetas, y de la integración de sus particulares versos frente a una misma realidad que el mundo se explicaría.
Lo que estoy diciendo es que no es posible una unida explicación, un único verso, un uni-verso sino que se requiere, para explicar el mundo, el reconocimiento del multi-verso; es decir, el reconocimiento de que el conocimiento del otro o de la otra, la experiencia del otro o de la otra, las emociones del otro son tal validas como son las mías, y que tan solo en la medida en que reconozca esa diferencia podemos construir como equipo, como sistema. En este caso las relaciones ya no son lineales, sino que las relaciones son emergentes; es decir, que cuando yo me encuentro con el otro o la otra la relación no se da, sino que surge; es decir, cuando ella me mira y yo la miro surge la mirada; la mirada no estaba desde antes. Cuando ella está contándome su conocimiento, ella no me cuenta su conocimiento ni yo oigo el conocimiento de ella sino que cuando ella “expresa una idea yo la oigo desde mi propio conocimiento, en consecuencia el conocimiento que ella me trasmite se une al conocimiento que yo tengo y lo que surge es un nuevo conocimiento que no existía antes sino que se construye en ese mismo momento del encuentro entre los dos. Ese surgir es a lo que llamamos emergencia.
En nuestras relaciones interpersonales, grupales o trabajando en equipo nos encontramos con núcleos de trabajo con personas, ideas, experiencias y emociones con las que logramos sintonizarnos. Ese encuentro en el que se cruzan nuestros multi-versos puede explicarse en el concepto de nodo; es decir, el espacio-tiempo donde se cruzan una serie de energías que posibilitan las emergencias. En este encuentro puede producirse algo que no se produciría si no aportaran sus energías todos y todas las que hacen parte del nodo. Las redes son precisamente eso, un entrecruce de personas, con sus respectivos conocimientos, experiencias y emociones. Entre mas elementos tenga la red más relaciones, más interacciones, más interdependencia están siendo.
Esto nos conduce a observar que la ontología no es objetiva sino subjetiva, es decir, que la objetividad existe sólo como explicación teórica porque frente a cada hecho cada uno de nosotros lo explica de una manera diferente y lo explica a partir de lo que ha vivido, de lo que quiere ser más adelante, de su propia historia, de lo que le ha hecho o ha dejado de hacer, de la valoración que le a dado a lo que ha sucedido en su vida… en consecuencia la cognición debe considerarse como una explicación en el lenguaje de nuestra experiencia con la cosa explicada; es decir, la realidad ya no se concibe como algo que sucede fuera del ser humano sino que en consecuencia las propiedades de las cosas están en el sujeto que las analiza. En ese análisis la palabra juega un papel de suma importancia puesto que se ha considerado que esta es un instrumento, que esta refleja el mundo y es entendida por todos de la misma manera.
En la ontología subjetiva o constitutiva entendemos el lenguaje como generador de mundos, es decir que la palabra no comunica sino que la palabra produce una emergencia en cada persona que la escucha y que cada uno está entendiendo de una manera única y particular. Lo que yo estoy diciendo aquí cada uno de los lectores y lectoras lo lee de una manera totalmente diferente; por tanto, el uni-pensamiento que conduce al uni-verso no es posible porque cuando, por ejemplo, un lector(a) dice que frente a lo por mi expresado está en acuerdo y explica dicho acuerdo deja entrever en primera instancia que estamos en desacuerdo, pues al explicar el acuerdo pone en evidencia sus propias ideas y las pequeñas o grandes diferencias que en nuestras explicaciones hay. Siempre vamos a tener que reconocer esa dinámica multi-versal para poder avanzar.
Partiendo de que el acuerdo pleno no es posible y que cada uno explica la salud de una manera diferente, quiero contarles entonces cómo concibo la definición de salud para que cuando yo hable de ella ustedes logren aproximarse desde sus propias concepciones a aquello de lo que estamos hablando.
No estoy de acuerdo con la definición de salud que propone la OMS, para esta organización “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”, porque para mí la enfermedad no es un estado que se puede separar del proceso vital de la persona, sino que cada enfermedad se presenta de manera particular en cada individuo. Y cada uno de nosotr@s es una persona-sujeto-objeto biológico, cultural y social que interactúa con un(a) profesional de la salud que también debe ser considerada persona-sujeto-objeto biológico, cultural y social. Lo colectivo es más que la suma de personas.
Una enfermedad, en lo colectivo, son las emociones, las vivencias y las explicaciones que las personas dan a ese mundo que conforman ,porque las sociedades entienden su realidad y le dan explicaciones a los fenómenos que observan en la vida cotidiana (paradigmas sociales) y en consecuencia, cada sociedad se organiza de acuerdo con estos y fundamentada en ellos crea los supuestos teóricos generales, leyes, técnicas y herramientas con los que investiga, y explican sus desarrollos (paradigmas científicos).
Desde lo anterior y sustentándome en los paradigmas previamente expresados, la salud es un derecho fundamental que se explica, vivencia y emociona por cada ciudadan@ de acuerdo con su etnia, edad, sexo, genero, orientación sexual. La Salud está encaminada al bienestar individual como desarrollo positivo de la energía vital, como capacidad de pleno desempeño individual y social, y como buen vivir. La salud emerge de las interrelaciones, interafectaciones e interdependencias de l@s seres human@s consigo mism@s y las demás personas, en un medio ambiente determinado espacio-temporalmente por la cultura, la economía, la política y las relaciones sociales propias de cada modelo de desarrollo.
Por consiguiente, la salud no solo tiene que ver con el individuo sino que tiene que ver con su vinculación con los otros y con las otras, una vinculación que se da en una cultura, tiempo, lugar y relaciones sociales. Por ejemplo, yo me encuentro con alguien que me relata que tiene una enfermedad a la que denomina “frió en la sangre”. En Bogotá la enfermedad “frió en la sangre” no existe, sin embargo para la persona, cuando allá en su región se enferma de “frió en la sangre” quienes se mueven en una explicación similar logran comprender fácilmente la situación por la que está atravesando la persona. Esto nos demuestra que la explicación y la vivencia de la salud está determinada, por ejemplo, en el espacio, porque alguien puede tener “frió en la sangre” en un lugar y al trasladarse a otro lugar y comunicar al respecto, a su medico, este simplemente no acepta que la persona tenga dicha dolencia porque para él esta no existe; pero además, dadas las condiciones ecosistémicas ciertas enfermedades se presentan en unos lugares y en otros no.
El tratamiento de una enfermedad igualmente cambia en el espacio. En el campo, la mujer tiene a mano unas hierbas con las que se puede tratar pero en la ciudad para el médico para quien no existe dicha enfermedad igualmente no hay un tratamiento, ya que no puede tratar lo que no existe. Eso demuestra que además las enfermedades son propias de una cultura, como también que las enfermedades están afectas por la economía, la política y por relaciones sociales propias de cada modelo de desarrollo; es decir, que cada modelo de desarrollo tiene unas enfermedades que son distintas a las enfermedades de otros modelos de desarrollo. De modo que para tratar ciertas enfermedades se hace necesario cambiar el modelo teórico desde el cual nosotros estamos explicando la salud.
En el esquema de salud propuesto por la Ley 100 las personas dejaron de ser pacientes, interlocutores válidos en sí mismos, verdaderos otr@s para convertirse en clientes, por lo cual las personas no estas siendo atendidas, se atienden las enfermedades olvidando que hay enfermos. Desconoce lo subjetivo, los sentimientos, las intuiciones, las revelaciones. Relega las emociones y lo subjetivo al mundo de lo femenino y entiende al lenguaje como instrumento. Olvida que el organismo humano es un sistema de alta complejidad que se comporta como un todo integrado, cuyas propiedades esenciales emergen o aparecen de las interacciones de sus “partes”.
Al ser el todo la suma de las “partes” este tiene propiedades que no se presentan en las “partes” cuando éstas se estudian individualmente. Las “partes” son sistemas al interior del todo (microsistemas)El todo es un “sistema parte” de un “sistema parte” mayor (macrosistema). La persona que se enferma hace parte de una sociedad, de una cultura, es decir de un sistema mayor.
Según Saúl Franco “En Colombia, en el espíritu, y sobre todo en la práctica de la Ley 100, la salud ha sido reducida al conjunto de los servicios asistenciales para enfrentar las situaciones de enfermedad”. Sin embargo dichos servicios no son para todos, esta ley reconoce los derechos civiles de las personas heterosexuales con matrimonios o relaciones de hecho pero no reconoce los derechos civiles de las parejas del mismo sexo. Y no los reconoce porque la ley 100 está construida desde un modelo lineal mecanicista con el que el mundo se explica de manera dicotómica y excluyente. En el modelo lineal mecanicista solo puede haber machos y hembras; y los machos solo pueden ser masculinos y las hebras solo pueden ser femeninas, los machos masculinos tiene que ser heterosexuales y las hebras femeninas tiene que ser heterosexuales, entonces si el mundo se ve macho masculino heterosexual y falocrático debe haber uno que tengan el falo y el poder que ello le otorga, en consecuencia no puede haber ninguna otra posibilidad ni servicios para otros porque el mundo está explicado desde allí.
La ley 100 se fundamenta en el pensamiento cristiano y este se justifica desde Santo Tomas de Aquino y en su momento el mundo se concibe natural o antinatural. Desde esta perspectiva “la semilla” de la vida debía ponerse dentro y no por afuera esto era y sigue considerándose “antinatural”. Una mujer que quiera ponerse encima también tiene un actuar que lo es porque la semilla se podría salir de su único sitio posible, entonces se comprenden que ella debía estar abajo; en esa época era natural que solo se tuvieran actos para glorificar a Dios y como más se le glorificaba era teniendo hijos, por tanto toda relación genital que no fuera orientada a la procreación es y era pecaminosa, sucia y antinatural.
Con ese modelo natural-antinatural se trabajan todas las concepciones sobre sexualidad inclusive los de muchas quienes me leen en este momento; si nosotros seguimos actuando y explicando el mundo desde un pensamiento lineal no es posible que entendamos la diferencia. Al no lograr comprender la diferencia la ley 100 no le sirve a los maricas porque la ley 100 está en función de la heterosexualidad y en unos derechos civiles que igualmente solo reconoce los derechos de los “normales”, es decir, de los que están dentro de la norma, los que están dentro de el “deber ser” que es macho, masculino falocrático y heterosexual. Toda ruptura con la imagen del poder estaría en desacuerdo con la ley 100. Lo máximo que se ha logrado avanzar ha sido reconocer derechos civiles para parejas que no tienen un matrimonio, para quienes tuvieran la bendición recibido a través de un rito católico. Se ha avanzado hasta reconocer que eran validas las uniones con otros ritos y posteriormente avanzado hasta el reconocimiento de derechos a las parejas de hecho.
En general los homosexuales, las lesbianas y las personas con otras orientaciones sexuales, con otras expresiones del género o del placer no son aceptadas dentro del modelo. La ley 100 reconoce derechos a personas hasta en el tercer grado de consanguinidad. De ahí que cuando un homosexual pretende usar su derecho a recibir una visita en el centro hospitalario en el que se halla hospitalizado a quien se le expide la boleta de visita es a la mamá. Si esa señora odia a la pareja de su hijo no la deja entrar a la visita porque aun cuando es un derecho en el ejercicio de la autodeterminación, la norma aun cuando no es clara al respecto si parte de que no hay reconocimiento de dicha relación y termina favoreciendo a la familia así esta haya rechazado a su miembro y vulnerado todos sus derechos. Igualmente se afecta el régimen pensional de los homosexuales y lesbianas, y menos aún reconoce el sexo de las personas intersexuales.
Existen otros aspectos de salubridad que la ley no contempla: uno de los problemas más graves de salud que presentan los homosexuales, las lesbianas y otras personas en las minorías sexuales es referente al aspecto emocional. El Sistema General de Seguridad Social, ofrece la posibilidad de acceder a una consulta psicológica mensual, a una consulta psiquiátrica anual y a otra por urgencias, no ofrece consultas especializadas en sexología y menos aún contempla la posibilidad de realizar operaciones reconstructivas en reasignación de sexo o los tratamientos hormonales que las personas transexuales necesitan.
Para vislumbrar la dimensión de lo emocional se hace necesario comprender igualmente algunos conceptos básicos sobre las identidades, comprensión que ayudará a intuir igualmente la diversidad al interior del grupo de las mujeres:
Al tratar de interpretar los fenómenos sexuales con respecto a cómo una persona decide para sí con respecto a su sexo, su genero, sus expresiones comportamentales sexuales o su orientación sexual, es decir, el/la/los sujet@(s)[2] del mismo o del otro sexo con quien(es) desea establecer vínculos de pareja, ocasional o permanente, se han desarrollado diferentes explicaciones, que tratan de responder a una frecuente serie de preguntas que nos hacemos frente l@s demás y en algunas ocasiones ante nosotr@s mism@s: ¿Uno nace masculino o se hace masculino o femenino?¿Una persona se vuelve homosexual o lesbiana de un día para otro? ¿Son iguales las vivencias por las que pasan todas las personas que tienen una similar orientación sexual? ¿Se vive la homosexualidad, la lesbianidad, la bisexualidad, el género, aquí y de la misma manera que en otros lugares del mundo? ¿Hay una única respuesta científica que explique el origen de las orientaciones sexuales?
La respuesta más sencilla a los anteriores interrogantes sería decir simplemente No! El/la lector(a) se preguntará ¿Por qué no? Por varias razones. En primera instancia, porque si nos comprendemos a nosotr@ mism@s como un sistema y a los microgupos, grupos y macrogrupos como microsistemas, sistemas y macrosistemas, entonces la sociedad que éstos conforman es igualmente un sistema. Todo sistema está interafectado, interrelacionado y es interdependiente con los otros sistemas. Por tanto, todo lo que yo estoy siendo es una emergencia[3] de mis procesos de socialización o más concretamente un producto que se hace posible en el encuentro con el/la otr@.
Una de las propiedades de los sistemas consiste en ser únic@s. No hay nadie como yo, nunca lo ha habido ni lo habrá, soy tan unic@ que soy distint@ de mi mism@ a pesar de que en esencia sigo siendo yo mism@. Por tanto, lo que cada un@ experiencia, emociona y explica con respecto a su orientación sexual es igualmente único. En segunda instancia, aquello que el sistema humano ha vivido lo hace y es irrepetible, recordemos aquello de que no puedo nadar dos veces en el mismo río. Primero porque lo que ya he experienciado, como nadar, ya está realizado y no lo puedo repetir porque al intentar hacerlo lo hago en otro tiempo, espacio y condiciones. Ya ha pasado un tiempo por tanto el tiempo es otro, el agua ha circulado por lo tanto el río en el que nado es distinto y he invertido cierta energía en consecuencia estoy cansado y las condiciones en las que nado son diversas. Esta es la razón por la que actualmente no se habla de homosexualidad, lesbianidad, heterosexualidad o bisexualidad sino de homosexualidades, lesbianidades, heterosexualidades, bisexualidades, géneros. El plural hacer referencia y recalca la singularidad, particularidad y unicidad del ser y sus vivencias; como también, el hecho de que el proceso que alguien ha vivido no puede ser repetido por otr@ ya que esæ otr@ lo experiencia, emociona y explica a partir de su unicidad que lo hace divers@.
En tercera instancia, toda persona está en permanente movimiento y por tanto en constante cambio; Todo sistema se experiencia en un continuo recibir, transformar y dar energía; lo que nos lleva a aceptar que como persona no soy un ser terminado sino en permanente desarrollo: un ser dinámico. En tal sentido, no soy un(a) ser terminad@ sino un(a) ser que está siendo[4]. No soy un(a) ser complet@, no estoy terminad@, estoy siendo un(a) ser nuev@ en cada momento, siendo esta la esencia que hace dinámico a mi ser. Se es en una orientación sexual de manera diferente es el lugar de vivienda, estudio, iglesia y grupo comunitario, ya que al estar influenciad@s, interafectad@s y ser interdependientes con y por l@s otr@s, la cultura y la sociedad, cada un@ se experiencia en el cotidiano, en cada tiempo y espacio, a partir de las vinculaciones que establece en razón de ser ecosistémic@s.
En cuarta instancia, en ese constante estar siendo hay algo en mí que permanece como esencia: lo que he vivido; información que me induce a reconocerme como un(a) ser históric@. Cada situación que experimento tiene como fuente lo vivido y lo trascendido. Aun cuando en esencia soy el/la mism@ se han generado en mi una serie de cambios que me han hecho crecer como persona; todo cambio es viable a partir de los aprendizajes, experiencias y emociones vivenciados previamente por tal razón soy evolutiv@. Si las reflexiones que yo me hago están directamente relacionadas con mi experienciación de estar siendo homosexual o lesbiana, masculino o femenina, necesariamente no lo fui desde siempre sino que me he venido haciendo, explicando y emocionando en dicha orientación sexual y genero de manera dinámica.
En quinta instancia, se está siendo futuro en la medida en que lo que estamos siendo hoy lo construimos a partir de lo que “queremos ser” a alcanzar a llegar a estar siendo más adelante en nuestra existencia. Lo que yo estoy siendo hoy, en este momento, en el aquí y en ahora tan solo es posible desde lo que he estado siendo pero igualmente se posibilita desde aquello que yo, prospectivamente, deseo estar siendo como persona.
En última instancia, el ser se construye procesalmente. Lo que estoy haciendo puede considerarse un proceso en sí, pero todo proceso hace parte o es uno de los micro procesos de otro u otros procesos mayores que a su vez son parte de otro u otros procesos macro. Todo proceso de un ser humano, con relación así mismo y a otr@s human@s, implica interrelaciones, interafectaciones e interdependencias. Toda afectación de una parte de mí, como sistema, me afecta en mi totalidad e integridad y a su vez, afecta al o a los microgrupos, grupos y macrogrupos de los que hago parte; y en consecuencia, afecta a la sociedad, pero también todo lo que sucede en ella y en los grupos en los que estoy inmerso me afecta a mí, produciéndose en ese intercambio una serie de emergencias que en esencia son lo que yo “estoy siendo”, y en ultimas, lo que estoy experienciando, emocionando y explicando sobre mí y sobre la sociedad y cultura de las que hago parte.
La identidad hace referencia a la manera como cada quien se asume para sí mism@ y con relación a l@s demás y a lo que la sociedad espera de él o ella con referencia a su ser sexuado, es decir, con relación a su cuerpo, sexo y genero, como también a sus expresiones comportamentales y a su orientación sexual.
El “deber ser” socializado ha construido una explicación social de aquello que se espera “debemos ser”, es decir y en este caso, hombres o mujeres. En nuestra cultura y sociedad se es hombre si se es macho, masculino, heterosexual y por tanto, en nuestra cultura, machistas y falocráticos. En esta razón se es mujer si se es hembra, femenina y heterosexual y por consiguiente, en nuestra cultura, dependiente del macho y reconocedora del poder que sobre ella debe ejercer el propietario del falo. Es tal vez ésta la razón por la que algunas personas se preguntan con respecto a las relaciones entre personas del mismo sexo, en ellas quien ejerce de hombre o de mujer.
En la vida cotidiana las personas se debaten en un juego sistémico entre el “deber ser”, su “querer ser” y aquello que “están siendo”; este último en la acomodación entre dichos “deber ser” y “querer ser”. La identidad como ser sexuado se vivencia entonces en el juego entre tres diferentes concepciones que se interafectan, interdependen e interrelacionan: lo que l@s otr@s identifican que yo soy: identidad social; lo que yo identifico que estoy siendo: identidad particular; y lo que yo estoy proyectando de mí porque es lo que deseo proyectar: identidad de socialización. Como sujeto social estamos en un continuo movimiento entre las subidentidades que conforman nuestra identidad.
Tanto la identidad plena como las subidentidades de sexo, cuerpo, género, orientación sexual y de Expresiones Comportamentales Sexuales nos móviles. La identidad cambia con el tiempo, con el espacio, la cultura y por los procesos de socialización dados con algunas personas. Un ejemplo de ello es la experiencia vivenciada por personas que viven en hacinamiento o reclusión, como l@s carcelarios, religios@s, grupos familiares viviendo en espacios reducidos y libres de privacidad, o personas alejadas de espacios urbanos (guerrilleros, militares, paramilitares) en los que, dadas las condiciones de socialización y de convivencia con personas del mismo sexo se llega a mantener relaciones homo, bi, lésbico genitales, homo, bi, lésbico eróticas, homo, bi, lésbico afectivas durante un periodo de tiempo, situación que cambia al cambiar el espacio o los sujetos con quienes se interactúa.
La sexualidad de un(a) ser human@ está determinada por lo que está siendo como ser sexuado, por sus expresiones comportamentales[5] (Alvarez-Gayou, 1992) o formas de obtener placer y por su orientación sexual.
En el proceso de socialización aprendemos, y por tanto, asumimos, es decir, vivenciamos, explicamos y emocionamos el cuerpo, el sexo y el género; estos tres elementos me determinan como ser sexuado y se experiencian, emocionan y explican ecosistemicamente.
El cuerpo está afectado por las relaciones sociales, la cultura, el tiempo y el espacio; por ejemplo, las mujeres rollizas y con celulitis que pintaba Rubens no representan el “deber ser” socializado para lo que se espera sea el cuerpo de la mujer de hoy, como tampoco la mujer santandereana se reconoce en el cuerpo como la hace una mujer de la costa Atlántica o Pacífica. El cuerpo se modela desde una “necesidad social” por eso, así seamos machos o hembras hacemos dietas, cirugías plásticas, ejercicio, exposiciones al sol o cambiamos el color del cabello; y además, experienciamos el cuerpo a través de los accesorios y vestidos como si estos fueran su extensión: usamos zapatos con tacón, falda o pantalón, prendas sueltas o ajustadas o hasta rellenos para “lograr” las formas que deseamos tener.
El sexo[6], solemos entenderlo como construcción biológica; sin embargo, aun antes de nacer social y culturalmente se construye para cada persona una explicación del sexo definida como de macho o hembra, construcción que en algunos casos no se soporta en la existencia real de lo biológico. Al observar un scanner realizado al vientre de una mujer preñada, si el producto que se gesta es definido como de un macho, entonces, a partir de dicha evidencia biológica, que es poco evidente ya que sólo es una visión de lo más superficial de la biología humana, se asignan unas propiedades, cualidades y características, en este caso se afirma y se espera que ese macho sea fuerte, saludable, recio, resistente, inteligente, sagaz, agresivo…
Social y culturalmente al observar sus genitales externos se le “asigna” a la persona un sexo, sin saber si internamente lo observado se corresponde con dicha asignación (se espera que sea así). El sexo por asignación recurre complementariamente a la asignación de los roles sexo-genitales que desde el “deber ser” se supone y espera sean propios de cada sexo[7].
Se ha dividido el mundo en extremos que se complementan ignorando que existe un continuo que determina una serie de variaciones intersexuales; por ejemplo, algunos seres pueden tener dos genitales externos que se corresponden con aquello que determinamos como los genitales del macho y de la hembra; puede suceder también, que se presente en los genitales internos una mezcla de ambos, o algunos individuos pueden presentar un genital externo que no corresponde con el interno; en resumen, hasta el momento, se han clasificado 16 intersexualidades o grandes variaciones entre las categorías extremos del continuo macho-hembra. Los seres suponen sobre sí, y se conjetura de ell@s que son machos o hembras pur@s de la especie; sin embargo, much@s de nosotr@s morimos sin lograr evidenciar científicamente que realmente somos lo que suponemos y los demás suponen que estamos siendo. Por ejemplo, es probable que yo mism@, lector(a), nunca haya tenido la posibilidad de que se me realice una serie de exámenes con cuyo resultado se determine mi composición hormonal, el estado de mis genitales internos y externos, y si cumplen plenamente con las funciones que de ellos se esperan.
El género es un aprendizaje continuo, una construcción particular, social y cultural, que se vivencia de manera diferente en cada persona, sociedad y cultura. Se comprende tanto como la explicación con respecto al quehacer de machos y hembras, como también con relación al comportamiento y el ejercicio de los roles que se consideran propios de un sexo; se identifica como masculino al considerado “deber ser” del comportamiento de los machos de nuestra especie y femenino al de las hembras. Aquello que se considera propio del comportamiento masculino o femenino en una persona, grupo, ciudad, región, país o continente, no necesariamente lo es en otro.
En la vida cotidiana encontramos seres a quienes se les denomina andróginos que reúnen en sí y sin recalcar en su comportamiento el de un género sobre otro, igualmente observamos personas que aun cuando se les ha criado en un género deciden comportarse en el otro, hecho al que denominamos conducta transgenerista[8]. Algunas veces hacemos lecturas desde nuestra cultura y sociedad de lo que sucede en otras culturas y sociedades tratando de encasillar nuestra comprensión de lo que allí acontece a la manera como nosotr@s explicamos el mundo. Por ejemplo, vemos en los escoceses una “falda” a cuadros y en los indígenas de la Sierra Nevada una “bata” que se nos antoja “femenina”, sin lograr comprender que el kilt de los irlandeses o la túnica con la que visten los indígenas en la Sierra Nevada no son prendas femeninas aun cuando en su diseño se nos parezcan a lo que “deben usar” las mujeres. Nos transformamos socialmente en hombres o mujeres cuando sexo y rol confluyen en un ser humano, razón por la cual las categorías sociales hombre y mujer son consideradas socialmente como excluyentes
Las reflexiones que cada persona elabora se producen a partir de lo que ella está siendo; por tanto, mis reflexiones y las de l@s otr@s son tan únicas como cada persona que explica lo es. Las explicaciones que damos al mundo, a nuestras relaciones, sobre nosotr@s mism@s, por el hecho de ser únic@s, son únicas y diferentes a las de l@s demás. El problema más grande en la comprensión de las sexualidades radica en que no logramos darnos cuenta que frente a un mismo hecho hay tantos versos, tantas reflexiones y explicaciones (uni-versos) como seres humanos hay, y en tal sentido, desde la teoría del lenguaje, que la cultura se construye en multiversos. No voy a explicar aquí las diferentes teorías sobre el origen de las homosexualidades o las pocas existentes con respecto al origen de las lesbianidades ni me pienso “casar” con una de ellas, tan solo haré referencia al acuerdo existente en la comunidad científica internacional: la homosexualidad no es una enfermedad, es una orientación sexual.
La orientación sexual[9], cualquiera que esta sea, no aparece de la noche a la mañana sino que se construye al igual que el cuerpo, el sexo y el género en el proceso de socialización influenciado culturalmente. Se es homosexual o lesbiana desde sí mism@ y con relación a la sexualidad de l(a) sujet@ con la que asumo que puedo ejercer mi deseo, erotismo, afectividad y genitalidad. Las personas cimientan una identidad de orientación sexual de su lesbianidad[10] u homosexualidad[11] a partir del “deber ser”, de lo que la sociedad espera que sea la orientación de toda persona, es decir heterosexual; el “querer ser” que hace referencia a aquello que yo determino a partir del “deber” como lo que yo mism@ entiendo y asumo que debería ser mi ser, y el “estar siendo”, identidad que es la resultante que emerge del juego entre la “identidad social”, la “identidad particular” y la “identidad de socialización”.
El juego de las emergencias sucede en todas las identidades sexuales y en cualquiera de las orientaciones sexuales, aun cuando para los heterosexuales la distancia entre “deber ser”y “querer ser” es mucho menor que en las personas que vivencian orientaciones sexuales consideradas marginales.
Algunas personas experiencian algunos aspectos de la lesbianidad o de la homosexualidad sin definirse en una orientación sexual lésbica u homosexual; por dicha razón, actualmente suele hablarse de hombres que tienen sexo con otros hombres o de mujeres que tienen sexo con otras mujeres para hacer referencia a aquellas personas que siendo bigenitales y en algunos casos bieróticas y bideseantes e inclusive biafectivas, se identifican en su orientación sexual como heterosexuales.
Se puede estar siendo en parte o en el todo de la lesbianidad o la homosexualidad experienciandose en una, dos, tres o las cuatro siguientes opciones, es decir, como homoerítico o lesbicoerotica, homogenital o lesbicogenital, homoafectivo o lesbicoafectiva, homodeseante o lesbicodeseante sin asumirse así mism@ como homosexual o lesbiana. Dicha asunción hace referencia a lo que denomino identidad de orientación sexual.
Recientemente y para facilitar el trabajo de prevención de la infección por el VIH se ha acuñado el concepto HSH que se utiliza para definir a hombres que poseen una identidad de orientación sexual particular heterosexual pero que experiencian relaciones bigenitales. Aun cuando es evidente que también hay mujeres que experiencian relaciones bigenitales MSM, probablemente por razones algo sexistas de ellas poco o nada se habla en el tema del sida.
A continuación presento una propuesta de análisis sobre la construcción de la identidad de orientación sexual comprendida en cuatro etapas en las que la finalización de una se solapa con la siguiente e imbrica en la anterior.
Etapas en la construcción de la identidad de orientación sexual
Coming In: A la primera etapa en la construcción de la identidad de orientación sexual (Velandia, 1999), se le ha denominado del coming In, que puede traducirse como interiorizarse, adentrarse en sí mism@. El individuo empieza a tomar conciencia de su deseo por otra persona, en el caso de homosexuales y lesbianas, del mismo sexo. El coming in es el momento más difícil en la construcción de la identidad de orientación sexual; lo es tanto, que muchas personas pueden permanecer en esta etapa durante muchos años, inclusive décadas y no trascender a las otras etapas.
La vergüenza de sentirse o pensarse diferente parece ser elemento fundamental de la construcción de la identidad particular de orientación sexual; vergüenza y construcción están en esta etapa en una relación dinámica y permanente. El retraimiento es frecuente y proviene tanto de reconocerse diferente al “deber ser” como de confrontar dicho modelo. Mientras la persona permanezca vergonzante nunca podrá trascender su proceso de coming in ya que la culpa y autorepresión permanecen y el temor a la heterorepresión, el estigma y la discriminación es constante.
Generalmente, quien está siendo en la etapa del coming in como lesbiana u homosexual se encuentra en un proceso de construcción diferente al de una persona que construye una identidad heterosexual. Siente que es la única persona atravesando dicha circunstancia. Siendo adolescentes o adult@s jóvenes, las personas al sentirse atraíd@s por otras de su mismo sexo o desarrollando actividades para las cuales el “deber ser” de la identidad de género considera que el comportamiento es “inapropiado” sienten una gran inquietud que las desestabiliza emocionalmente. El temor a ser enferm@s, anormales, les produce dudas y contradicciones sobre las cuales inicialmente no intentan obtener respuestas de otras personas. Consultan en diccionarios y enciclopedias sobre palabras tales como homosexual o lesbiana; esconden información extraída de periódicos o revistas, sobre el tema, para leerlas posteriormente y con detenimiento; es frecuente que se sientan molest@s cuando, en su presencia, los medios de comunicación hacen referencia al tema.
Estas personas aprenden a reconocer las “etiquetas” con las que se estigmatiza. Estos rótulos son socialmente usados para agredir a quienes se considera que tienen un comportamiento diferente. Generalmente, quienes los usan no saben al dedillo y plenamente su significado, por ejemplo otros menores y adolescentes, pero sí reconocen los efectos que su uso producen en la carga emocional de la persona estigmatizada. L@s rotulados, inicialmente, no reconocen el significado del rótulo pero suelen sufrir de la violencia que con su uso se ejerce. Para l@s adolescentes, en la medida en que fueron comprendiendo los contenidos de los rótulos, seguir siendo rotulados logra marginarlos de las actividades grupales tanto en la escuela como en la familia; incluso, siendo participes de una reunión, cada vez que alguien habla de homosexualidad o lesbianidad sienten que se acelera su ritmo cardiaco, sus manos sudan y les tiembla la voz. Las personas adultas recuerdan que siendo menores les llamaba la atención que l@s rotularan y que no sentían que estuvieran haciendo nada diferente a otr@s menores de su mismo sexo.
Tanto ellos como ellas “odian” participar de conversaciones relacionadas con el sexo, aun cuando manifiestan interés por “observar” con detenimiento a sus compañer@s les afecta emocionalmente ser “sorprendid@s” en estas actividades. Los hombres más que las mujeres manifiestan molestia sobre cómo otros hombres hablan en sentido peyorativo de las mujeres, en especial cuando ellas son tratadas como “objetos sexuales”. A las personas en proceso de coming in les es muy difícil utilizar la palabra homosexual o lesbiana para hablar de sí mism@s.
Cuando están cerca de personas marcadamente “amaneradas” en el ejercicio de sus roles de género esto les produce cierta contradicción, tienen temor de llegar a “ser como esa persona” pero igualmente, sienten una gran atracción por ella. Observarlas les hace tomar conciencia de sus propios amaneramientos y en caso de hacerlos evidentes, surge el temor a actuar en grupo o realizar algunas actividades de la vida cotidiana en las que creen que dichos amaneramientos pueden notarse. Se preocupan por la sensación que despiertan en otras personas y suelen confrontarse con respecto a realizar aquellas actividades o aislarse totalmente.
Su contradicción se incrementa notablemente en la medida en que reconocen su atracción por personas de su mismo sexo o que son estigmatizadas por sus amaneramientos. Muy poc@s se deciden a hablar con sus padres, guías espirituales y maestr@s, o recurren a terapia por temor a ser vulnerados, utilizados e incluso agredidos sexual o físicamente.
L@s que tienen recuerdos de épocas en las que estaban siendo niñ@s no recuerdan haber “deseado” un contacto genital con alguien de su mismo sexo; cuando mucho, rememoran aproximaciones como el placer por una fragancia, sentir cerca a la persona o desear algunos “roces” de piel. Las personas que les despertaban sensaciones, que describen como “casi de enamoramiento” fueron, generalmente, aquellas a quienes en su vida cotidiana admiraban por alguna razón; algun@s recuerdan con especial cariño a maestr@s de escuela y a personajes de programas de televisión.
Cuando en instituciones educativas -especialmente para hombres- se dieron las condiciones para observar los cuerpos de otros -igualmente adolescentes-, como por ejemplo en las duchas o en ciertos juegos sexuales entre ellos -que son “demostraciones de hombría”- tuvieron temor de ser “reconocidos”, huyeron de la situación, y muy pocos quisieron seguir jugando.
No hay un consenso entre si las primeras relaciones afectivas o genitales surgen con el deseo o el deseo se concreta a partir de la primera relación. Las personas suelen relatar que sentían que deseaban algo, incluso alguien, pero inicialmente no conocían qué era lo que deseaban. El deseo se fue concretando hasta volverse casi una “obsesión” que prefirieron callar porque sentían que sus sentimientos eran incorrectos.
Según Velandia (1999b), una vez la persona hace conciencia de que existen otr@s como él o ella, se encuentra ante la disyuntiva de realizar intentos por establecer o no vínculos (usualmente sus primeros contactos son ocasionales). Si desea realizarlos, en su búsqueda se acerca a grupos de personas que hacen su vida social en torno a un apartamento o a espacios comerciales y suelen efectuar intentos erráticos orientados a conquistar personas que caracterizan como de igual orientación sexual. La apertura los acerca al paso posterior en la construcción de su identidad de orientación sexual.
Coming Out: La segunda etapa del proceso de construcción de la identidad de orientación sexual es el Coming Out puede traducirse como “salir hacia fuera”. Es el proceso por medio del cual el individuo busca salir de sí hacia otr@s, motivado en la búsqueda de consolidar su identidad particular de orientación sexual, aproximándose a elementos teóricos y situaciones vivenciales que le faciliten la comprensión de su dinámica individual. Para quien se piensa en una orientación homosexual, lésbica o bisexual, el proceso generalmente conlleva inicialmente la apertura hacia otr@s con su misma orientación, situación que es más fácil para el heterosexual, por ser este el “deber ser” de la orientación sexual.
Buscando espacios que le posibiliten explicitar la orientación sexual, la persona intenta comentar su situación con quienes cree tener seguridad suficiente y siente que puede fiarse. Dependiendo del grado de confianza que tenga con l@s amig@s del colegio, vecindario, escuela o lugar de trabajo, informa encontrando tres tipos de respuestas; censura, aceptación o “compasión”. El grupo de personas que la rodea, generalmente compuesto por heterosexuales, asume con sorpresa y curiosidad la declaración. Este “desahogarse” proporciona una ayuda a la autoestima en la medida en que la persona ya no se siente aislada del mundo, pero no plantea soluciones reales a sus necesidades genitales, afectivas y eróticas, lo cual aun cuando l@ tranquiliza l@ lleva a buscar espacios donde las pueda satisfacer, o por lo menos saciar su curiosidad.
Otra alternativa consiste en comunicarse con personas en quienes ha observado comportamientos que se identifican como de alguien que tiene similar orientación sexual. Cuando hay cierta empatía, en ellas suele encontrar cierta apertura, pero generalmente se convierten en un camino más directo a los ghettos, lugares en los que generalmente es difícil encontrar personas con la sensibilidad y el tacto que implica apoyar a alguien que siente que lo que está pasando en su vida es realmente difícil.
El Coming Out generalmente se hace tan solo hacia grupos pequeños de personas, primordialmente de la misma orientación sexual y en lugares públicos exclusivos o de uso mayoritario para estas personas.
El coming out suele experienciarse en una doble o triple vida: la del ghetto (bar, sauna, video, apartamento) y de los espacios íntimos (familia, escuela, trabajo). En el ghetto la persona se reconoce a sí misma, encuentra “amig@s” o simplemente personas a quienes observar, aprende a desenvolverse con “naturalidad”, a pesar de que tienen aun mucho temor de ser identificad@s e inclusive a ser reconocid@s por otras personas, así ellas frecuenten esos mismos lugares.
Las personas en este proceso suelen leer literatura científica, acudir al teatro, ver películas, acceder a Internet y buscar muchas otras situaciones relacionadas con el tema de la orientación sexual; incluso acceden a profesionales de la terapia sexual o la psicología como una manera de encontrar respuestas a sus dudas.
Si la persona ha pasado reiteradamente por estas experiencias, suele ser mas tranquila en cuanto a sí misma y las respuestas, sobre todo cuando ya se siente como “pez en el agua” al interior del ghetto. Cuando se autorizan a establecer algunos contactos ocasionales, suelen mentir con respecto a datos como sus nombres, edad, posición familiar, lugar de vivienda, teléfono.
En su entorno familiar prefieren evitar cualquier acercamiento al tema y por tanto, eluden responder a cualquier duda o interrogante planteado por familiares y amig@s. Sus respuestas suelen ser evasivas o negativas. Inicialmente suelen tener dudas sobre identificarse en su orientación sexual, ello l@s lleva a dar excusas y explicaciones que niegan la verdad. Con respecto a la familia, aceptar la situación suele ser mucho más difícil, por tanto, solo quien está totalmente seguro se autoriza a permitir que algun@s amig@s conozcan su hogar. La gran mayoría prefiere tener un “rompimiento” con su familia y aislarse antes que aceptar la realidad que se le impone al autonominarse lesbiana u homosexual. Para quien rompe el vínculo es mucho más fácil establecer un vínculo de pareja, aun cuando también la “formalización” de una relación lleva a “cortar el cordón umbilical”.
Al vincularse con alguien que tiene un espacio privado abierto a otr@s con similar orientación sexual y/o a personas permisivas, descubre allí modelos de vida que le ayudan a consolidar su “querer ser”. Es mas común este grupo de apartamento entre los hombres homosexuales que en las lesbianas. El grupo, que suelen conformarlo algun@s excompañer@s sexuales y cómplices de la vida cotidiana, se va transformando en una especie de neofamilia en la que sus miembros actúan roles que semejan los familiares.
Muchas personas deciden que su máxima posibilidad de aceptación de la orientación sexual con respecto a otros va a permanecer en el coming in, pero con el tiempo abren sus espacios de socialización a esferas mayores, aun cuando casi siempre permanecen ocultos ante su familia o por lo menos en una condición poco explícita y bastante velada.
Acceder a un grupo terapéutico o a un profesional especializad@ en esta área, con un manejo positivo de la homosexualidad y la lesbianidad, facilita el proceso de coming out porque les permite asumir su identidad con mayor tranquilidad y menos conflicto. Las personas que han tenido una salida e identificación positiva suelen ser un buen apoyo emocional para las personas en crisis.
En este momento de la construcción de la orientación sexual aún existe un marcado temor a que otr@s, diferentes a quienes hacen parte de su propio ghetto, se enteren de dicha orientación. Son pocas las personas pertenecientes a una orientación sexual minoritaria quienes deciden avanzar en su proceso hacia una tercera etapa, en la que hacen pública su orientación sexual.
Establish Itself: La tercera etapa del proceso de construcción de la identidad de orientación sexual ha sido denominada por el autor como Establish Itself y puede traducirse como “establecerse así mis@”. Es el proceso en el que la persona busca consolidarse a sí mism@ en una orientación sexual determinada. Lo que le implica generalmente, cuando se pertenece a una minoría sexual, hacer una afirmación de la misma en los entornos familiar, educativo y laboral.
Para las personas en el Establish Itself su sexualidad parece ser el eje de su existencia. Por ello es frecuente observar en ellos una permanente reafirmación de la orientación, sin que ello signifique que quienes deciden llegar a esta etapa del proceso hagan “vox populi” de ello.
En esta etapa algun@s suelen intelectualizar su discurso comprensivo con respecto a la orientación sexual e inclusive avanzan en la construcción de un discurso político al respecto. Participan de grupos de discusión sobre las minorías sexuales o de aquellas en las que se trabaja por los derechos humanos y sexuales. En los inicios de la actividad política sexual las personas tienen inconvenientes para comprender y trabajar conjuntamente con otras quienes se encuentran en similar proceso, y con personas con similar orientación sexual pero quienes son del otro sexo. Es más difícil cuando a las organizaciones acceden transvestis, transexuales, transgéneros o trabajadoræs sexuales, probablemente porque est@s han construido un discurso sobre su identidad particular y de orientación sexual diferente y se les dificulta entender otras opciones en el amplio espectro de la diversidad sexual.
En la medida en que las personas llevan más tiempo en esta etapa van dándose cuenta de que el énfasis que ponían en explicitarla ya no se hace necesario. La gran mayoría del pequeño grupo de personas Establish Itself continúan viviendo su cotidiano de tal manera que esta gira cada vez menos en torno a su homosexualidad o lesbianidad y más alrededor de sus necesidades en otros temas que ahora se tornan más importantes. Inicialmente dichos temas también suelen estar relacionados con la sexualidad, pero el grupo en el que se trabajan suele ser mucho más amplio y diverso. Esta última posibilidad es el camino que conduce a la última etapa en la construcción de la identidad particular de orientación sexual.[12]
Self Made: El último paso del proceso de construcción de la identidad de orientación sexual ha sido nominado por Velandia (1999a; 1999b) como Self Made. En esta cuarta etapa del proceso la orientación deja de ser el eje existencial para ser tan solo un elemento más en su cotidiano, convirtiéndose ell@s mism@s en l@s hacedoræs de su propia existencia. Puede decirse entonces que en ese momento se construyen plenamente como personas identicadas, situación que por la estabilidad emocional que produce, motiva a algun@s a hacer totalmente pública su orientación sexual. Este hecho puede vivenciarse de dos maneras:
Una de ellas, es convirtiéndose en abanderad@s de las causas por los derechos sexuales y la otra, que es la más corriente, viviendo su homosexualidad o su lesbianidad de forma libre junto a todos sus otros ámbitos de dominio. Generalmente tienden a construir parejas bastante estables y a desarrollar actividades económicas “liberales”, en las que su orientación sexual no les hace sujet@s de exclusión y es aceptada como un elemento más en su existencia.
Las personas heterosexuales consideran, generalmente, que su proceso Self made está plenamente concluido y caracterizado, Sin embargo ello no es así, razón por la cual, generalmente, entran en crisis cuando reciben una propuesta con contenidos (afectivas, eróticas o genitales) que no asumen pertinentes a su orientación sexual. En este momento la duda los lleva a confrontarse y ello les permite iniciar un proceso de identicación de su heterosexualidad.
Las cuatro etapas de construcción de identidad no lo se experiencias en la construcción de la identidad de orientación sexual, momentos similares se experiencian, vivencian y emocionan en la construcción de la identidad de sexo, cuerpo, género y de expresiones comportamentales sexuales.
Este acercamiento a la comprensión de la sexualidad nos sirve de base para analizar la magnitud del problema de cubrimiento por la seguridad social en un tema concreto: el sida. Según el Ministerio de Protección Social, hasta la fecha, se ha confirmado que en el país se han presentado 40.072 casos. De ellos 7.272 en mujeres y 32.800 en hombres (el 81,85% del total). El 37,65% de estos hombres son heterosexuales y el 62,25% son homosexuales, HSH y bisexuales. En Bogotá, una reciente investigación de la Liga Colombiana de Lucha Contra el Sida y el Instituto Nacional de Salud afirma que uno de cada cinco hombres homosexuales en Bogotá vive con el VIH o el sida, lo que demuestra la gravedad de la epidemia en este sector social.
Recordemos, para el análisis, que el 7,5% de la población total de hombres en Colombia son homosexuales (algunos consideran que es el 10%) razón por la que se puede calcular entonces que 1´653.750 hombres tienen esta orientación sexual; de lo que se deriva que una buena cantidad de estas personas se ve vulnerada en sus derechos en salud. De esta cifra no hacen parte las personas transgéneros, l@s intersexuales o l@s transexuales, pero tanto éstos como aquellos como ya lo había afirmado antes no son atendidos en sus necesidades emocionales y menos aún en situaciones referentes a su morfología genital o corporal, como tampoco se tiene en cuenta a sus parejas sexuales cuando estas son del mismo sexo.
A pesar de la contundencia del efecto de la epidemia en los homosexuales y HSH, el sida no es un problema exclusivo de éstos; lo más preocupante del resultado del análisis histórico de esta epidemia es darse cuenta el crecimiento desmesurado en el numero de mujeres con sida pues cuando se inició la epidemia y se diagnosticaron los primeros casos en Colombia, en 1983, la relación era por cada 57 hombres infectados 1 mujer en similar condición y actualmente encontramos que la relación hombre-mujer es 5 a 1, es decir, que por cada 5 hombres que tiene SIDA hay una mujer que tiene SIDA y esa mujer es heterosexual; pero si nos detenemos en epidemiologías locales entonces observamos que en ciudades como Barranquilla y Barranca por cada hombre que tiene SIDA hay una mujer que tiene SIDA.
Esto demuestra que las mujeres tienen que empezar a preocuparse y a exigir programas más efectivos dirigidos a ellas porque este es un problema grave de salud publica que las está afectando y las estrategias se han centrado precisamente en las trabajadoras sexuales, pero la mayoría de las mujeres infectadas en Colombia son amas de casa dado que las trabajadoras sexuales saben que para ellas este es un riesgo ocupacional; de lo anterior se desprende que mientras la mujeres no cambien su concepción sobre el cuerpo y la relación con los hombres, proponer el uso del condón se les dificultará y ellas seguirán siendo un grupo cada vez más vulnerable hasta llegar, como está pasando en otros lugares como la zona del caribe, a una situación tal en la que el numero de mujeres afectadas pase a ser mayor que el de hombres afectados por la epidemia.
La proyección sobre casos de sida y personas que viven con el virus, informa que entre 32.800 y 92.000 mujeres en Colombia están infectadas el virus del SIDA. Recordemos que las mujeres tienen actualmente problemas más graves que los hombres en el manejo de la epidemia ya que los médicos están más preparados para atender hombres que casos de mujeres; pero además sabemos que cuando las mujeres se enferman y presentan síntomas tienen que seguir lavando, planchando, cocinando, pues en general cuando los hombres manifiestan el SIDA se comportan el su rol de machos masculinos falocráticos, es decir, se echan a dormir y la mujer debe continuar con toda la actividad laboral que tiene como madre, compañera y cuidadora.
A lo anterior se suma algo que afecta a tod@s l@s afiliad@s al sistema de seguridad social en cualquiera de sus presentaciones y es que el examen de laboratorio denominado de Carga Viral NO hace parte del POS y si el no se deberían formular los medicamentos inhibidores del VIH pero además este laboratorio en indispensable para conocer la efectividad de los medicamentos en la persona. Además debe recordarse que tan solo 13 de los 17 medicamentos inhibidores del VIH están en el POS y a las copias y originales El INVIMA no les comprueba su bioequivalencia ni biodisponibilidad porque estas pruebas no se exigen en Colombia. Debe saberse que algunas de las personas son resistentes a uno o más medicamentos y que la única manera de conocer si lo son es por medio de los laboratorios denominados de genotipo y fenotipo y estos tampoco hacen parte del POS. Las resistencia a los medicamentos se incrementa porque estos se entregan intermitentemente o no se entregan.
Según el Decreto 1546 sobre sida la consejería emocional es obligatoria y un derecho de las personas que desean hacerse una prueba de ELISA parta diagnosticar la presencia del VIH a pesar de ello el tiempo no es el adecuado (suelen darse tan solo 15 a 30 minutos) o no se realiza; A pesar de que las personas sufren de otras complicaciones emocionales con relación a la presencia de infecciones propias del sida, no hay consejería en infecciones oportunistas y además, no hay consejería para la adherencia o uso adecuado de los medicamentos que como ya se sabe deben tomarse oportunamente, en cantidades apropiadas, en condiciones particulares de ingesta y durante toda la vida.
En general las personas afectadas por el VIH o el sida deben recurrir a tutelas y desacatos para obtener medicamentos y laboratorios, e inclusive usar recursos como el desacato para hacer valer sus derechos, pero aún así siguen siendo vulnerados y afectados en su salud hasta el punto de conducirlos a la muerte. Estos trámites legales y el proveer medicamentos en dichas condiciones incrementan los gastos asistenciales considerablemente.
Preguntas:
• ¿Por que la necesidad de definir las mujeres como lesbianas, si la mujeres también son homosexuales y no hablar simplemente de los y las homosexuales?
Velandia: Eso es cierto pero no es verdad. En griego o en latín el significado de la palabra homo es distinto, en latín homo es hombre y en griego homós significa igual. Homosapiens en latín significa hombre que piensa, entonces cuando una mujer prefiere ser definida con el termino homosexual ingresa por derivación en la categoría “hombre que piensa” a lo que me pregunto para qué carajos lucha por los derechos de la mujeres si esta categorizándose a si misma en masculino; lo primero que una mujer debe reconocer es que es mujer que piensa. Los hombres suelen considerar que las mujeres no piensan que tan solo sienten.
• Yo no conozco mucho de los movimientos de los homosexuales y demás pero ella mencionaba que aun entre los homosexuales se ve la discriminación de las mujeres…
Velandia: Eso es verdad. Desde cuando las mujeres deciden participar desde la categoría homosexual femenina lleva en si el germen de la discriminación e imposibilita las relaciones equitativas. Yo puedo entender que homosexualidad hace referencia a hombres y mujeres sin embargo asumo políticamente el termino lesbiana como una reivindicación de que quien la vivencia es una mujer discriminada tanto por el hecho de ser mujer como por el hecho de tener relaciones afectivas, eróticas, genitales con otras mujeres.
Considero que es incorrecto decir homosexualidad femenina, porque homosexualidad femenina definiría la homosexualidad de alguien quien además de ser homosexual se identifica en su género como femenino. Recordemos que no es lo mismo ser una lesbiana en femenino que una lesbiana en masculino o una lesbiana trans-genero.
Las organizaciones más fuertes en el mundo no son de hombres homosexuales sino de mujeres lesbianas, porque las mujeres lesbianas han construido más carreta que los hombres homosexuales. Lo hicieron primero como feministas, luego construyeron el discurso del género y posteriormente se construyeron como lesbianas. La mayoría de los homosexuales no son tan elaborados conceptualmente como las lesbianas; es decir no se construyen así mismos como seres sociales homosexuales.
Olga Amparo Sánchez: A partir de lo que dice Manuel se comprende que a nosotras nos han construido en una cultura patriarcal y desde la ilustración en la que las mujeres no somos sujetos de razón, sino que las mujeres somos sujetos de naturaleza; los grandes ilustradores son capaces de decir que no somos sujetos de la moral, porque la moral dentro del pensamiento unitario está asociada a la razón; ni siquiera somos sujetos de razón, somos sujetos de naturaleza y por supuesto esa es la condición por la que algunas mujeres hemos tenido el privilegio de construirnos distinto. Creo además que las ganancias de todas las mujeres no son para todos los colectivos de mujeres. Tanto las lesbiana como los homosexuales han entrado dentro de la cultura patriarcal que se convirtió en moda, y dejó de ser opción política como lo era en muchos movimientos lesbianos en los años 60. La cultura patriarcal ha logrado, como sucede acá porque venden mas revistas, que las mujeres lesbianas o las artistas entren en ese juego del poder, con esas lesbianidades comerciales no están haciendo un juego en contra de la cultura patriarcal sino que están jugando a favor de la cultura patriarcal transformando las homosexualidades, las lesbianidades y las otras identidades en una mercancía.
Lo que afirma Olga Amparo es grave y se expresa en visiones sesgadas de la sexualidad. Por ejemplo, cuando alguien llama a nuestra línea de información sobre sexualidad, si es una mujer ella pregunta: yo creo que mi marido es homosexual, cómo les explico a los niños al respecto…. E inclusive entra en ciertas dudas que la llevan a interrogarse a cerca de si ella no es tan mujer como pensaba. Al respecto dicen: yo sabia que él era como así pero yo pensaba que lo podía curar, qué va decir la familia. Cuando es un hombre quien dice yo creo que mi mujer es lesbiana, se atreve a preguntar ¿será que si ella es lesbiana yo me puedo acostar con ella y con la amiga?. Pareciera que aun en la crisis ellos piensan con el pene, en cambio la mujer piensa en la familia, en socialización, y eso es difícil de transformar desde una visión y experienciación lineal del mundo. El pensamiento patriarcal, machista y falocrático está tan arraigado, lo llevamos tan dentro que nos es difícil cambiar nuestras explicaciones y vivencias así conozcamos otro tipo de epistemologías, de ontologías y consideremos que las relaciones sociales deben vivenciarse y emocionarse de una manera diferente.
Si le damos una mirada a las ultimas investigaciones sobre el cerebro que demuestran que no es cierto que seamos seres lógicos sino que somos seres emocionales que piensan; es decir que tanto machos como hembras somos seres emocionales y que toda reacción que hacemos como construcción lógica es primero una construcción emocional, es decir que toda decisión pasa por el gusto o por el disgusto y tratamos de entender por qué para algunos científicos eso es correcto lograríamos visualizar que no puede ser aceptado porque implicaría perder el poder que se fundamenta en la razón, ya que si ellos son los lógicos eso les confiere poder sobre las mujeres.
Vayamos un poco más adelante en esta teoría: los últimos desarrollos del cerebro muestran que si se pierde la parte emocional inmediatamente se pierde la capacidad de decidir y para hacer construcciones lógicas se hace necesario poder decidir. Si usted se encuentra discutiendo con mujeres, estas siempre tienen más argumentos porque argumentar implica la posibilidad de emocionarse porque ella hace lo que siempre le han enseñado y que le dijeron era su gran capacidad. El hombre en el momento en que se descubre emocional entra en crisis, porque al descubrirse emocional, se descubre sensible, limitado, se encuentra en la necesidad de la ternura.
Cuando los hombres tratan de recuperar su ternura lo que hicieron fue feminizarse y cambiaron la moda: los hombres se pusieron correas anchas, faldones, camisas con gorgueras, se maquillaron… La búsqueda de la ternura en los hombres no es un problema cultural de siglos anteriores sino una situación histórica.
· A partir de lo que vos haces en lo comunicacional que propuesta habría para el trabajo en los medios masivos frente a la circulación de información de hombres y mujeres y lo digo por una problemática estudiantil que he tenido con el programa “más que piel”… para mi, ha sido más fácil hacer programas sobre homosexuales que sobre lesbianas… de 10 programas que he hecho de sexualidad solamente he hecho uno con lesbianas porque ha sido muy difícil, las fuentes de información son muy difíciles porque las lesbianas están escondidas, marginadas porque muchas son socialmente heterosexuales; en las universidades son heterosexuales o están detrás de entidades feministas pero cuando voy a hablar con ellas no se presentan como lesbianas y no permiten incluso que las aborde como tales, en cambio con los homosexuales ha sido un poco más fácil. ¿Cómo lograr en lo masivo y en lo comunicacional poner a circular todos estos sentidos de información de una manera aclaradora para los televidentes?
Velandia: Yo creo que lo importante no es entrevistar lesbianas, lo importante es entrevistar seres humanos, hombres o mujeres, trans-generes o intersexuales que puedan comunicar al mundo de una manera más abierta sin tener que identificarse sino que estén en posibilidad de comunicarse positivamente.
· Sí, pero en la vida de los adolescentes en Antioquia hay una gran novedad por las relaciones de las chicas lesbianas entre 11 y 16 años y a mí me hacen demandas muy fuertes… queremos visualizar, queremos conversar, queremos tener la posibilidad del encuentro en televisión y en mi compromiso constitucional y ético siento la necesidad de hacerlo de la mejor manera.
Velandia: Mucha gente que me ve en los medios de comunicación se me acerca y me dice, Manuel yo no sabia que usted tenía SIDA y les contesto yo tampoco lo sabía. Eso es una consecuencia de hablar del tema y de mi experiencia particular al respecto, porque yo lo que quiero es transmitir es acerca de cómo se emociona, cómo se experiencia, cómo se explica el SIDA. Tu puedes entrevistar personas que no hablen como lesbianas sino que expresen a cerca de cómo sienten que las mujeres lesbianas aman, se relacionan genitalmente. Cuando una mujer lesbiana está construyendo su identidad piensa que es un sujeto aparte del discurso. Se hace necesario que ellas entiendan que hablar es positivo para otras. Si logras mostrar dicha situación es más fácil que ella se decida a hablar sin inmiscuirse y si lo hace, por descuido, entonces debes invitarla a repetir la respuesta porque ella no está interesada en hablar en primera persona sino como una sujeta que reconoce la lesbianidad en otras mujeres. Cuando tu eres comunicadora respetuosa con el otro, el otro se suelta y siente que en ti puede confiar y es probable que mas adelante te hable de la lesbianidad, de su lesbianidad con mayor tranquilidad.
· Gabriela Castellanos: Me parece excelente tu presentación, me gustó mucho, solamente quería hacer una observación a cuando tu tiendes a hacer porcentajes de cuantos hombres son homosexuales y cuantas mujeres son lesbianas, creo que homosexuales son hombres y mujeres, y lesbiana en otras palabras es una homosexual mujer; de todas formas tú dices que una tendencia que deberíamos tratar de ir desestimulando es la de catalogar a los homosexuales como seres de otro planeta, como si fueran diferente a nosotros… yo pienso que cualquier persona, cualquier ser humano hombre o mujer, dadas las circunstancias propicias y necesarias puede llegar a tener una relación amorosa, erótica, genital con una persona de su mismo sexo. Yo pienso que hay personas que evidentemente nunca en la vida han tenido deseo de tener relaciones con una persona de otro sexo y que es algo que les parece muy alejado de sus deseos, de su constitución psíquica y sin embargo son personas que en ciertas condiciones podrían incluso llegar a enamorarse de alguien con ese sexo que se llama opuesto. Como bandera política considero importante que hablemos de las lesbianas y de los homosexuales, pero al mismo tiempo también ir reconociendo que no es una cuestión ontológica o sea no que no es una marca de ser, pueda que haya elementos genéticos que intervengan, todavía no se sabe bien; pueda que sea cuestión de socialización, puede que sea parte de la interacción entre los dos… en la época moderna de un momento a otro la persona se ontologiza homosexual como si fuera un ser diferente cuando una de las ventajas del sistema pre-moderno era que había actos carnales naturales y actos carnales anti-naturales que no convertían a la persona que lo hiciera en un ser de otra especie. Creo que seria interesante combinar las dos cosas.
Velandia: Yo lo que diría Gabriela es que tenemos que reconocer que somos distintos, que todos y todas las que estamos acá somos distintos, si yo me reconozco, si cada una se reconoce como ser únic@, irrepetible, trascendente, evolutiv@, dinámic@, históric@ y futuro al mismo tiempo, entonces reconozco/ce que la categorización de la orientación sexual tendría sentido porque cada un@ está siendo diferente del(a) otr@ y por tanto, su sexualidad también lo es. Recuerda que tú eres mujer distinta a Nancy que también es mujer, o de Amparo que también es mujer, por tanto pareciera que no sería necesario explicar el ser mujer porque al hacerlo estaríamos explicando la mujeridad y este tan solo es un concepto que explica a las mujeres y es evidente que las mujeres existen con o si concepto. Lo mismo pasa con las homosexualidades, con las lesbianidades, con otras categorías… hay una serie de sujetos que es evidente que existen y que se reúnen en un conjunto -homosexuales, lesbianas, heterosexuales- al que se atribuyen una serie de cualidades que parecen comunes y esa común-unidad es lo que los hace comunidad; al volvérseles comunidad no solo hay que pensarse-les como tal sino ser reconocidos como comunidad. El no reconocimiento de la comunidad hace que para quien no la reconoce dicha comunidad no exista, entonces yo hombre homosexual tengo que volverme un sujeto social existente, pero si soy un sujeto no conceptualizado, no cuantificado, porque los conceptos o los números no son importantes, me diluyo en la sociedad y soy desconocido como sujeto de derechos. Por ejemplo, las mujeres son mas del 50% pero no siempre se reconocen en sus derechos aun cuando numéricamente sean la mayoría, entonces tienen que hacerse valer como minoría porque el problema no es el numero es la visibilidad, pero recalcar el numero si ayuda a la visibilización.
Nosotros tenemos que reconocernos como minoría sexual para poder validar nuestros derechos; solo en la medida en que yo me afirmo, me reconozco y afirmo para los demás que en Colombia somos 1.785.000 homosexuales, yo logro como mínimo, que tu pienses y l@s demás evidencien que en Colombia hay más de un millón y medio de personas que teniendo derechos civiles no se les reconocen. Pero si los homosexuales no nos cuantificamos pareciera entonces que no somos muchos los sujetos a los que nos están jodiendo la vida; pero si además a la cifra de homosexuales le sumamos la de las lesbianas, que son 700.000, ya somos entonces más de dos millones de hombres y mujeres quienes estamos siendo vulnerados en los derechos. Cuantificarse posibilita el heteroreconocimiento como minoría y además que con ello se nos haga sujetos validos, sujetos que pueden ser reconocidos por el/la otr@ como verdader@s otr@s.
El problema de reconocimiento de los homosexuales, las lesbianas y las homosexualidades y lesbianidades es similar al problema que tuvieron las mujeres antes y es que hace algunos años tan solo fueron cosas que estaban allí, pero no eran reconocidas como sujetos de derecho; ya las mujeres son reconocidas como sujeto de derechos aunque en algunos lugares y personas no se las reconozca como tales. Nosotros tenemos que aprender de los otros movimientos, de su proceso de auto-conocimiento, de autoafirmación de sus identidades para hacerlas publicas; para qué, para poder desaparecer, o sea no podemos desaparecer como homosexuales sino somos reconocidos primero como sujetos sociales homosexuales; es decir, queremos ser reconocidos para dejar de ser invisibles y así poder llegar a ser invisibles porque nosotros lo decidimos y no porque l@s otr@s ignoran nuestra existencia; para que se entienda que tenemos los mismos derechos que otros sujetos y sujetas, de tal manera que ya no tengamos que ser reconocidos en la diferencia sino desde la indiferencia para poder contar con nuestros derechos.
· Con el proyecto de ley para la seguridad social de las parejas homosexuales además de la barrera moral, religiosa y todo eso, que otro elemento hubo ahí, en juego, para lograr que el proyecto culminara exitosamente, y además quisiera saber qué avances en seguridad social para homosexuales existen en otros países?
Velandia: Los derechos de pareja del mismo sexo son reconocidos en algunos otros países del mundo. En América Latina solamente en la provincia de Buenos Aires, en Argentina; hay países donde en algunas ciudades se reconocen los derechos y en otras no, por ejemplo, en la comunidad autónoma de Madrid tenemos derechos pero no en otras ciudades de España; en los Estados Unidos en ciertos estados hay derechos pero en otros estados incluso existe la pena de muerte para personas homosexuales.
Llegar a una propuesta de Proyecto de Ley como la recientemente debatida en el Senado requirió una serie de desarrollos de índole legal, social, cultural y política, tanto a sus defensores como a sus detractores. Toda construcción que pretende dar respuesta a un problema concreto se construye conciente o inconscientemente desde una epistemología, es decir, una manera de interpretar el mundo, una ontología, en consecuencia una modo de entender la realidad, en este caso al ser humano y su relación con el mundo y, una manera de explicar las relaciones sociales. A continuación trataré de desembrollar este planteamiento.
Existe una manera conservadurista de interpretar el mundo. Lo que sucede en él se explica desde una visión causa-efecto, en una relación lineal entre las partes. Su discurso en monoléctico y por tanto uni-versal (con una solo explicación); las relaciones se conciben de forma dicotómica (se es lo uno o lo otro); al separar los elementos de la cosa que se pretende interpretar se puede entender la cosa como tal; el ser humano se comprende como un ser racional, se considera que las emociones pueden ser controladas por la razón y por tanto, la razón es el motor de la acción humana. Este tipo de pensamiento da un gran valor a la tradición y busca conservar el status quo de tal manera que la cultura se preserve y sea inamovible.
Otra manera de entender el mundo es el pensamiento liberal. Lo que en él pasa se explica de forma sistémica, es decir, se comprende que todos los elementos que conforman el sistema están interrelacionados, interafectados y son interdependientes. Todo sistema, subsistema, microsistema o situación particular o social es entendida como una emergencia, como el producto que se genera de dichas interrelaciones, interafectaciones e interdependencias. Este pensamiento, en sus formas más actuales, asume propuestas del constructivismo, el pensamiento complejo y la teoría del caos. Las relaciones se conciben en forma dialéctica o trialéctica y en este caso, en un juego triádico en el que ya no sólo se comprende el mundo en una lucha de contrarios, sino además se introduce un tercer pensamiento que oscila entre las ideas oficiales y antioficiales. Al ser humano se le entiende como un ser emocional que piensa y actúa, y por tanto, las emociones son los motores de la acción humana. Este tipo de pensamiento da un gran valor a la dinámica social y cultural, y en consecuencia, dicha dinámica transforma permanentemente el “deber ser”, las relaciones sociales y a los mismos individuos.
Como ya lo afirmé antes, la comprensión de la sexualidad está permanentemente influenciada por estos paradigmas epistemológicos y ontológicos y también por la forma en que se conciben las relaciones sociales. En el pensamiento conservador toda explicación se sustenta en las leyes divina, natural y moral. Dios es el origen y la explicación del mundo y por tanto, del ser humano y su sexualidad. Las relaciones hombre- mujer son relaciones de poder en las que la mujer debe depender de éste; el machismo es la ideología predominante y la imagen del poder está representada en ser el poseedor del falo (falocracia). Las relaciones sexuales tienen, desde este modelo, como fin único la procreación dentro del matrimonio, y el hombre, la mujer y los hijos constituyen la familia.
En el pensamiento liberal toda explicación se sustenta en la ley civil y en la ética social. Dios es una creencia que el individuo tiene desde el ejercicio de su autodeterminación. La explicación del mundo y por tanto del ser humano y su sexualidad dependen del mismo ser humano. Las relaciones hombre- mujer, hombre-hombre o mujer-mujer son relaciones de equidad. Las relaciones sexuales cumplen, desde este modelo, diversos fines: la procreación, el placer, el erotismo, el auto y hetero reconocimiento. Se entiende que tanto el matrimonio como las uniones libres deben tener el mismo reconocimiento civil y social, y se amplía el modelo de familia a las posibilidades de madres solteras y padres solteros.
El desarrollo de la sexualidad y sus interpretaciones han tenido una serie de aspectos relevantes que han ido modificando su vivencia y las emociones que el sujeto experiencia frente a ella. El ser humano inicialmente era comprendido inicialmente como macho o hembra, masculino o femenino, y se entiende que tan sólo tiene como alternativa una única manera de construir su identidad de orientación sexual y esta “debe ser” la heterosexual. La identidad particular de los individuos es fija.
Fue necesario entonces que se desarrollaran planteamientos tales como el feminismo, el concepto de género, los derechos sexuales y reproductivos y por tanto, el reconocimiento del madre solterismo, de la mujer como cabeza de familia y dueña de su cuerpo y genitalidad. Estos planteamientos ampliaron el mundo de la heterosexualidad y permitieron un acercamiento a la comprensión de lo lésbico, y una aproximación al deseo, el erotismo y la masculinidad.
Un posterior avance se hace al pasar del discurso de los derechos sexuales y reproductivos a los derechos sexuales entendidos como derechos humanos. Este amplia el campo a la comprensión de las sexualidades (tantas como sujetos hay); de los sexos, el ser humano puede ser macho, hembra o intersexual (reunir en sí mismo tanto genitales externos o internos de macho o hembra); del genero que puede ser masculino, femenino o transgénero, y de las identidades de orientación sexual heterosexualidades, bisexualidades, lésbicidades u homosexualidades. La identidad particular de los individuos se considera móvil.
Sumado a los anteriores desarrollos, los cambios jurídicos en el Código Penal Colombiano y los avances en la comprensión del ser humano como sujeto de derechos contemplada en el texto de la Constitución Política crean las condiciones para presentar los diferentes proyectos de ley. Inicialmente, en el Código Penal (C. P.) vigente hasta 1936 la homosexualidad era contemplada como enfermedad; en el C. P. vigente a partir de esa fecha la homosexualidad pasó a ser contemplada como delito. Este cambio es substancial pues a diferencia de otras legislaciones en el mundo, en nuestro país legalmente deja de asumirse como enfermedad a pesar de que teóricamente ello no fuera aceptado sino hasta 1974, año en que la Asociación Psiquiátrica considerara que “la homosexualidad per sé no es un trastorno mental y por tanto, no puede clasificarse como tal por no ser una categoría diagnóstica”. A esta consideración se unieron posteriormente la gran mayoría de las sociedades científicas del mundo hasta el punto de que en la Clasificación de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud, en el CIE-10 de 1987, se excluyó a la homosexualidad de la lista de enfermedades. Hace poco más de treinta años, a partir de 1981, se dio un gran paso con la reforma del C. P. de 1936 despenalizando las actividades homosexuales entre mayores de 14 años (desaparecieron los Art. 323 y 329 que las condenaban).
La iglesia católica en sus intentos por proteger y promover la “dignidad del matrimonio” ha pretendido dar una explicación de carácter racional a estas formas de vulneración social; obviamente que de racional poco o nada tiene la racionalización que usan los autores de las “Consideraciones acerca de los Proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales” promulgadas recientemente, con la bendición del pontífice, por la Congregación para la Doctrina de la Fe, del Vaticano; ya que su explicación trata de aseveraciones dogmáticas que desconocen la realidad científica y la verdad acerca del ser humano.
El proyecto de ley de parejas del mismo sexo en Colombia no pretende dar una discusión al rito del matrimonio, que es precisamente un rito religioso, y que como rito puede o no tenerlo una pareja heterosexual, homosexual o lésbica. El proyecto avala el derecho, que como ciudadano colombiano debería tener la pareja del mismo sexo, a ser reconocida como pareja de hecho; y en consecuencia, el derecho a la seguridad social cuando uno de los miembros de la pareja pierda el empleo o se enferme gravemente. Y crea condiciones para heredar, es decir, para evitar que si él o ella muere, no llegue su familia, que siempre lo(a) excluyó y lo(a) discriminó por su orientación sexual, a quedarse con el patrimonio que entre los(as) dos han podido construir.
Creer en estos tiempos en la existencia de una “ley moral natural”, como se hace en los documentos de la iglesia, supone aceptar que la realidad de la maldad y los errores criminales de la humanidad se pueden achacar a Dios, como también lo es ignorar que los homosexuales y lesbianas han nacido en el 100% de los casos como resultado de matrimonios heterosexuales experienciados y bendecidos en el ejercicio de dicha ley moral.
Implícita y explícitamente se afirma que la homosexualidad y el reconocimiento de su existencia así como la de las parejas lésbico y homofíliales va contra el “bien común de la sociedad”. Esto no pasa de ser una afirmación moralista que se desprende de otras creencias y aseveraciones dogmáticas sin fundamento. El bien de la sociedad se fundamenta en la tolerancia activa y en el respeto y no precisamente en la exclusión y en la negación de los derechos fundamentales.
La procreación y la fecundidad son, según esta teoría vaticana, características esenciales de la pareja, en consecuencia se ubica a los humanos a nivel de los mamíferos subhumanos quienes precisamente caracterizan su sexualidad principalmente por la búsqueda de la reproducción y no por la función erótica o búsqueda consciente del placer, que es la característica de la sexualidad humana que nos diferencia de los animales. En principio y en la práctica, como todos lo sabemos, la eroticidad y el placer, por supuesto, se manifiestan tanto en heterosexuales como homosexuales y lesbianas.
Como las parejas del mismo sexo no se reproducen, dogmáticamente se afirma que “no proceden dentro de una verdadera complementariedad afectiva y sexual” razón por la que no tienen, según el Vaticano, derecho a la vida reconocida de pareja. Es cierto que no se reproducen como resultado de su experiencia homogenital o lesbicogenital, pero la sexualidad homofílial cumple con la función erótica propia de los humanos, y efectivamente, como lo demuestran muchas investigaciones psicosexuales, se produce complementariedad afectiva y erótica en las relaciones entre personas del mismo sexo.
Las parejas heterosexuales no sostienen sus relaciones genitales exclusivamente para tener hijos y en dicho acto glorificar a Dios. La mayoría de los encuentros amorosos en parejas heterogenitales son actos lúdicos eróticos orientados hacia la obtención del placer; en este caso la pareja heterosexual tampoco estaría cumpliendo con el designio de Dios, puesto que en su experiencia transgrede el principio de la unión para la fecundidad.
Si dependiera de los cristianos más reticentes, católicos o no, nadie tendría derecho a ser feliz a menos que tuviera una vinculación afectiva heterosexual y por tanto, no permitirían que hubiera personas que escojan la soltería como una opción más de vida. Igualmente no habría planificación familiar, pues se ha declarado enfáticamente en contra de ella a pesar de los beneficios que pueda traer a las comunidades. Tampoco matrimonio entre heterosexuales que no deseen tener hijos. Es más, no habría ni siquiera ciencia. El Vaticano ha tenido que pedir públicamente perdón a la humanidad por las atrocidades cometidas contra los científicos de la edad media durante la inquisición y por su mortífero silencio ante los horrores del holocausto, pero ha callado ante el genocidio ocurrido en la reciente guerra en Irak. Recordemos también que en nombre de Dios se derribaron las torres gemelas en New York, se perpetró la inquisición y se realizaron algunas otras guerras en el mundo. Probablemente los senadores de la república tendrán que darse cuenta, en algún momento, que todos y todos somos sujetos de derechos tendrán que reconocer primero el derecho a la diversidad y el sentido de la unicidad en el que se sustentan los derechos a la autodeterminación y a la equidad.
· Esperanza: Manuel, a mi me parece interesante anotar que en la construcción de ciudadanía ampliada para entender la equidad en salud, es muy importante que se reconozcan las diferencias en el lenguaje, si la sociedad habla con estadísticas, póngale estadísticas, si es con el señalamiento de tales particularidades póngalas, porque por un lado está, esta realidad pero por otro está que tienes que comunicarte como los senadores se entienden, si es que entienden; pero en el tema de la ciudadanía ampliada es fundamental que se reconozcan las diferencias en términos de la salud para los homosexuales, para las lesbianas para los transgéneros, para los 18 intersexualidades que hay en la mitad, para los indígenas, para los negros, para las mujeres, para los desplazados, para los migrantes, para la gente que está en condiciones de guerra...
Velandia: La equidad consiste en dar a cada quien de acuerdo con sus necesidades. La salud vista desde el modelo sistémico parte de que ésta no es solo un concepto social sino que es un concepto que se emociona, se explica y se vivencia en mi a partir de mi cuerpo, sexo, genero, orientación sexual, edad, etnia… yo concibo la salud de una manera ecosistémica desde donde no es posible que el ministerio de salud defina que es salud para el indígena, o el homosexual y envíe al no indígena a la comunidad de este a explicarle que es salud cuando para aquellos lo que se dice desde la medicina occidental alopática no funciona porque para el indígena los medicamentos no funcionan igual que lo hacen sus propias hierbas, y además porque para éste la enfermedad está definida de otra manera.
· ¿Cómo lograr que sea considerada dentro de los servicio de salud aquello que me parece muy importante, lo que planteaste sobre la construcción de identidades, de que lo emocional tiene que ver con la salud? ¿Cómo empezar a trabajar para que ello sea incluido, ya que la construcción de identidad es un problema de todos y de todas, un problema social? ¿Hay avances en ese sentido?
Velandia: ¿Nosotros qué buscamos? Con el tema del SIDA los homosexuales empezamos a darnos cuenta que nos han privado el derecho en salud, es decir que cuando una persona heterosexual perdía el empleo y su pareja estada afiliada al sistema de seguridad social ésta tenía derecho a la atención en salud; pero nosotros no, porque no podíamos afiliar a una persona del mismo sexo, por lo tanto la persona que perdía el trabajo quedaba completamente desprotegida de ahí la necesidad de plantear el derecho a la salud como fundamento de los derechos de las parejas del mismo sexo.
En los dos últimos congresos sobre sida el centroamericano y del caribe y el latinoamericano yo desarrollé talleres sobre las identidades de los géneros, en ellos mostramos el genero no de manera lineal sino de manera sistémica buscando que los y las asistentes se dieran cuenta que ell@s mism@s, que trabajan en el tema del genero, tenían que abrir la mente a comprender otras opciones en la comprensión y abordaje del genero, la orientación sexual, el cuerpo y el sexo; esto es para nosotros ha sido un avance importante: Otro avance es reconocer que en las mujeres hay aliadas, entonces se hace necesario compartir con ellas el cuento sobre cómo vemos el mundo, por eso para mi es importante estar acá contándoles el rollazo porque eso permite que encontremos ciertos acuerdos y que ustedes vayan asumiendo parte del discurso que nosotros tenemos, pero también que reconozcamos de las experiencias de lo que ustedes han ido avanzando por muchos años en otros temas y descubrir formas para apropiar esas experiencias en el trabajo de las minorías sexuales; también buscamos es publicar, o sea, para nosotros es claro, que la palabra sino queda impresa no existe, por eso hemos entendido que no solo se hace necesario imprimir en papel, sino que de alguna manera debe quedar en la memoria y por eso pensamos en la Internet, entonces montamos una pagina Web.
Yo en mi caso particular tengo una página propia donde hay una buena cantidad de artículos que la gente consulta. Mi dirección es http://www.manuelvelandia.com/, he tenido en menos de un año más de 12.000 visitas, eso es bastante para una página individual que no comercia ningún producto. He querido que todo se pueda bajar gratis para facilitar el acceso. Creo que todas las organizaciones debería tener pagina Web para poner ahí lo trabajado, por que es que ahora tú no existes sino no estás en la red, es así de sencillo, antes para existir había que tener un libro, sembrar un árbol, tener un hijo; ahora no, no hay ni siquiera que tener lo libros por que el libro cuando mucho lo compran algunos miles de personas, pero si tu tienes un articulo en Internet y estás en 50 buscadores encuentras que muchísimas personas lo pueden consultar.
El discurso tiene que salir del gueto, del grupo para ser presentado a otros grupos, a otras poblaciones en las que vas a encontrar aliad@s por lo tanto las organizaciones tienen que participar socialmente, asistir a los eventos. Una idea que yo les daría, que no es mía sino de mi hermana Ana Luisa quien me la dio hace tiempo, es: recuerda que cuando los congresos se organizan, lo organizan unas pocas personas que tienen un cuento que desean contar, aprovecha que esas personas necesitan gente que abra la boca y le de mayor sentido a lo que ellos hacen, manda un resumen. Recuerda que lo primero que te piden es media pagina si lo aprueban tienes diez meses como mínimo para investigar y producir mucho mas sobre el tema y cuando llegues a tu presentación tendrás un rollazo: tu echas tu rollo, allí hay otra gente que te oye y te invita a otros congresos y así sucesivamente hasta que llegue el momento en que tengas que decidir a que congresos vas y a cuales no.
El objetivo es ir extendiendo el conocimiento. La ley, la norma, la vida cotidiana no se cambia desde arriba, la ley se cambia desde la base, desde sus pies porque cuando te das cuenta ya no tienen donde parase y entonces se derrumba todo y nosotros tenemos la posibilidad de ponerle zapatos a cantidad de gente y ponerla a andar para lograr entre toda esta inmensa minoría el mundo que tod@s queremos.
Bibliografía:
· J. L. Álvarez-Gayou. Sexoterapia Integral. Manual Moderno. México 1992.
· Velandia Mora, Manuel Antonio. “Los derechos humanos también son sexuales, los derechos sexuales también son humanos”. En, Duelo, memoria y reparación. Defensoría del Pueblo/ Fundación Manuel Cepeda Vargas. Colombia 1998.
· Velandia Mora, Manuel Antonio. Tolerancia y minorías sexuales. En, Pastoral Xaveriana. Volumen 3, números ½. Pág. 83 a 90. Bogotá. 1996.
· Velandia Mora, Manuel Antonio. Ética, sexualidad y derechos humanos; Derechos de human@s: derechos sexuales. En, Revista Latinoamericana de Sexología. Edición especial. Volumen 13. números 1, 2 y 3. Pág. 20 a 29 y Pág. 84 a 90. Bogotá, 1999.
· Velandia Mora, Manuel Antonio. Proceso de construcción de la identidad de orientación sexual. En, Y si el cuerpo grita… Dejémonos de maricadas. Pág. 92 a 104.Editorial Equiláteros. Colombia, 1999.
Notas al margen
[1] Velandia Mora, Manuel Antonio. Sociólogo, Filósofo, Sexólogo, Especialista en Gerencia de Proyectos Educativos y Magíster en Educación. Miembro de Equiláteros Proyecto Colombiano de Diversidad y Minorías Sexuales, y Director de la Fundación APOYËMONOS, fundación colombiana de apoyo en sida, hepatitis y ETS.
[2] Discurso de género: En el interés de escribir dando respuesta a la equidad de género en la que se reconoce la importancia de lo femenino en la socialización de la cultura y contrarrestar la hegemonía de lo masculino en la construcción teórica que se expresa en la visión masculinizante y machista de las explicaciones del mundo, este documento se escribe tanto en masculino como en femenino y para ello utiliza el símbolo “@” para aquellas palabras que deben entenderse tanto desde lo femenino como desde lo masculino como por ejemplo, el termino “ell@s”, y el símbolo “æ” para las palabras en las que el masculino se construye con la vocal “e” y el femenino con la “a” como por ejemplo “esæ”.
[3] Emergencia: Un sistema funciona como un todo integrado e integrador y tiene propiedades distintas a las de las partes que lo componen. Estas propiedades se denominan emergentes. No se pueden explicar las propiedades de un sistema descomponiéndolo y analizando cada una de sus partes ya que las emergencias tan sólo aparecen cuando el sistema actúa como unidad plena.
[4] Estar siendo: como una forma de evidenciar el permanente dinamismo del ser humano y recalcar que es un ser en permanente construcción no haré referencia al ser como “lo que soy” o “lo que es” sino lo que “estoy siendo” o el sujeto “está siendo”
[5] Expresión Comportamental Sexual (ECS): Es un término acuñado inicialmente por el Instituto Mexicano de Sexología, buscando utilizar un lenguaje descriptivo, objetivo y científico en vez del valorativo, peyorativo, sexista y discriminatorio que se venía promulgando (aberración, parafilia). Las ECS consideradas sexualmente saludables, engloban todas las expresiones comportamentales de la sexualidad que integran el universo expresivo de l@s seres human@s en la búsqueda del placer y en el ejercicio de su eroticidad.
[6] Sexo como categoría biológica, en el caso de los humanos, hace referencia a un punto ubicado en un continuo en el que sus extremos son los opuestos reproductivos funcionales, y que caracterizan de manera diferenciada la conformación de los órganos sexuales, el aparato reproductor, y rasgos secundarios como la voz, la distribución del vello, la estructura ósea y muscular, y la distribución de las grasas, entre otros.
[7] Socialmente cuando se hace referencia al sexo, la definición suele centrarse en la capacidad denominada reproductiva: El macho es el extremo reproductivo que coloca el espermatozoide, la hembra es el extremo reproductivo que proporciona el óvulo.
[8] Lo transgenerista hace referencia a la conducta y no a la persona, a ella se hace referencia como transgénero.
[9] Orientación sexual: se define con relación a la sexualidad de l(a) sujet@ con la que asumo que puedo ejercer cuatro elementos: deseo, erotismo, afectividad, genitalidad.
[10] La Lesbianidad es una orientación sexual de origen cultural en la que en el proceso de socialización, una mujer que ha identicado o no su lesbianidad experiencia, emociona y explica su vinculación como persona sexuada hacia otra mujer, a partir de manifestaciones lesbicodeseantes, lesbicoeróticas, lesbicoafectivas y lesbicogenitales.
[11] La Homosexualidad es una orientación sexual de origen cultural en la que en el proceso de socialización, un hombre que ha identicado o no su homosexualidad experiencia, emociona y explica su vinculación como persona sexuada hacia otro hombre a partir de sus manifestaciones lógicas, experienciales y emocionales homodeseantes, homoeróticas, homoafectivas y homogenitales.
[12] En los medios, frecuentemente, encontramos la expresión “salir del closet” para hacer referencia a quien hace publica su orientación sexual y “outing” cuando quien hace publica dicha situación y sin autorización del/la sujeto(a) interesada es un medio masivo de comunicación.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario