lunes, 12 de mayo de 2008

Glosario sexual

Manuel Antonio Velandia Mora

Este es un intento por crear lenguajes comunes, pretende proveer información que apoye la comprensión de conceptos y facilite su uso en la experiencia cotidiana de construcción de comunidades.

Acompañar: Compartir un efecto o estado emocional. Estar junto al otro o la otra en su proceso tras la obtención de una meta o logro.

Actuar: Poner en acto o acción algo que hasta el momento tan solo era una idea. Para actuar es necesario darse cuenta de los hechos, analizarlos, centrase en ellos y así tomar el poder y las riendas de sí mismo(a).

Afectividad: Propensión a los afectos. Sentir y demostrar aprecio por alguien.

Alteridad: Este término se aplica al descubrimiento que el “yo” hace del “otro”, lo que hace surgir una amplia gama de imágenes del “otro, del “nosotros”, así como visiones del “yo” que se ven afectadas por el “otro”. Tales imágenes, más allá de múltiples diferencias, coinciden todas en ser representaciones —más o menos inventadas— de gentes antes insospechadas, radicalmente diferentes, que viven en mundos distintos dentro del mismo planeta. Generalmente no hacemos conciencia de los alcances particulares que puede tener el encuentro con el otro o los otros, y mucho menos de los efectos que tiene en cada uno la manera como explica, experiencia y emociona al otro. Si lo hiciera entonces tendría un reconocimiento de los efectos de su trabajo y mis acciones sobre sí mismo, los otros y el medio en el que ocurre su encuentro, como también del dejar de vivenciarlas, explicarlas y emocionarlas. En la sexualidad y en las relaciones sociales el reconocimiento de la alteridad juega un papel de gran importancia por cuanto hace conciente a cada uno/a de la significancia que tiene su actuar en la vida de los otros y del actuar de esos otros en su propia existencia, como también de los efectos de los actuares de todos en el medio, la cultura y la sociedad.

Amenaza: La vulneración y la amenaza de los derechos fundamentales de las personas, son dos situaciones diversas en materia de protección constitucional. La violación exige que existan hechos que permitan claramente determinar la lesión o perturbación de un derecho fundamental. La amenaza, por el contrario, es una violación potencial, inminente y próxima de un derecho de esa naturaleza[1]. Para que se determine la existencia de una amenaza se requiere la confluencia de elementos subjetivos y objetivos: I) el temor del sujeto que ve peligrar sus derechos fundamentales, y II) la convalidación de dicha percepción mediante elementos objetivos externos, acorde a las circunstancias temporales e históricas en que se desarrollen los hechos.[2]

Amor: Una de las tres emociones básicas junto al odio y la indiferencia. Sentimiento intenso del ser humano que reconociendo la importancia del otro o la otra sabe que necesita y busca el encuentro y unión con él, ella o ellos. Emoción que surge en el mismo momento del encuentro con otra persona de la que sentimos que "naturalmente nos atrae" y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear. Sentimiento de afecto, que nos apoya en el encuentro y servicio a alguien o algo sin olvidarse de sí mismo y sus propias necesidades. Esta emoción nos mueve a actuar, a creer en las otras personas, en asumir como importante lo que ellas sienten, expresan o hacen. La única emoción que amplía la conducta inteligente es el amor. El amor es aceptar al(a) otro/a como otro, al aceptar la legitimidad del(a) otro y sus circunstancias, uno "ve realmente" al(a) otro/a.

Apoyar: Hacer que algo descanse sobre otra cosa. En este caso estar junto al otro o la otra cuando la persona lo necesite, dando de sí para que ella pueda obtener lo que necesita.

Autoconducción: Guiarse o dirigirse a sí mismo hacia un objetivo.

Autonomía: Condición de quien, para ciertas cosas, no depende de nadie. Es un derecho fundamental. También puede entenderse como la potestad que dentro de un Estado tienen municipios, provincias, regiones u otras entidades, para regirse mediante normas y órganos de gobierno propios. La autonomía está subordinada a la integridad; por ejemplo, no importa que el/la usuarios/as de un programa considere que el aborto es una decisión correcta o que prefiere la inseminación artificial, no puede obligar a la otra persona a estar de acuerdo con dicha apreciación y menos aún a practicarlas. Se exige un respeto mutuo a la integridad, dicho respeto no implica ceder a los propios principios, por ejemplo, se conoce que una persona que vive con el HIV/sida, sostiene relaciones genitales sin protección y que con sus practicas está colocando en riesgo a su pareja; es lógico que entendamos que dicha actuación vulnera la integridad de su pareja, por tanto, el/la terapeuta está en la obligación de denunciar dicha actitud y ello no implica una violación a la integridad de esa persona, ya que su ejercicio genital es un acto que sobrepasa su propia autonomía al ejercer una violencia a la integridad de su pareja. El paternalismo viola la integridad de la persona. Una persona, si así lo desea, puede ceder en su autonomía si considera que su integridad está afectada y que puede mejorarse con determinado procedimiento; en ese caso en particular, la persona puede permitir que su terapeuta decida lo que “es mejor”, sólo así, el/la terapeuta pudiera traspasar sus propias barreras para decidir en nombre del(-a) otro/a; recordando que la decisión que así se toma, no está hecha en nombre del(-a) paciente, por el paciente; es decir, no en lugar de este/a, sino en beneficio de su propia decisión. Las personas inmersas en la sociedad generalmente fundamentan su decisión particular y éste se ve limitado por razones de justicia social.

Bisexualidades: ver orientacion sexual-

Centrarse: Hacer de sí mismo y de sus necesidades el centro de la existencia. Para poder centrarse es necesario, en primera instancia, darse cuenta de la situación que nos está afectando. Ubicarse en el medio o situación que le corresponde para así poder asumir el poder de sí.

Ciudadano: Se hace necesario construir-se, entender-se como sujeto de derechos para reconocer-se como ciudadano.

Co-construcción: "El conocimiento intelectual se organiza en función de paradigmas que seleccionan, jerarquizan, rechazan las ideas y las informaciones, así como en función de las significaciones mitológicas y las proyecciones imaginarias. Así se produce la `construcción social de la realidad' (digamos mejor la co-construcción social de la realidad, porque la realidad se construye también a partir de los dispositivos cerebrales), donde lo real se substancializa y se disocia de lo irreal, donde se construye la visión del mundo, donde se concretiza la verdad, el error, la mentira" (E. Morin, en P. Watzlawick - P. Krieg, 1991: 80). Todos nos reconstruimos todos los días. Por ejemplo, los padres y madres tienen la idea de que construyen al hijo o hija. La co-construcción en que los hijos también construyen a los padres. Es imposible que un agente de socialización sea impermeable a la socialización de otro y no sea afectado por este. En la construcción de significados vemos una ampliación en la visión del ser humano que se va enriqueciendo con la aproximación a la comprensión de significados que un “algo” tiene para el otro, significados en los cuales nos podemos apoyar para construir una realidad cultural propia de dicha situación, a su vez el otro o la otra con quien interactuó, por medio de la co-construcción de significados, re-construye su propia significación, y en consecuencia entre los diferentes actores transforman el conocer, el conocimiento, la cultura, las propias experiencias y emociones. Co-construimos símbolos, sentidos, significados, normas sociales que se traducen en leyes.

Consentimiento: más que un asunto legal, es un asunto moral, y aun cuando la beneficencia también lo es, el hecho de considerar que la decisión particular beneficia a la otra persona, no justifica olvidar que es suya la decisión de recibir o no dicho beneficio. La autonomía no puede vulnerar los acuerdos y exigencias de la sociedad a la cual pertenece la persona, pues dicha vulneración atenta contra los derechos sociales; sin embargo, es necesario aclarar que no se puede ejercer el derecho a la autonomía si no se reconoce el derecho a la intimidad y se concibe a la persona como ser integro. La invasión a la integridad que implica por ejemplo, un acto penetrativo, una práctica oral genital, o el toque que hace un profesional de la salud al cuerpo de su paciente, conlleva la posibilidad de entender que existen invasiones lícitas a la integridad, para serlo necesitan de un consentimiento informado.

Concertar: Acordar entre sí, traer a identidad de fines o propósitos cosas diversas o intenciones diferentes, ponerse de acuerdo para alcanzar una meta o logro a partir del mutuo reconocimiento de las necesidades, oportunidades y estrategias. La vulneración de un derecho no es concertable, es posible que una persona “acepte” una forma de vulneración como parte de una relación afectiva, pero ello no le da derecho a su pareja para ejercer la violencia “negociada”.

Conflicto: Problema, cuestión, materia de discusión motivada en la coexistencia de tendencias contradictorias (multiverso) en los procesos sociales de interrelación, que genera desencuentros en las relaciones de cualquier índole y enfrentamientos entre personas o sus representantes.

Cooperar: Obrar juntamente con otro u otros para un mismo fin. Ofrecer sugerencias sobre cómo las personas y organizaciones pueden sumar esfuerzos a los esfuerzos de otros para alcanzar una meta, logro o para mejorar algún proceso partiendo del reconocimiento de que las necesidades del otro no son las mías, pero que ambos contamos con elementos que unidos pueden enriquecer las posibilidades de éxito, es especial si se provee información apropiada, se moviliza la comunidad, se sensibiliza a otros quienes pueden apoyar, se integran nuevos socios, se crean igualdad de condiciones y se centran los focos de acción.

Cultura: Formas de hacer, sentir y pensar en una sociedad. Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial de un grupo social en una época y sociedad determinada. Conjunto de las manifestaciones en que se expresa la vida tradicional de un pueblo. La cultura propone modelos para la vivencia de la sexualidad y la reproducción; modelos de masculinidad y feminidad que influyen en el ejercicio de la sexualidad y la reproducción. La cultura se aprende por estímulos provenientes de diferentes fuentes: la familia, la escuela, la iglesia, los medios de comunicación, el vecindario, los amigos y amigas. Todos ellos transmites, reproducen o cuestionan los modelos culturales hegemónicos de vivencia de la sexualidad y de otras esferas de la cotidianidad, como por ejemplo, la construcción de la identidad.[3] La estructura de pensamiento tanto individual como grupal es la ideología como llama Sorokin, la cultura ideológica (cultura como conocimiento que propicia nuestras convicciones, el orden que guardamos de este acervo grupal que hacemos nuestro). La conducta sería un segundo plano cultural. Este se corresponde con la resolución, las circunstancias, que no tienen porqué corresponderse con el pensamiento unívocamente (el plano ideológico) y que tienen más que ver con el orden del sentimiento (según los psicólogos sociales la resultante de distintas fuerzas entre las que intervienen las actitudes y los prejuicios, sentimientos que aunque individuales son compartidos y están cargados de emotividad). El tercer plano de la cultura estaría compuesto por los vehículos materiales de que nos valemos, y a los que imprimimos nuestras intenciones. La cultura es lo que se comparte en estos tres órdenes de cosas (mis ideas no constituyen cultura si no tienen un referencial compartido capaz de descifrarlo), por lo tanto para Sorokin, no tiene sentido dentro de la explicación sociológica una visión existencialista o individualista. [4]

Daño emocional: Es esencialmente una respuesta normal a un acontecimiento extremo. Entraña la creación de memorias emocionales sobre el evento que se acumulan en niveles profundos del cerebro. Los expertos opinan que, por lo general, cuanto más directa es la exposición al evento traumático, más alto es el riesgo de daño emocional. No obstante, la exposición secundaria a la violencia también puede ser traumática. El trauma y la violencia adoptan muchas formas que destruyen el sentido de seguridad en las personas y que afectan su actuar, sus relaciones con los otros y las otras e inclusive, sus explicaciones sobre sí mismos y el mundo. Las experiencias traumáticas se pueden dividir en diferentes categorías: “eventos singulares o repetidos” y “naturales o creados”. Los eventos singulares ocurren generalmente una sola vez, como los desastres naturales y la violencia delictiva. Con todo el trauma que estos representan, son las experiencias prolongadas y repetidas las que tienden a producir problemas mentales más graves.[5]

Darse cuenta: Muchos acontecimientos suceden en nuestras vidas y alrededor nuestro, sin embargo, no siempre somos concientes de ellos y los efectos que nos causan o causamos en los y las demás. Darse cuenta de las situaciones, acontecimientos, efectos nos ayuda a hacernos concientes de la situación y este es el primer paso o inicio de un proceso para tomar las riendas de nuestra vida y de lo que en ella sucede.

Deber ser: Modelo aprendido de las estructuras de poder, de la cultura, la sociedad y en las relaciones sociales en una sociedad y tiempo determinado, y que fundamenta el comportamiento de los seres humanos; dicho “deber ser” está tan enraizado en la cultura que es difícil desprenderse del mismo para asumir nuevas formas comportamentales de cualquier índole.

Debilidad manifiesta: hace que las personas se encuentren en situación de vulnerabilidad social, que exige del Estado una actuación inmediata, para lograr el restablecimiento de la justicia material y una protección de la dignidad humana de estas personas, en condiciones de igualdad. El artículo 13 de la Constitución colombiana establece que el Estado debe proteger especialmente, a aquellas personas que por su condición económica, física o mental, se encuentren en circunstancias de debilidad manifiesta.

Derechos Económicos, Sociales y Culturales: También llamados de segunda generación o de contenido prestacional —puesto que denotan obligaciones estatales respecto de individuos, comunidades, grupos étnicos, sectores sociales y la sociedad en general relacionados con el suministro de bienes, servicios y sistemas de seguridad social—, son derechos vinculados estrechamente a la subsistencia en condiciones de dignidad, justicia, equidad, igualdad, y no-discriminación. Asimismo, los DESC están ligados a la libertad de información y al mayor acceso individual, familiar y comunitario a la adopción de decisiones y opciones que fomenten el desarrollo humano sostenible y progresivo.

Derechos Fundamentales: Son los derechos humanos que han sido reconocidos por la Constitución Política y que gozan de una garantía judicial reforzada, dado que pueden ser protegidos mediante la acción de tutela. Son derechos fundamentales aquellos que tienen reconocimiento expreso en la Carta o en convenios internacionales. Son derechos fundamentales entre otros, el derecho a la vida, al reconocimiento de la personalidad jurídica, a la libertad individual, a la seguridad personal, al libre desarrollo de la personalidad, las garantías judiciales, etc. La doctrina constitucional vigente en Colombia entiende por derechos fundamentales a aquellos derechos que se encuentran reconocidos directa o indirectamente en la Constitución como derechos subjetivos de aplicación inmediata (SU-225/98).

Derechos Humanos: Son derechos inherentes al ser humano en atención a su naturaleza, que le permiten el ejercicio de ciertas prerrogativas básicas para su desarrollo y perfeccionamiento y que tanto el Estado como las demás personas deben respetar.

Deseo: Aspiración, tendencia, y del latín culto desidia (voluptuosidad). Es para algunos autores la expresión de una necesidad cualquiera, una representación clara de propósitos y contenidos. Es la elaboración mental, un grado posterior de desarrollo a la fantasía. Puede ser tanto un acto irracional como un acto deliberado. Para Hegel, el ser humano se define por el deseo: el apetito acompañado de la conciencia de sí mismo. A partir de Freud, el deseo aparece vinculado a lo sexual. Para él, el deseo es el movimiento del aparato psíquico de acuerdo con los principios del placer y la realidad. Desde Lacan, deseo sería mera metonimia de significantes y jamás se podría satisfacer, porque constituye una parte estructural del sujeto. El deseo se define como una tendencia de la voluntad (libre albedrío) a conocer o conseguir algo: al hacer referencia al deseo en el desarrollo de la sexualidad, éste implica entonces a otro/a sujeto-objeto. El deseo puede ser voluntario o involuntario. Es evolutivo: es cada vez más complejo e integral. Se puede descubrir en la interacción social e implica intersubjetividad, ya que en la medida en que cada uno/a se reconoce deseante, reconoce al otro o a la otra, y en ese reconocerse, la persona se identifica y construye, o bien se reconstruye e identica (aproximándose a lo que “quiere ser”). Proceso que no siempre se presenta antes de llegar al intercambio real en lo genital, lo afectivo o lo erótico. El deseo esta relacionado con la posibilidad del gusto, del placer, del disfrute que produce imaginar. El deseo no se orienta hacia todas las personas, sino tan sólo hacia algunas. Hombres y mujeres experimentan deseos hacia personas de su mismo sexo y/o con sexo diferente al suyo; esto no las define en una orientación sexual. El deseo por sí solo no define una orientación sexual, aun cuando sí puede determinar una tendencia hacia el/la sujeto-objeto del mismo. El deseo implica vinculaciones imaginarias, ya sean éstas afectivas, eróticas o genitales, hacia otro/as sujetos.

Diferenciación Positiva o discriminación positiva: Son medidas que establecen beneficios en favor de un grupo que se encuentra en situación de desventaja social. Con ellas se pretende suprimir y prevenir una discriminación o compensar las desventajas resultantes de actitudes, comportamientos y estructuras existentes en la sociedad. Tienen como finalidad luchar contra las desigualdades generadas por la estructura social, que sufren distintos grupos por razón de su sexo, raza, origen, religión, etc. Estas medidas pueden recibir el nombre de acciones afirmativas, medidas de discriminación positiva o medidas de diferenciación positiva. Ejemplo de ello puede ser el establecimiento de becas para estudiantes de sectores vulnerables, a fin de asegurar una igualdad real y efectiva, o la ley de cuotas que promueve la participación de las mujeres en cargos públicos.

Dignidad: Cualidad de digno. La dignidad humana es un valor básico inherente a todo ser por el hecho de ser humano, constituye el sustento moral de los derechos humanos e incluye la obligación de solidaridad con los demás seres humanos. El principio de dignidad prohíbe tratar a un ser humano como mero instrumento, someterlo o transformarlo en diana[6] de acciones violentas. La dignidad no se logra únicamente con la aplicación de los derechos de primer orden (los civiles y políticos), es decir los que pretenden proteger las libertades individuales. No se puede ser un humano libre a menos que se creen las condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos de segundo orden, es decir los económicos, sociales y culturales. Es preciso que la persona tenga sus necesidades básicas satisfechas para que pueda afirmarse como sujeto autónomo y moral, capaz de optar y comportarse según sus opciones.

Digno: Merecedor de algo; correspondiente, proporcionado al mérito y condición de alguien o algo. Condición característica humana que se constituye en una propiedad, en un bien inalienable, no enajenable, no transferible, no transable, no negociable ni otorgable, porque corresponde a la cualidad de persona: es un derecho porque refiere al valor intrínseco del ser humano; de suyo, desde su concepto, es un derecho y es fundante de otros derechos.

Discapacidad: Hecho que le sucede a una persona que tiene impedida o entorpecida alguna de las actividades cotidianas consideradas normales, por alteración de sus funciones intelectuales, físicas y emocionales. Genera en las personas desventajas para participar plenamente en la vida política, económica, cultural y social, como también para ejerce el poder de decisión sobre su propia existencia y participa activamente en la vida de su comunidad, conforme al derecho al libre desarrollo de la personalidad.

Discriminación: Contraria al principio de igualdad civil y consiste en excluir dicha igualdad, con detrimentos para alguna o algunas personas, debido a su pertenencia sexual, racial, nacional, étnica, confesional, religiosa, política, ideológica, etc., por el hecho de aplicar una serie de criterios sobre los cuales la Constitución y la ley no permiten que se fundamenten distinciones jurídicas.

Discurso: Toda reflexión o raciocinio (uni-verso) sobre una realidad, sea esta un suceso, persona o cosa; se expresa por medio de una serie de las palabras y frases empleadas para manifestar lo que se piensa o siente y que generalmente está respaldada explicita o implícitamente por una doctrina, ideología, tesis o punto de vista,

Disfunción sexual: puede ser consecuencia de determinados factores físicos, psicológicos y emocionales; muchos problemas sexuales resultan de una combinación de dos o los tres elementos. Por ejemplo, un problema físico puede conducir a problemas psicológicos, como ansiedad, miedo o estrés y los problemas psicológicos a menudo agravan un problema físico. [7] Recientemente con la introducción de medicamentos para la disfunción eréctil se ha dado un gran énfasis a las explicaciones de orden fisiológico olvidando un poco al hombre que “cuelga detrás del pene” y su condición emocional.

Emociones: Son impulsos para actuar, es decir, son los motores de la acción humana, son los recursos para enfrentarnos a la vida y sus múltiples relaciones. Pueden considerarse un mapa de navegación que nos apoya en la toma de una decisión que emocionalmente determinamos como correcta. Si dicho mecanismo emocional no funcionara la persona quedaría a merced de sus procesos lógicos y estos no serían suficientes para la toma de decisiones. Tenemos emociones específicas que son parte de nuestro repertorio para pensar, pues ellas nos ayudan a resolver problemas. La rabia, por ejemplo, es un paquete de respuestas que facilitan nuestra capacidad de eliminar obstáculos que se encuentran en nuestro camino para lograr metas, y el miedo tiene como principal objetivo poner fuera de peligro al organismo, de modo que podemos huir de un predador o quedar paralizados ante su presencia. El problema surge cuando una emoción persiste durante más tiempo del que realmente debiera durar. Las tres emociones básicas en las que nos movemos son el amor, el odio y la indiferencia. Las emociones afectan la conducta inteligente.

Empoderarse/ hacerse cargo: Hacerse cargo de la situación. Aceptar que cada uno tiene el poder sobre sí mismo, lo que siente, lo que piensa y dice, y sobre como actúa.

Erotismo: Erotismo es una palabra que proviene del griego erotikós, éros, érotos, amor, y el latín ismus, sufijo que indica estado o condición. El erotismo hace referencia a la capacidad que tienen determinadas partes del cuerpo de convertirse en zonas de placer y señala igualmente la excitación que produce un estímulo. Rebasa la esfera de lo genital y se amplía hasta las esferas de socialización de la cultura. La eroticidad lleva inmersos unos referentes relacionados con los sentidos, o más concretamente con lo que se ha visto, oído, tocado, degustado u olfateado. Se puede recibir estímulo de diferentes situaciones y cosas que pueden atraer la atención, como por ejemplo, del cine, la literatura, las fragancias, las texturas, las situaciones, los objetos. Para Cela (1988) el erotismo es la exaltación –y aún la sublimación- del instinto sexual, no siempre ni necesariamente ligada a la función tenida por sexual. En el/la ser humano la actividad se ve incidida por la dialéctica del deseo (voluntario, involuntario y aún rechazado). Lo erótico es una elaboración superior del deseo, no solamente es imaginado sino que puede ser practicado; implica un proceso que tiene relación directa con el disfrute o displacer que produce satisfacerlo o no. Lo erótico posee una carga. Al deseo no siempre se le pone un cuerpo, a lo erótico sí. Se desea ser acariciado por una mano, sin que necesariamente importe el hombre o la mujer de la que cuelga la mano. El erotismo no siempre está mediado por el amor, lo está por la necesidad de la vinculación con el placer. Incluso en muchas ocasiones se vivencia como una experiencia ajena al otro o a la otra, por ejemplo cuando estoy relacionándome sexualmente con una persona y me excito pensando en otra. George Bataille considera que el erotismo es la actividad sexual de los/as seres humanos en la medida en que esta difiere de los animales, ya que en el hombre o la mujer no siempre aquella es erótica, sino que lo es al dejar de “ser” animal.

Estar siendo: La sociedad y la cultura como sistemas tienen resistencia al cambio; sus relaciones que conforman los seres humanos como las de toda red son elásticas, por un lado, posibilitan que los/las seres que conforman el sistema tengan cambios en su estructura y en su identidad, desde el “deber ser” hacia su “querer ser”, y por el otro existe la presión social, cultural y relacional para que las personas tiendan a regresar a la estructura original (deber ser); en la práctica cotidiana, en los procesos de socialización y en sus relaciones, las personas se ven obligadas a alejarse de su “querer ser” para acomodarse estructuralmente al sistema, asumiendo un comportamiento, un “estar siendo” que puede explicarse como una acomodación al macrosistema como una manera de evitarse conflictos relacionales y disminuir el daño emocional efecto del intercambio.

Exigibilidad de los derechos económicos, sociales y culturales: Las diversas acciones individuales o colectivas llevadas a cabo por los titulares de determinados derechos económicos, sociales o culturales dirigidas a instancias o autoridades estatales con el fin de obtener la satisfacción de sus reclamaciones referidas a la realización de dichos derechos. Dichas acciones pueden tener un contenido político o jurídico; en el primer caso referidas a manifestaciones o movilizaciones sociales para presionar transformaciones en la política pública, en el segundo a través de acciones judiciales que plantean litigios o casos concretos.

Expresiones Comportamentales Sexuales (ECS): Es un término acuñado inicialmente por el Instituto Mexicano de Sexología, buscando utilizar un lenguaje descriptivo, objetivo y científico en vez del valorativo, peyorativo, sexista y discriminatorio que se venía promulgando. Las ECS consideradas sexualmente saludables, engloban todas las expresiones comportamentales de la sexualidad que integran el universo expresivo de los/as seres humanos. Las ECS no pueden en su ejercicio vulnerar a la pareja, cuya participación debe hacerse en forma consciente y voluntaria, por tanto, exige el respeto por cualquier forma de vida y condición etárea, física y mental. Las ECS pueden tener desde una expresión mínima (que produce gusto o satisfacción y que está presente en todo individuo) hasta una prevalencia casi exclusiva. Se han clasificado siete niveles de expresiones comportamentales: 1. La expresión mínima; 2. La expresión acentuada; 3. La expresión eróticosexual al nivel de fantasía; 4. La expresión eróticosexual mínima; 5. La expresión eróticosexual preferida; 6. La expresión eróticosexual predominante y; 7. La expresión eróticosexual exclusiva. Las ECS pueden aparecer en cualquier momento de la vida y reorientarse con apoyo emocional -si la persona así lo desea-. Generalmente se presenta más de una –están acompañadas de otras ECS- y se manifiestan en personas de cualquier edad, sexo, género y orientación sexual. Las prácticas privadas de ECS que implican auto-agresión corresponden a la esfera de la autodeterminación y por tanto son decisión particular. Las ECS no se pueden realizar con menores porque en posible en ellos/ellas el ejercicio pleno de la autodeterminación, como por ejemplo en el caso de la pedofilia; se requiere, cuando la práctica involucra a otra persona llegar a un consenso previo al acto; es importante comprender que no es posible que la otra persona “acepte” que se le produzca daño, a pesar de que haya al respecto un consentimiento informado puesto que todo acto violento puede constituirse en una vulneración a los derechos.

Femenino: Dícese de los comportamientos, actitudes y prácticas que se consideran propios de la mujer en una cultura, tiempo, sociedad y relaciones sociales determinadas. En los nombres y en algunos pronombres, rasgo inherente de las voces que designan a mujeres. Simone de Beauvoir en “El segundo sexo”[7] desarrolla una importante y transformadora comprensión de la mujer a partir de su formulación sobre el género en donde plantea que las características humanas consideradas como "femeninas" son adquiridas por las mujeres mediante un complejo proceso individual y social, en vez de derivarse "naturalmente" de su sexo. Así, al afirmar en 1949: "Una no nace, sino que se hace mujer", hizo la primera declaración célebre sobre el género según afirma Mary Dietz, en el texto "Debating Simone de Beauvoir", en Signs, vol. 18, núm. 1, otoño de 1992. No hay un solo tipo de feminidad, de hecho se habla de las feminidades ya que se viven, se hablan y se emocionan de manera particular en cada persona, tiempo, espacio, cultura, sociedad y relaciones sociales. En los nombres y en algunos pronombres, rasgo inherente de las voces que designan a mujeres.

Función sexual: La función sexual en hombres y en mujeres implica tanto la mente (pensamientos y emociones) como el cuerpo. El sistema nervioso, circulatorio y endocrino (hormonal) interactúan de forma conjunta para producir una respuesta sexual, la cual tiene cuatro etapas: deseo, excitación, orgasmo y resolución. El deseo es la inclinación a participar en la actividad sexual; puede ser desencadenado por pensamientos o señales visuales o verbales. La excitación es el estado de agitación sexual; durante la excitación, aumenta la cantidad de la sangre que fluye hacia el área genital lo que ocasiona la erección en los hombres y en las mujeres el agrandamiento del clítoris, congestión de las paredes de la vagina e incremento de sus secreciones lo que en su conjunto arma la plataforma orgásmica. El orgasmo es el punto máximo o clímax de la excitación sexual; en los hombres, el orgasmo está relacionado con la expulsión del semen que es eyaculado por el pene; en las mujeres, los músculos que rodean la vagina se contraen rítmicamente; durante el orgasmo, tanto los hombres como las mujeres experimentan aumento de la tensión muscular en todo el cuerpo y contracción de los músculos pélvicos; para la mayor parte de las personas el orgasmo es altamente placentero. La resolución, una sensación de bienestar y de relajación muscular generalizada, que sigue al orgasmo; durante la resolución, los hombres no son capaces de tener otra erección por un corto periodo; el tiempo entre erecciones (período refractario) generalmente aumenta con la edad; por el contrario, las mujeres son capaces de responder a estimulaciones adicionales casi inmediatamente después de un orgasmo.[8] Social y culturalmente no existe en la mayoría de los hombres una preocupación por el orgasmo de la mujer; dado que estos llegan al orgasmo en menos tiempo y con más facilidad suelen ignorar los deseos y necesidades de sus parejas, inclusive cuando estas son otros hombres, acto que conduce a una insatisfacción sexual que afectan el conjunto de la relación de pareja.

Género: es una noción, una construcción social y cultural sobre lo que “debe ser” y como debe comportarse una persona, pero el género es especialmente una construcción particular, a partir de la cual la persona asume una manera de actuar a la que se llama “rol de género”; generalmente, se espera que dicho rol acompañe en su actuación a un cuerpo que se le corresponde; es decir, por ejemplo, a un cuerpo de macho le correspondería un rol masculino.
Algunas personas pueden experimentar una situación a la que se denomina “disforia de género[9]” en ellas su rol, su actuar, su performance del género no está en consonancia con su cuerpo: asumen una performance femenina a pesar de que su cuerpo es o se asigna masculino o una performance masculina aun cuando su cuerpo es o sea asignado de hembra. En este caso podemos decir que la persona ha abandonado su “género por asignación” y ha asumido un “género por opción”.
No todas las personas (intersexuales o no) asumen un rol de género diferente a su “género por asignación”, a quienes asumen un “género por opción” se les denomina “transgeneristas” en Colombia y “transgéneros” en el resto del mundo. Las personas transgéneros acompañan el rol de género optado con los accesorios, vestidos y maquillajes (cuando ello se considera culturalmente necesario) propios del género al que han “transitado”. Puede presentarse entonces personas que vivencian un “tránsito identitario[10] de la masculinidad a la feminidad” (Velandia, 2006. P. 305) y otras que experiencian un “tránsito identitario de la feminidad a la masculinidad”.
A los hombres que asumen por momentos o permanentemente los accesorios, vestidos y maquillajes propios del género femenino pero que éste no es su género por opción, y esto es una expresión comportamental sexual que les produce placer y en consecuencia lo asumen como parte de su identidad sexual se les denomina “transvestis”. Sexológicamente hablando, no hay un nombre para denominar a las mujeres que asumen los accesorios y vestidos masculinos; esto se debe a que el poder de la masculinidad es tal que se considera social y culturalmente aceptable que toda mujer aspire y asuma ciertos elementos representativos de quien ostenta el poder: el macho, masculino, machista y falocrático. Sin embargo, en algunos países como España se aplica el termino transvesti también para las mujeres.
Todo transgénero que ha transitado identitariamente de la masculinidad a la feminidad (o de la feminidad a la masculinidad, es transvesti -si partimos del criterio español-), pero no todo/a transvesti es transgénero.

Genitalidad: La genitalidad es otro componente fundamental de la orientación sexual. Se refiere a la posibilidad del intercambio entre dos personas. Inicialmente el concepto de genitalidad -del latín genitalis; apto para la generación- hacía referencia a la posibilidad de la cópula hombre-mujer. Sin embargo, la acepción actual abarca en su definición lo relativo a ella o a los órganos que la posibilitan, y no implica necesariamente la penetración. Por tanto, al hablar de genitalidad se hace referencia a cualquier expresión comportamental sexual en la que hay contacto con los genitales de otra persona, en pareja o grupalmente. Tocar los senos o el pecho, acariciar el cuerpo en lugares extragenitales no es una práctica genital sino una práctica erótica.

Hembra: Socialmente cuando se hace referencia al sexo, la definición suele centrarse en la capacidad denominada reproductiva: El macho es el extremo reproductivo que coloca el espermatozoide, la hembra es el extremo reproductivo que proporciona el óvulo. Suele usarse el término “hembra” para referirse de manera despectiva o impersonal sobre la mujer.

Heterosexualidades: son orientaciones sexuales en las que una persona (hombre o mujer) que posee o no identidad de su heterosexualidad, expresa su vinculación como persona-cuerpo exclusivamente hacia personas del otro sexo, a partir de manifestaciones deseantes, eróticas, afectivas y genitales.

Homosexualidades: ver Orientación sexual.

Identidad: puede entenderse como la emergencia de una construcción, no siempre consciente, que afecta los procesos de socialización del sujeto; la identidad emerge de la vida cotidiana, mas específicamente de la educación (formal, no formal e informal) que provee a la personas los referentes del “deber ser” de la identidad, dichos referentes están basados en la cultura, son propios de una sociedad y tiempo determinados, y están afectados por los procesos de interrelación e interdependencia del individuo(Velandia, 2006. P. 302)[11].La identidad no es fija sino móvil[12], la movilidad de la identidad, sistémicamente hablando, hace referencia a la posibilidad que existe de que la identidad cambie en el tiempo, a partir de las relaciones sociales y por inter-influencia con el medio, la cultura y la sociedad.
Toda persona tiene un proceso de construcción de identidad con relación a su cuerpo, su género y su orientación sexual (Velandia, 2005).[13]
Cuando un bebé nace los padres y el equipo de salud o la comadrona (a quienes llamaremos “el otro”) le asignan un sexo y un género. Si tiene un pene “el otro” le asigna macho y masculino, si posee una vulva entonces le asigna ser hembra y femenina; con los desarrollos sociales y culturales y de sus relaciones interpersonales la persona se construye hombre o mujer. A ese proceso de asignar lo denominaremos “dar un significante”.
Algunos bebés al nacer presentan ciertos defectos en los genitales externos, que a los ojos de la sociedad les otorga un nivel de ambigüedad (intersexualidad) que dificulta a los ojos del observador (el otro), la “asignación de un sexo” porque entiende que algunos componentes del sexo biológico no concuerdan con lo que el experto conoce como lo que ese cuerpo “debe ser”. El “otro” espera que a un sexo asignado corresponda el género correspondiente, y a este le llamamos “género por asignación”.Las personas comienzan su construcción identitaria siendo bebés a los que “el otro” les da un “significante”; pero a dicho significante cada uno/a (padre, madre y la persona misma, al estar en condiciones de hacerlo) da su consentimiento o no, lo acepta o no y le provee su propio “significado”.
En el proceso de construcción de identidad sexual las personas también determinan a la(s) persona(s) con quien(es) desea(n) realizar sus deseos, afectos, genitalidad y eroticidad; a este proceso de construcción identitaria se le denomina de “identidad de orientación sexual (Velandia, 1999)”.[14]

Incidencia: En el lenguaje de políticas públicas consiste en las diversas prácticas puestas en marcha por "coaliciones de incidencia”, grupos de interés o grupos de presión que intentan orientar la política hacia soluciones que correspondan a su sistema de valores, intereses y creencias.[15] En otros términos la incidencia hace alusión a la estrategia que intenta transformar decisiones en espacios de poder según los intereses, valores y creencias de un determinado grupo o sector de interés.

Indefensión: Es uno de los requisitos necesarios para que proceda la acción de tutela contra particulares. El estado de indefensión ocurre cuando la persona ofendida por la acción u omisión del particular, se encuentra inerme o desamparada, es decir, sin medios físicos o jurídicos de defensa o con medios y elementos insuficientes para resistir o repeler la agresión o la amenaza a su derecho fundamental. El estado de indefensión, se debe deducir, mediante el examen por el juez de la tutela de los hechos y circunstancias que rodean el caso concreto.

Indiferencia: Estado emocional en el que no se siente inclinación ni repugnancia por una persona, situación o cosa. Esta emoción ni nos frena ni nos impulsa a actuar o a creer en las otras personas, lo que las otras personas hacen o dejan de hacer no es importante, tampoco lo que ellas sienten o expresan.

Individuo: Persona cuyo nombre o condición se ignora o no se quieren decir.

Integridad: Cualidad de quien permanece intacto. Puede ser contemplada desde dos ángulos diferentes complementados entre sí: La integridad de la persona, que a su vez se subdivide en Integridad Corporal o Física, Integridad Psicológica o Mental e Integridad Social. La segunda es la Integridad Axiológica o de los valores. La integridad abarca la autonomía porque la pérdida de ésta, impide que se obre como ser humano intacto y completo. Según velandia, citando a Edmund Pellegrino, hasta la década de los 70´s se consideraba que en todo proceso de salud participaban tres actores, cada uno de ellos con su propia significancia moral en su manera de actuar. El/la usuarios/as o paciente, lo hacía guiado por el principio de “autonomía”, el profesional, por el de “beneficencia”, y la sociedad, por el de “justicia”; sin embargo, la intervención del(-a) profesional ha cambiado en su moralidad, por que ha modificado su fundamento ético; ahora la autonomía ha desplazado a la beneficencia como primer principio de la bioética, ello conlleva una relación más franca y abierta, y así se respeta aún más la dignidad de los/as usuarios/as. Toda intervención para considerarse ética debe respetar tres derechos: A la autonomía, a la intimidad y a la integridad, recordando que toda decisión autónoma se fundamenta en el consentimiento informado. A continuación el autor expone la relación entre estos tres elementos y sobre algunos valores y virtudes morales que apoyan la toma de decisiones y el actuar ético de las personas. Para que un acto de un individuo sea autónomo, debe satisfacer los criterios de consentimiento informado; es decir, tener la posibilidad de decidir sin restricciones internas o externas, con toda la información necesaria y de acuerdo con la axiología; o sea, la situación particular de la persona quien decide, de ello se infiere que la persona debe actuar fundamentada en lo que considera mejor para sí misma y no por lo que otros/as podrían considerar mejor para ella. El autogobierno está tan arraigado en el ser humano que su ejercicio constituye un derecho moral que genera para sí mismo/a y con relación a los otros el deber del respeto por su propia autonomía. El principio de la autonomía según Campbell Courtney, significa “... que debemos tratar a las demás personas con fines en sí mismos, en particular en lo que concierne a la libertad, su libertad de acción y de autodeterminación...” Por más que la persona considere beneficiosas sus decisiones para los demás, estos “bienhechores” no pueden excusarse en dichos beneficios para actuar, no importa que tan “benéficas” sean sus intensiones. La integridad es un asunto de existencia, por ser un atributo del ser humano, la integridad no se puede restringir, ya que es parte de nosotros/as mismos/as. No puede ser restringida por razones de edad, por uso no adecuado ni completo de las facultades, es Inalienable, no se puede renunciar a élla; por que no se puede Enajenar, Ceder ni Transferir; es Inherente, por que constituyen un modo de ser intrínseco al sujeto. Todo actuar en sexualidad es un compromiso ético y se fundamenta en la virtud de la integridad, para actuar integralmente, es necesaria una máxima sensibilidad moral y de respeto por la individualidad, la integridad del(-as) usuarios/as de los servicios y de su autonomía.

Intersexualidades: No solo existen el macho y la hembra; en la especie se presentan igualmente “estados intersexuales que pueden presentarse en el proceso de la diferenciación somatosexual durante el desarrollo prenatal, variaciones que a su vez tienen una expresión particular en los sexos genotípico y fenotípico (Useche, 2002) “No en vano los dos sexos comparten un cromosoma X, hormonas “masculinas” y “femeninas” y hasta un cerebro que hoy sabemos es bisexual y posee diferentes estructuras y regiones cuya masculinización o feminización independientemente ocurre no sólo en la vida embrionaria y fetal sino a lo largo de todo el ciclo vital” (Woodson y Gorsky, 2000). Es un término que se refiere al hecho de presentar en forma simultánea y con diversos grados, características morfológicas correspondientes a ambos sexos, por ejemplo genitales externos de macho e internos de hembra. Se han estudiado 16 variantes intersexuales.

Lesbianidades: ver Orientación sexual.

Liminaridad: Reconocimiento de los límites o fronteras relacionales que existen entre el otro y yo, como también entre el medio y yo. La liminaridad se centra en el reconocimiento de las fronteras, en el significado de la mediación que son las relaciones y de las consecuencias que tienen mis actos.

Macho: Socialmente cuando se hace referencia al sexo, la definición suele centrarse en la capacidad denominada reproductiva: El macho es el extremo reproductivo que coloca el espermatozoide, la hembra es el extremo reproductivo que proporciona el óvulo.

Masculino: Dícese de los comportamientos, actitudes y prácticas que se consideran propios del hombre en una cultura, tiempo, sociedad y relaciones sociales determinadas. No hay un solo tipo de masculinidad, de hecho se habla de las masculinidades ya que se viven, se hablan y se emocionan de manera particular en cada persona, tiempo, espacio, cultura, sociedad y relaciones sociales. En los nombres y en algunos pronombres, rasgo inherente de las voces que designan a hombres.

Maternar: Esta tarea no sólo implica el cuidado de la salud y la alimentación del/a hijo/a, sino además cumplir con la responsabilidad social y cultural que la historia le ha otorgado a la mujer de convertir a ese hijo o hija en un ser autónomo, mediante la educación y la transmisión de los valores sociales y culturales de la sociedad. Esta responsabilidad, a partir de la división sexual del trabajo, la mujer la ha tratado de asumir en la soledad absoluta, pues ni el Estado ni el cónyuge ofrecen las mínimas garantías para hacer de la procreación un acto más allá de lo meramente biológico. Es evidente que se puede maternar sin ser madre biológica. La maternidad es la trascendencia humana de la vida procreada, por tal razón se requiere de reconceptualizaciones sobre ella y de acciones conjuntas que cambien su sentido y razón de ser.

Mismidad: La conciencia de sí mismo, la pertenencia de sí mismo: la conciencia y la pertenencia de mí. El principio de identidad reza así: A = A. A es A, esto es, cada A es él mismo lo mismo. Sentido de continuidad de nosotros mismos. Platón «cada uno es él mismo lo mismo». En la mismidad yace la relación del «con», esto es, una mediación, una vinculación, una síntesis: la unión en una unidad. Aunque yo me siento muy diferente de como me sentía cuando tenía diez años, yo sé, pero no conceptualmente, que me siento ser la misma persona, siento que soy el mismo de una manera permanente a lo largo del tiempo. Nada hay fuera del ser, pues toda percepción nace de sí mismo pero no por ello puede negarse que el otro exista como tal. La conciencia de sí conlleva a la con ciencia del propio cuerpo; de sus posibilidades, como por ejemplo de la autosatisfacción erótica; y de asumirse persona, sujeto de derechos y ciudadano.

Multi-verso: El lenguaje es Generativo, ya que con él se crean realidades, modelamos nuestra identidad y construimos o modelamos la de los/las demás. Los/las demás y la “realidad” son construcciones desde quien las vivencia, desde quien les provee existencia. Con el lenguaje conferimos sentido a nuestras vidas, a lo que vivimos, a los hechos en los que participamos, a las cosas... a la realidad. Cada uno desde sus conocimientos, experiencias y emociones construye una explicación del mundo, pero generalmente le es difícil comprender que hay tantas explicaciones como sujetos tratan de explicar dicha realidad.

Odio: En una emoción negativa que surge en el encuentro con el otro o la otra: restringe la mirada particular y la visión de los acontecimientos y las cosas. Esta emoción genera una negación de la persona que nos imposibilita para reconocer al otro o la otra como un/a autentico/a otro/a. Las personas desplazadas, por el hecho de serlo, se han vuelto sujetas de odio y esto ha afectado la convivencia solidaria y democrática en aquellos lugares que son receptores o de transito para estas personas, no se les entiende y asume como personas vulneradas en sus derechos sino como fuente de problemas sociales lo que genera estigma, discriminación y rechazo y en ultimas perdida de sus posibilidades como sujetas de derechos y ciudadanos.

Organizarse: Poner algo en orden. Hacer, producir algo. Dicho de una persona:
Ordenarse las actividades o distribuirse el tiempo. Establecer o reformar algo para lograr un fin, coordinando las personas y los medios adecuados.

Orientación sexual: Se denomina orientación sexual homosexual a la de un hombre (biológico, optado o transformado) que orienta sus deseos, afectos, genitalidad y eroticidad hacia otro hombre biológico, optado o transformado.
Se denomina orientación sexual lesbiana o lésbica a la de una mujer (biológica, optada o transformada) que orienta sus deseos, afectos, genitalidad y eroticidad hacia otra mujer biológica, optada o transformada.
La palabra homosexual proviene del griego homo y significa igual de tal manera que pudiera decirse que homosexual es quien tiene una relación con una persona del mismo sexo, políticamente las mujeres en algunos lugares del mundo, entre ellos Colombia, prefieren usar el término lesbiana.
El termino gay, aceptado por la Academia española de la lengua, es un adjetivo, perteneciente o relativo a la homosexualidad; generalmente es usado también para diferencias a un homosexual militante y políticamente activo miembro de una organización que lucha por los derechos de las minorías sexuales.
Marica, proveniente de María, resalta de forma peyorativa, discriminatoria y despectiva lo femenino de los homosexuales; es un termino que se utiliza por algunos gay con toda intención política a pesar de lo denostado que es su uso en los heterosexuales.
Se designa como queer a un homosexual radical que huye en la construcción de su identidad de las clasificaciones sexológicas haciendo afirmación de su unicidad como también de su excentricidad, replanteándose radicalmente los modelos de subjetividad lineal positivista socialmente aceptados.
Se designa orientación sexual bisexual a la de una mujer o un hombre (biológica/o u optada/o) que orienta sus deseos, afectos, genitalidad y eroticidad tanto hacia hombres como mujeres biológicas/os, transformados/as u optados/as.
Se denomina orientación sexual heterosexual a la de una persona (biológica, optada o transformada) que orienta sus deseos, afectos, genitalidad y eroticidad únicamente hacia otra del otro sexo, ya sea este biológico, optado o transformado.
Se suele creer que todos los transvestis son homosexuales pero el número de transvestis heterosexuales es mucho mayor.
La actividad laboral no es un elemento propio de la identidad sexual, de ahí que trabajos como el sexual u oficios como el transformismo y/o performarse drag queen o drag king no hacen parte de la identidad sexual, sino a la identidad de oficio. Se les denomina “transformistas” a los hombres que asumen por momentos los accesorios, vestidos y maquillajes propios del género femenino pero que éste lo hacen como parte de una actividad artística.
El proceso de construcción identitaria es tan único y particular como los/las/les sujetos/sujetes/sujetas que construyen su sexualidad, dicha unicidad y particularidad dificulta las relaciones sociales de convivencia entre los seres humanos por cuanto en las diferentes identidades existen elementos en común pero igualmente muchas particularidades que hacen que aquellos que se asumen o son asumidos como grupo, por ejemplo las personas trans, los homosexuales, las lesbianas o los bisexuales presenten grandes variaciones las unas con las otras, incluso entre quienes han asumido procesos identitarios que se consideran, desde una generalización que permite la organización social y política, como similares.
Reconocerse único e irrepetible es supremamente importante en la construcción y reconocimiento de la identidad sexual particular pero reconocer-se miembro de una comunidad es supremamente importante para la transformación social, cultural y política y el reconocimiento social de nuestras identidades.
El reconocimiento implica re-conocer al otro en su particularidad y unicidad y en aquellos elementos identitarios en los que confluimos y nos separamos, pero también involucra reconocer las construcciones teóricas, vivénciales y emocionales en las que los otros y nosotros mismos nos movemos, como una manera de poder acompañar-se en el proceso de la construcción de la convivencia solidaria y demostrativa que todos/todes/todas buscamos.

Otredad: Solemos pensar que los otros son simplemente otros, pero no hacemos conciencia de que el otro o la otra al igual que yo tiene conciencia y pertenencia de sí mismo. Al negar al otro niego la propia esencia de mi ser porque el otro tan solo puede ser otro si yo previamente me reconozco igual a mi y por tanto, distinto de el o ella. La abigarrada diversidad de lo existente requiere del ser humano una predisposición a la aceptación de lo diferente. Tal predisposición no es solamente expresión de apertura epistemológica, sino también ética y política. Este hallarse dispuesto a convivir con lo diferente viene prefigurado en la desantropocentrización que impone la vinculación con los demás órdenes de lo vivo. El reconocimiento del valor inherente o intrínseco que poseen las formas no racionales de la vida constituye un valioso antecedente cosmológico para la enunciación de esta ontología de la diferencia (Singer, 1997). Es imprescindible una nueva formulación y edificación de los modos relacionales de los seres humanos entre sí, de los seres humanos con los demás seres vivos y con la totalidad de la naturaleza. Se hace necesario restituir al ser en su particularidad, singularidad y recalcar sobre la irremplazabilidad de los seres. El reconocimiento de la diferencia posibilita el reconocimiento del otro como un auténtico otro y en consecuencia la emergencia de plurales y alternativas versiones explicativas de la realidad (multiverso).[16]

Pareja: Conjunto de dos personas, que tienen entre sí alguna correlación o semejanza, en el que cada una de se considera en relación con la otra; según la constitución colombiana la pareja está conformada por un hombre y una mujer, actitud que niega los derechos sexuales de personas que constituyen relaciones no heterosexuales. Esta concepción relaciona la pareja con el acto procreativo y la conformación de la familia, sin embargo no todas las parejas, inclusive las heterosexuales, se conforman con dichos fines. En Colombia se busca actualmente el reconocimiento de los derechos civiles de las parejas constituidas por personas del mismo sexo tal y como los tienen en otros países del mundo.

Paternar: No se centra en la función biológica de engendrar un hijo o una hija, sino como lo propone el Grupo de Puericultura de la Universidad de Antioquia, esta función es el acompañamiento inteligente -con conocimientos- y afectuoso -con amor- a los hijos e jijas en el proceso de crecimiento y desarrollo -construcción de las metas de desarrollo: autoestima, autonomía, creatividad, felicidad, solidaridad y salud. No es un papel opuesto al maternar sino complementario. Es evidente que se puede paternar sin ser madre biológica.

Persona: Del lat. persōna, máscara de actor, personaje teatral, este del etrusco phersu, y este del gr. πρόσωπον. Persona puede comprenderse como lo que somos, es decir aquello que soporta nuestra máscara (la mascara somos nosotros/as mismos/as); lo que nos hace personas es además aquello que cada otro ser asume que somos nosotros, por eso, en un mismo momento y espacio podemos ser considerados “buenas personas” por algunos y “malas personas” por otros.

Privado: Que se ejecuta a vista de pocos, familiar y domésticamente, sin formalidad ni ceremonia alguna; lo que pertenece a la esfera de la intimidad y se expone a otra persona bajo su secreto profesional. Según Velandia[17], cada persona que acude a un(-a) profesional en busca de apoyo, asesoría, consejería, terapia u otra forma de atención que tenga que ver con su intimidad, honra y buen nombre, espera y confía en que aquello que diga en consulta sea respetado y por tanto no divulgado, así no haya realizado con el/la profesional un mutuo acuerdo explícito al respecto. Dicho Derecho se denomina Secreto Profesional.

Proyecto de vida: articula la identidad personal-social en las perspectivas de su dinámica temporal y posibilidades de desarrollo futuro. Se comprende, entonces, como un sistema principal de la persona en su dimensionalidad esencial de la vida. Es un modelo ideal sobre lo que el individuo espera o quiere ser y hacer, que toma forma concreta en la disposición real y sus posibilidades internas y externas de lograrlo, definiendo su relación hacia el mundo y hacia sí mismo, su razón de ser como individuo en un contexto y tipo de sociedad determinada (D’Angelo, O., 1994).La formación para el desarrollo integral de los proyectos de vida supone la interrelación de los aspectos físicos, emocionales, intelectuales, sociales, culturales y emocionales del individuo en la perspectiva de la configuración del campo de las situaciones vitales de su acción en las diferentes esferas de la vida social. La proyección personal y social es la expresión del ser y hacer de un individuo armónico consigo mismo y con la sociedad, con una conciencia ética ciudadana para la equidad, la responsabilidad, la libertad y la dignidad humana. En este contexto, la propuesta de desarrollo integral del proyecto de vida presta una atención especial a las áreas de autoexpresión y autodesarrollo, relaciones interpersonales, relaciones sociales y vida profesional, teniendo en cuenta sus interacciones con los otros y otras, y las exigencias que se le plantean, confiriéndole una ubicación o posición real en esa red de relaciones.[18]

Público: Se dice de la potestad, jurisdicción y autoridad para hacer algo, como contrapuesto a privado. Lo que se dice o se hace a la vista de todos. Hacer público sin autorización aquello que pertenece a la privacidad y la intimidad de una persona es un delito. Por ejemplo, hacer pública de la vida sexual de una persona aquello que por compartir la intimidad conocemos es delito y una vulneración al los derechos sexuales.

Querer ser: El proceso de construcción del “querer ser” implica una ruptura entendida como una toma de posición frente al “deber ser”. Cada persona se construye a sí misma, tomando elementos del “debe ser” y en especial, tomando como referente sus propias vivencias, explicaciones y sentimientos. Toda toma de posición para su “querer ser” conlleva escoger una entre múltiples alternativas de las propuestas por el “deber ser”:

Relacional: La función relacional consiste en crear la conexión, correspondencia, trato, comunicación de alguien, en una entidad, grupo de trabajo o en al vida cotidiana, con otra persona para, mediante gestiones personales o con el empleo de las técnicas de difusión y comunicación, informar sobre personas, empresas, instituciones, etc., tratando de prestigiarlas (ser reconocida como sujeto de derechos) y de captar voluntades a su favor (que logren obtener lo que jurídica y éticamente les corresponde).

Reproducción humana: La reproducción humana es uno de los fines de la sexualidad. La reproducción es el mecanismo biológico por el cuál se perpetúa la especie humana. A través de este proceso se transmiten los caracteres de la especie de generación en generación. Regular la fecundidad así como procrear o no es parte de los derechos reproductivos.

Salud reproductiva: Es un estado general de bienestar físico, mental y social y no de mera ausencia de enfermedad o dolencia, en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo, sus funciones y procesos. OMS. Se refiere a la capacidad de las personas para disfrutar su vida sexual y reproductiva sin riesgo de enfermedad, discapacidad, muerte o embarazos indeseados o inoportunos; la capacidad de decidir libre y responsablemente acerca del cuerpo, la sexualidad. La reproducción sin causar daño o sufrimiento, físico o emocional, así mismo o a otros seres humanos o a las generaciones futuras. Se refiere no solo al funcionamiento adecuado del aparato reproductor y la función reproductiva, sino también al bienestar y al disfrute sexual; reconociendo los derechos sexuales y humanos que la garantizan y la potencian.[19]

Secreto Profesional[20]: según el Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual[21] es: "La información reservada o confidencial que se conoce por el ejercicio de determinada profesión o actividad". Para Lozano Bedoya, Carlos Augusto, en el documento El Secreto Profesional, publicado por la Defensoría del Pueblo[22]: "... El secreto profesional es un deber para quien por razón de su trabajo llega a tener conocimiento de asuntos que han de permanecer bajo absoluta reserva. El deber del secreto impone al confidente la obligación de ocultar no sólo aquellas revelaciones conocidas por él de manera directa. También lo agrava con el imperativo de guardar silencio aun sobre datos que se relacionen de manera indirecta con tales revelaciones...". Así mismo, según Madrid-Malo Garizabal, Mario[23]: "...Quien hace las confidencias tiene, a su vez, el derecho a exigir el respeto por el secreto de oficio, pues del silencio guardado sobre esas confidencias depende la integridad de otros derechos fundamentales del ser humano...". La Constitución colombiana en su artículo 74, claramente prescribe: "El secreto profesional es inviolable". La Corte Constitucional en la sentencia C-150 del 22 de abril de 1993 afirma: "... Esa calidad de inviolable que atribuye la Carta al secreto profesional, determina que no sea siquiera optativo para el profesional vinculado por él, revelarlo o abstenerse de hacerlo. Está obligado a guardarlo...". En Colombia, cualquier persona que por razón de su profesión u oficio pueda o deba guardar secreto, está protegida con arreglo al artículo 284 del Código de Procedimiento Penal. Existe en la ley la posibilidad de ser cubierto/a por las normas del secreto profesional para aquellas personas que por su actividad actúan en su papel de Confidente Necesario y que por tal razón, conocen hechos pertenecientes al fuero íntimo, personal y familiar de un(-a) tercero/a. Así mismo, el artículo 26 del Código de Procedimiento Penal prescribe que, nadie está obligado a denunciar los hechos punibles eventualmente conocidos por razón del ejercicio de actividades que le impongan el secreto profesional. Aun cuando explícitamente las profesiones relacionadas con la sexualidad no se nombran en el Código de Procedimiento Penal, debido a las razones obvias de su comportamiento ético con respecto a su profesión, están cubiertas por dicho código.

Sexo: Dependiendo desde dónde se le explique, el sexo puede ser entendido primero, como definición biológica; segundo, como definición psicosocial; o tercero como una definición en continuo que imbrica y trasciende a las dos anteriores. Primero, si sexo es una definición binaria eminentemente biológica, entonces, sexo hace referencia a lo que somos genotípica y fenotípicamente como hembras o machos de la especie, Sexo como categoría biológica, en el caso de los humanos, hace referencia a un punto ubicado en un continuo en el que sus extremos son los opuestos reproductivos funcionales, y que caracterizan de manera diferenciada la conformación de los rasgos primarios y secundarios que nos caracterizan y diferencian tales como el sexo gonadal, hormonal, el sistema genital externo e interno, la estructura cerebral, la morfología corporal, la estructura ósea y muscular, la distribución de las grasas y del vello púbico, entre otras. Segundo, si por el contrario sexo es entendido como definición psicosocial, a la definición de macho y hembra debe sumarse la identidad de género comprendida como la única posibilidad de percepción que tiene cada persona de ser hombre o mujer; y el rol de género, en consecuencia, es la expresión de masculinidad en el hombre o de feminidad en la mujer a partir de lo que la sociedad determina como el “deber ser” con que cada individuo debe identificarse y actuar socialmente. Tercero, si sexo es entendido como una definición en continuo, entonces, el concepto imbrica lo biológico a la dimensión psicológica y social de la sexualidad en lo que se concibe bajo la denominación de género. En este caso ya no sólo se habla de hombre y mujer, pensando al primero como masculino y a la segunda como femenina, sino que se entiende que existe una gama de variaciones sexuales. Aun antes de nacer social, cultural y relacionalmente se construye una explicación del sexo para cada persona como macho o como hembra, construcción que en algunos casos no se soporta en la existencia real de lo biológico. Al observar un scanner realizado al vientre de una mujer preñada, si el producto que se gesta se identifica en la categoría “macho”, a partir de una evidencia biológica que es poco evidente, que sólo es una visión de lo más superficial de la biología humana, se asignan unas propiedades, en este caso se afirma y se espera que ese “macho” sea fuerte, saludable, recio, resistente.

Sinergia: Acción de dos o más causas cuyo efecto es superior a la suma de los efectos individuales. Concurso activo y concertado de varios órganos para realizar una función.

Sociedad: Es el término que tanto al conjunto de personas como a todas las relaciones organizativas generadas por los individuos de un mismo sistema social y Cultura.

Sujeto de Derechos: Ser Sujetos de derechos en las políticas públicas, en una condición sine qua non que le posibilite al sujeto social la posesión de una clave de lectura de la realidad, con conciencia de su propio ser y de su operar, y con la suficiente autonomía para liberarse de los condicionamientos y manipulaciones de los otros y las otras, confrontando su solidaridad con la de otros, y a su vez individual y societalmente vayan construyendo su identidad.[24]

Sujeto relacional: Puede ser entendido de dos formas: primera, quien construye su identidad personal en la red de interacciones con los otros sujetos; segunda; quien establece los vínculos entre dos personas, o entre una persona y una entidad para que el sujeto de derechos y quien esta en condiciones de hacerle valen dichos derechos puedan encontrar-se y realizar-se plenamente en sus derechos.

Sujeto social: La educación posibilita que el sujeto devenga “sujeto social”, a partir de la adquisición de pautas culturales de relación, discriminación de normas y del discernimiento de las consecuencias sociales de sus elecciones personales. El sujeto de la educación es considerado “sujeto social”, efecto de lugar, de determinaciones familiares, sociales, económicas, pero con una responsabilidad frente a sus elecciones. Esta concepción supone que las características del sujeto son dependientes del lugar que ocupa en la red de relaciones, por lo que la educación debe promover al sujeto a nuevos lugares sociales.[25] Implica la no discriminación, su participación activa en los temas que les competen y la promoción y protección de sus derechos por parte de la sociedad desde el momento en que nacen, ser reconocidos como ciudadanos.

Transexual: Un hombre transexual es aquella persona que pertenece psíquicamente al género masculino como su género optado, a pesar de haber nacido con anatomía de mujer. Una mujer transexual es aquella persona que pertenece psíquicamente al género femenino como su género optado, a pesar de haber nacido con anatomía de hombre. Una persona transexual no desea los caracteres del sexo con el que ha nacido sino que le apetece un cuerpo que sea acorde con su género optado. Se es transexual así la persona quirúrgicamente, con aplicación de hormonas y/o con trucos o rellenos, transforme o no su cuerpo, para aproximarlo al cuerpo deseado.

Transgénero: Transgénero es un término que describe un amplio rango de personas que experimentan y/o expresan su género de forma diferente de lo que esperaría la mayoría de la gente. Es un término amplio que incluye a las personas transexuales, travestis, como así también todo aquél o aquélla que expresa características de género que no corresponden con las características tradicionalmente asociadas al sexo (o al sexo que se asume) de la persona. Transgénero no es una orientación sexual. Algunas personas transgéneros pueden definirse como transexuales mujer-a-hombre u hombre-a-mujer, y pueden tomar hormonas recetadas por un médico y hacerse cirugías de reasignación del género. Otras se identifican como transgéneros porque no se sienten cómodas con el género masculino o femenino exclusivamente. Trangenerísta hace referencia a la conducta y no a la persona, a ella se hace referencia como transgénero.

Unicidad: No hay nadie como yo, nunca lo ha habido ni lo habrá, soy tan unico/a que soy incluso distinto/a de mi mismo/a a pesar de que en esencia sigo siendo yo.

Universo: En la escuela, en la vida cotidiana, se nos ha formado para ser "objetivos", dicha objetividad nos lleva a "comprender que tan solo hay una explicación, un único verso posible para cada realidad que pretende explicarse, olvidando que las herramientas con las que podemos observas sean estas conocimientos, aparatos exosomáticos o experiencias influyen en nuestra mirada y construcción, como también lo hace el medio y nuestra relación con la cosa observada.

Visibilizar-se: Hacer-se manifiesto, evidente. Llamar la atención hacia las necesidades, objetivos, acciones. Es lo que se busca, por ejemplo, al hacer conciencia del género, las orientaciones sexuales, la violencia sexual contra los y las infantes. Hablar y escribir en masculino y femenino es una forma de hacer visible, en el lenguaje, la existencia de los derechos de las mujeres.

Vivencia: Es el hecho de experimentar algo, y su contenido. Los tipos posibles de vivencias o de modos de conciencia pueden relacionarse con la clásica distinción entre la conciencia de la práctica (de las experiencias), la conciencia emocional (de las emociones) y la conciencia intelectual (de las explicaciones o la construcción de éstas).

[1] Corte Constitucional. Sentencia C-349 de 1993.
[2] Corte Constitucional. Sentencia C-027 de 1993.
[3] http://www.wfmh.org/wmhday/wmhdspanish2002/sec1_pt1_overview.htm
[4] http://www.ucm.es/info/eurotheo/diccionario/S/index.html
[5] http://www.wfmh.org/wmhday/wmhdspanish2002/sec1_pt1_overview.htm
[6] Diana: Punto central de un blanco de tiro.
[7] Simone de Beauvoir, (1962). El segundo sexo. Siglo Veinte, Buenos Aires.
[8] http://www.msd.es/publicaciones/mmerck_hogar/seccion_07/seccion_07_088.html
[9] Disforia de género: Desacuerdo profundo entre el sexo biológico y el sexo psicológico. En: OMS, CIE-10: The ICD-10 Classification of Mental and Behavioral Disorders, Diagnostic criteria for research, 1992.
[10] Ese transito identitario ocurre con la asunción de cambios en la imagen corporal y hacia comportamientos considerados propios del otro genero.
[11] Velandia Mora, Manuel Antonio (2006). Identidades sexuales móviles: El derecho a estar siendo o la posibilidad emocional, teórica y experiencial de comprender las masculinidades In: Saberes, culturas y derechos sexuales en Colombia. Ed.: Tercer mundo editores, Centro Latinoamericano de Sexualidad y Derechos Humanos (CLASDH) y el Centro de Estudios Sociales de la Universidad Nacional de Colombia (CES), Bogotá.
[12] Velandia (2006), pagina 304, afirma que la “identidad es igualmente móvil porque “está siendo” ecosistémica y culturalmente, y puede entenderse como una mezcla entre aquello que “se espera que sean” y lo que ellas mismas “desean ser”.
[13] Velandia Mora, Manuel Antonio (2005). Las identidades móviles de los, las, les seres. In: Bioética y sexualidad.1ª ed. Ediciones El bosque, Bogotá.
[14] Velandia Mora, Manuel Antonio (1999). Y si el cuerpo grita... (Dejémonos de maricadas).; Bogotá: editorial Equiláteros
[15] Roth Deubel, Andrénoel. Políticas Públicas: Formulación, implementación y evaluación. Cómo elaborar las políticas públicas, quién decide, cómo realizarlas, quién gana o pierde. Ediciones Aurora. Bogotá, septiembre de 2002.
[16] Singer, Peter 1997 Repensando la vida y la muerte. El derrumbe de nuestra ética tradicional. Paidós. Barcelona.
[17] Velandia Mora, Manuel Antonio. (1999). Una Ética Universal para el Manejo Profesional de la Sexualidad, Derechos de Humanos y Humanas: Derechos Sexuales. En: Revista Latinoamericana de Sexología. Edición Especial. Volumen 13. Números 1, 2 y 3. Bogotá. Paginas 84 a 99.
[18] Proyecto de Vida como categoría básica de interpretación de la identidad individual y social" Dr. Ovidio S. D´Angelo Hernández. http://168.96.200.17/ar/libros/cuba/angelo8.rtf
[19] La sexualidad .y la salud reproductiva. Módulo pedagógico para formadores. Consejería presidencial para los derechos humanos. Argelia Londoño. Sin fecha.
[20] Velandia Mora, Manuel Antonio. (1999). Una Ética Universal para el Manejo Profesional de la Sexualidad, Derechos de Humanos y Humanas: Derechos Sexuales. En: Revista Latinoamericana de Sexología. Edición Especial. Volumen 13. Números 1, 2 y 3. Bogotá. Paginas 84 a 99.
[21] Editorial Heliasta, Buenos Aires, 1986.
[22] Su Defensor; Nº 9, abril de 1994.
[23] Derechos Fundamentales, Editorial ESAP, Bogotá 1992.
[24] El Niño como Sujeto Social de Derechos http://www.intec.edu.do/~cdp/docs/comosujeto.htm
[25] http://intercultural.eresmas.com/Textos/educacion_intercultural.htm