miércoles, 27 de julio de 2011

En Colombia derechos a medias: la Corte Constitucional pasa al Congreso decisión sobre matrimonio de parejas del mismo sexo

Por Manuel Velandia Mora
España 26.07.11
La historia por la lucha legal en el tema de los derechos de los homosexuales y las lesbianas por dejar de ser consideradas/os ciudadanos de segunda clase hoy ha tenido un nuevo escollo, la Corte Constitucional ha pasado al Senado de la republica la decisión sobre la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo. En un inaudito pero esperado fallo tendremos que esperar dos años para poder casarnos.

Por primera vez la Corte obliga al Senado a tomar decisión por considerar que este es quien debe hacerlo; si no la toma en dos años, la Corte aprueba automáticamente matrimonio. En este momento el foro pasa al Congreso que en seis oportunidades ha fallado en contra los proyectos de ley presentados. Si se pasan los dos años que ha dado la Corte de plazo al Congreso para definir sobre el matrimonio de personas de mismo sexo y no se ha aprobado ningún proyecto de Ley al respecto, antes del 30 de junio de 2013 -incluso alguno que esté en trámite-, los homosexuales y lesbianas se podrán casar en una notaría; la decisión se ha tomado por unanimidad (9 votos).

Como era de esperarse ha primado el moralismo judeocristiano sobre el interés por los derechos, posiciones que fueron interpretadas por diferentes analistas como  “divisiones” entre los magistrados, en los que previamente se había mostrado un consenso acerca de que en Colombia existía un "déficit de protección" para las parejas homosexuales. Déficit que hoy NO se ha saldado a favor de los homosexuales y las lesbianas sino que da una espera de dos años. Colombia ha mostrado una vez más que la democracia tiene sus bemoles y por ahora continúa la discriminación a minorías sexuales aun cuando queda una puerta abierta a la esperanza.

Este fallo, a pesar de lo controversial que pueda parecer es un triunfo de la comunidad LGTBI colombiana, Colombia se une al grupo de los países que han aprobado el matrimonio, pues en caso de que no haya decisión favorable en el senado, automáticamente entraría a regir la sentencia de la Corte, que ha señalado que los homosexuales “tienen derecho a conformar una familia” y puede “con la misma solemnidad del matrimonio heterosexual establecer un vínculo, con consecuencias similares al de una pareja heterosexual", ha dicho Juan Carlos Henao, presidente del tribunal.  La corte considera que la definición de matrimonio “no conlleva una prohibición a que exista un vínculo jurídico similar o igual al de las parejas heterosexuales”.

Esta lucha nace con la propuesta de la senadora Margarita Londoño presentada al Congreso colombiano el 8 de septiembre de 1999 por el cual se buscaba se protegieran y reconocieran los derechos de las mujeres y hombres bisexuales y homosexuales. Propuesta que fue reivindicada y asumida por la Senadora Piedad Córdoba en 2002. El Senador Carlos Gaviria Díaz presentó en septiembre de 2002 el Pliego de modificaciones al Proyecto de la Senadora Córdoba radicándolo como Proyecto de Ley Nº 43 de 2002 "Por el cual se reconocen las uniones de parejas del mismo sexo, sus efectos patrimoniales y otros derechos". El proyecto pasó en su discusión en primera instancia con nueve votos a favor y uno en contra.

El Senado ordenó el 27 de agosto de 2003 archivar el proyecto de ley que buscaba igualdad para parejas del mismo sexo, presentado por Piedad Córdoba. 55 senadores votaron por el hundimiento del proyecto que hubiera permitido a los homosexuales tener derecho a heredar los bienes de su pareja, ingresar como beneficiario al régimen de seguridad social y recibir la pensión de sustitución. Sólo 32 legisladores, entre los que se cuentan la mayoría liberal y el Polo Democrático Independiente, negaron la proposición de Gómez Hurtado que fue presentada con el argumento de que el proyecto iba en contra del concepto de familia y el derecho a la igualdad.

En la plenaria del Senado el 11 de octubre de 2006 discutió un proyecto de ley sobre el reconocimiento de los derechos patrimoniales a las parejas del mismo sexo, tras una votación que causaría controversia después de que senadores evangélicos intentaran sabotearla, por lo que pasó a la Cámara de Representantes para ser discutido también. Finalmente, ante un problema de conciliación entre ambas cámaras sobre el proyecto, y como un hecho que casi nunca se había presentado en Colombia, se decidió archivar el proyecto faltándole básicamente nada para su aprobación.

El 7 de febrero de 2007 fue aprobada por la Corte la unión marital de hecho entre homosexuales y algunos derechos patrimoniales de la pareja. Se estableció que para que estos cobrasen vigencia la pareja debía llevar por lo menos dos años de convivencia. Ese mismo año se transmitió un proyecto de ley (Proyecto de ley 214 de 2007 Senado, 005 de 2007 Cámara) en el Congreso que buscaba reconocer los derechos patrimoniales de las parejas del mismo sexo, tras ser aprobado en Cámara de Representantes se hundió en la fase final de conciliación en el Senado. Un poco más tarde la Corte Constitucional estableció que las parejas del mismo sexo podrán afiliarse conjuntamente al sistema de seguridad social.

El 17 de abril de 2008, la Corte Constitucional falló permitiendo que  las parejas en unión marital de hecho acceder a la pensión de sobreviviente.

El 28 de enero de 2009 la Corte Constitucional decidió la modificación de 42 normas incluidas en aproximadamente 20 leyes, con el fin de lograr una equidad entre parejas heterosexuales y homosexuales, excepto en el asunto de la adopción y el matrimonio.

El 11 de noviembre del 2010, se discutió en la Corte Constitucional, una acción de constitucionalidad interpuesta contra el artículo 113 del Código Civil que define el matrimonio como "un contrato por el cual un hombre y una mujer se unen con el fin de vivir juntos, procrear y auxiliarse". La Corte decidió inhibirse, es decir, abstenerse de decidir sobre el fondo del asunto, aduciendo que los argumentos de la demanda no tenían el suficiente peso jurídico como para manifestar su violación.

miércoles, 6 de julio de 2011

Los maricas y los medios ¿Un romance en crisis?

Manuel Antonio Velandia Mora
España, 2011
Para los seres humanos dejar de ser invisibles es bien difícil, en especial si no se logra ser un personaje público. Las minorías sexuales fueron invisibles durante mucho tiempo, tal vez por ello el hecho de que los homosexuales, maricas y gay quisieran comunicar sus pensamientos -ya fuera con fines comerciales o eminentemente políticos-, fue fundamental en la consolidación de los medios de comunicación producidos por éstos.
Cada medio y cada escritor han construido una representación cultural a partir de la cual determinan no sólo quién, sino además qué y dónde se publica; ello se evidencia especialmente cuando quien escribe es o no propietario del medio y, aún más, cuando el posible lector, medio, director, editor y escritor tienen una orientación sexual explicita, como sucede con los medios publicados por y para homosexuales.
El estudio de las revistas como reacción a la política de la identidad excluyente o como reafirmación del “deber ser” de los homosexuales tiene una gran significación ya que los medios producidos por los maricas les permitieron a estos tener más visibilidad y abrir el camino para demandar ciertos derechos civiles.
La importancia de los primeros aportes del Movimiento Homosexual, que se refleja en algunos de sus medios de comunicación y se niega en otros, estuvo en crear las condiciones teóricas, prácticas y emocionales para que otros homosexuales, maricas y gay (además de otras personas, en otras identidades sexuales, de cuerpo y de género) pudieran darse cuenta, al igual que nosotros lo hicimos, de que la pulverización culpabilizada en la que querían ubicarnos tenía como epigénesis lo que hasta ese momento era imposible: La abolición de los límites entre lo íntimo y lo público. Límites que posteriormente también han sido trascendidos por personas no identitadas y post-identitarias.
En Colombia, múltiples han sido los intentos de los homosexuales, muchos menos los de las lesbianas y casi nulos los de las personas transexuales, travestis y bisexuales por crear publicaciones que los tengan como población objeto. Entre esos intentos se destacan, por su permanencia en el tiempo, dos publicaciones bogotanas de las últimas dos décadas del siglo XX, que tuvieron circulación nacional: Ventana Gay (agosto de 1980, 23 números) y Acénto (noviembre de 1997, ocho números). Dos publicaciones bastante diferentes entre sí en la mayoría de sus aspectos, aun cuando tuvieron en común una orientación homosexual y que sus directores, editores, escritores y lector también lo eran en su gran mayoría.
Sobre Ventana Gay y Acénto, como corpus de análisis, se realizó la investigación de Roberto Alejandro Morales Rubio denominada “MAgayZINES: 30 años de impresiones diversas”; un trabajo que por su profundidad y seriedad investigativa y metodológica dista substancialmente de un típico trabajo para obtener un título de pregrado, y que además es de gran importancia por el momento histórico que atraviesan los movimientos de minorías sexuales colombianos, lo cuales continúan en pos de sus derechos sociales, culturales y sexuales en un país caracterizado por su LGBTfobia, sus múltiples crímenes de odio y la presencia de muchos homosexuales y gay que generalmente recurren a la negación, para evitar reconocerse política y conceptualmente como maricas. Tal vez, por ello vale la pena decir que la Ventana Gay debió llamarse Ventana Marica como bien lo decía yo en sus momentos, y es preciso acentuar que Acénto siempre fue gay, en su versión más light.
Morales Rubio no sólo es un Comunicador Social quien se interesa por la maricada, es un conocedor del papel contracultural que las minorías sexuales juegan en el cambio de la sociedad y la cultura, ya que, en su carácter contracultural y como minorías, son dinamizadores continuos y permanentes de la sociedad; ellos mismos y sus vivencias son cultura dado que la sexualidad más que un hecho biológico es un hecho cultural.
Al ser el deseo y las sexualidades construcciones socioculturales; y la vivencia, explicación y emociones generadas por ellas eminentemente particulares, se pone en tela de juicio el significado de masas y se incrementa el sentido de la marginalidad y la particularidad; por supuesto, para quienes hoy siguen el modelo falocrático de la jerarquía de poder y la representatividad organizacional aún no es clara la relación entre el significante y el significado, por cuanto siguen creyendo que esos pequeños cambios conseguidos en la norma jurídica son el fin y no el medio para transformar la cultura -y con ella la sociedad y sus relaciones de poder-. La verdadera enemiga es la civilización y especialmente lo es la cultura.
Las masculinidades, las feminidades, los tránsitos identitarios y las orientaciones sexuales se construyen con referentes hegemónicos, se vivencian de una manera particular en cada espacio-tiempo y persona, pero además tiene referentes comunes en diferentes países e incluso continentes; por ello, esta exploración, que a la vez es un llamado de atención a la necesidad de comprender los márgenes y las marginalidades, abre las puertas a una línea de estudios que posibilita no sólo comprender las diversidades sexuales, sino especialmente los movimientos contraculturales y contrasexuales; igualmente, el poder que la masculinidad hegemónica y su concepción de la homosexualidad poseen para determinar las vivencias, las explicaciones y las emociones que las sociedades, los directamente afectados -y en muchos casos los mismos estudiosos y lectores- dan a las/sus sexualidades.
En cuanto a medios de comunicación orientados a la masa, a la población en general, es pertinente mencionar y recordar que éstos, en Colombia, han abierto sus páginas, pantalla y micrófonos al tema de la homosexualidad y a los homosexuales, aun cuando ello ha requerido una gran constancia de los interesados para que sea así. Revista Semana fue el primer medio de amplia circulación en solicitar a una persona homosexual en Colombia publicar un artículo, éste apareció en el número 16, el 20 de septiembre de 1982 y se tituló Hacia una liberación gay. La misma revista fue pionera en publicar en la Web un artículo relacionado con homosexuales; Política Sexual en Colombia salió a la luz pública el 3 de septiembre de 2001, en la edición 1005, en la sección “Opinión on line”. Dejémonos de maricadas fue el primer blog con temática homosexual publicado en Colombia; el primer post se difundió en Semana.com el 10 de noviembre de 2006 y su título fue Salir o no salir: esa es la cuestión.
RCN Radio fue la primera cadena radial en invitar a un homosexual a colaborar de manera ocasional es un programa de emisión diaria; la invitación vino de parte de Marta Lucía Palacio en su programa Hablemos de sexo. La primera entrevista en la televisión fue realizada en 1979 en el Noticiero de las Siete por el periodista español José Fernández Gómez, siendo directora Cecilia Orozco.
La persona invitada en estas cinco oportunidades fue el mismo ser que escribió estas líneas.
Este texto fue escrito como prólogo a la investigación “MAgayZINES: 30 años de impresiones diversas” de Roberto Alejandro Morales Rubio. Una investigación sobre medios de comunicación de homosexuales en Colombia, a finales del siglo pasado.
Espero que alguna editorial que entienda la importancia de los estudios sociales sobre la historia crítica de las poblaciones vulnerables y vulneradas se interese por este tema, Colombia lo necesita. Otras publicaciones de Morales se ubican en www.behance.net/ticomorales  o www.issuu.com/ticomorales

Versión PDF disponible en http://es.scribd.com/doc/59428519/Los-maricas-y-los-medios-%C2%BFUn-romance-en-crisis