lunes, 6 de agosto de 2007

5 sexológos hablan de violencia y homosexualidad

Manuel Velandia Mora
Publicado en Revista Acénto, 1998, Bogotá


En Caracas se celebró el Congreso Mundial Violencia 98. En el se hicieron presentes destacados científicos especializados en diferentes áreas del conocimiento.

El Sexólogo colombiano Manuel Antonio Velandia fue invitado como tallerista y conferencista a dicho evento y allí sostuvo una serie de diálogos con sexólogos de reconocida importancia internacional. Por considerarlos de importancia por la continua referencia que desde sus respectivos campos de investigación se hace a la homosexualidad en sus países, la Revista Acénto con motivo de una ocasión tan especial como es el Día Gay Internacional ha querido hacer conocer de sus lectores las siguientes entrevistas:

Louis Gooren: No soy un santo, solo trato de...
María Pérez Conchillo: El cerebro es la última frontera de la Humanidad
Eli Coleman: Los homosexuales y lesbianas experimentan la cultura del abuso
Thore LangfeldtLa sociedad debe cambiar sus actitudes hacia los jóvenes homosexuales
Yodalia Leyva Marin: Fresa y Chocolate ayudó a cambiar la situación de los homosexuales en Cuba.

Agradecemos el apoyo en traducción de la Dra. Elizabeth de DeGonnel de la Fundación para la Educación y Desarrollo de la Inviolencia FEDI, sede Venezuela.

No soy un santo, solo trato de...

Louis Gooren es Profesor de Medicina en la Free University Hospital de Holanda, especialista en asuntos hormonales y miembro de una fundación que trabaja en ecología biológica.
MV: ¿Qué hace Usted en un Congreso Mundial de Violencia?
Me dedico a la asistencia clínica de pacientes en lo relacionado a la sexualidad y a cualquier otro tipo de síndrome relacionado con hormonas y estas vivencias son en algunos momentos causantes de violencia.
MV: ¿Qué es un transexual?
LG: Un transexual es alguien cuyo cuerpo no se identifica con lo que piensa de sí y desea ser, por ejemplo, puede tener un cuerpo de hombre con genitales de hombre pero desearía tener un cuerpo de mujer y genitales que le correspondan. También apoyo a otro tipo de personas que no logran aceptarse por que tienen dudas o confusión entre su mente y su cuerpo. Hacemos tratamientos con hormonas y su respectivo apoyo emocional antes de llegar al cambio definitivo a través de cirugías.
MV: ¿Quiénes hacen el cambio de su morfología genital lograr llegar a ser felices con su nuevo cuerpo o por esta situación tienen crisis posteriores?
LG: Previo a la operación los psicólogos y psiquiatras tratan de ver si realmente la persona está preparada para los diversos cambios por los que debe pasar porque ningún caso es igual a otro y porque una vez se hace el cambio es imposible regresar. La operación es un gran adelanto pero no es la solución perfecta porque siempre quedan secuelas; si la persona estuvo 20 o más años con un pene y de pronto se observa con “vagina” es como volver a empezar a vida; generalmente quedan contentas con sus genitales, pero ello también depende de la pericia y experiencia del cirujano plástico que hace la operación. También les hacemos terapia para la voz y el trabajo con sus cuerdas vocales.
MV: ¿La ley como apoya a los transexuales en su país?
LG: En holanda, las personas que han cambiado su sexo tienen que cambiar su identificación para la de su sexo nuevo. La mujer que se convierte en hombre debe prestar su servicio militar.
MV: ¿Es tan grave en Holanda la situación de transexualismo como para que sea necesario crear una organización que los apoye?
LG: No, no es muy común, sin embargo el 40% de mis pacientes lo son. El gobierno decidió reacondicionar centros especializados como existen los de Otorrinos o los de transplantes. El 60% de nuestros casos son de hombres que desean ser mujeres.
MV: En Colombia y algunos otros países poco desarrollados la situación económica y social no posibilita a las personas decidirse por hacer el cambio de su morfología genital, incluso no consultan con un especialista y recurren a hormonas desarrolladas para ser aplicadas a animales. ¿Es posible que ciudadanos de otros países obtengan servicios en su institución?
LG: No, no podemos hacerlo porque somos financiados por nuestro gobierno. En Holanda la seguridad social cubre los costos que se estima pueden llegar a los nueve mil dólares; hemos apoyado con información a científicos ingleses y franceses, aun cuando en Inglaterra no se permiten las operaciones de cambio de sexo. Es muy preocupante que no se les posibilite ser lo que desean ser. Algunos se niegan a que tengamos este servicio e incluso hay detractores, pero se ha encontrado que la cuestión va mucho más allá del deseo; es una cuestión que tiene que ver con el cerebro y con lo biológico y por lo tanto hace parte de la necesidad del bienestar para el ser humano.
MV: ¿Su homosexualidad influye en su determinación de apoyar cómo científico a estas personas?
LG: Sí, la vida no ha sido fácil para mí. Yo no decidí ser homosexual, yo nací homosexual. En lo que ha científicos trabajando con hormonas se refiere pienso que es una labor Importante apoyar a quien ha sido infeliz por muchos años y con quien la sociedad ha sido muy cruel. Yo en mi caso he podido contar con una familia muy cálida y respetuosa, que ha sabido darme el apoyo necesario. Otros no han tenido esa suerte y yo decidí apoyarlos, yo trato de darles coraje y fe a las personas que tienen estos problemas sexuales partiendo de que si yo he sido feliz quiero que otros también lo sean, pero yo no soy un santo, no hago milagros, solamente trato de. Aveces me pongo molesto con algunos pacientes que desean todo muy rápido y se ponen obsesivos compulsivos. Todo el tratamiento requiere un manejo serio, integral, muy ético y científico, y una actitud muy profesional de parte de quienes hacen el tratamiento.

El cerebro es la última frontera de la Humanidad

María Pérez Conchillo (MPC). Vicepresidenta de la Sociedad Mundial de Sexología y de la Federación Española de Sociedades de Sexología. Doctora en Psicología. Juan José Borras (JJB) Presidente de la Federación Española de Sociedades de Sexología y Miembro del comité científico de la Sociedad Mundial de Sexología. Son pareja en lo afectivo y en lo profesional y Fundadores del Instituto de Psicología y Psicoterapia.
MV: ¿A qué hace referencia su trabajo denominado Sexo a la Fuerza?
JJB: A que las personas cuando hablan de violencia tratan de identificarlo con agresión dejando pasar que puede haber muchas otras formas de ejercerla. Normalmente no se asocia la agresión física con otras formas mas sutiles y eficaces en cuanto a dañar, presionar o hacer sufrir a las personas, por ejemplo algunas de estas formas de violencia social lo son la violencia hacia los homosexuales o hacia cualquier situación no heterosexual.
MV: ¿El pensamiento judeocristiano influye en estas formas de violencia?
JJB: La tradición judeocristiana fundamenta la idea de que la conducta debe responder a un fin “natural” que supuestamente es la reproducción y deja afuera todo tipo de conducta desde la masturbación hasta cualquier conducta “no heterosexual”, justificando una sociedad occidental claramente hostil, violenta e intolerante hacia la opción no heterosexual, aun cuando nadie ha podido constatar que se haya podido modificar la orientación sexual de alguien. En la cultura europea, en los Estados Unidos y Latino América es origen y figura de referencia de las ciencias de la salud en la transición entre el siglo pasado y el presente que llevó al terreno de la patología la orientación no heterosexual e influyó terriblemente en buena parte de los psiquiatras de nuestro siglo. Desde Freud --quien en vez de enfermedad hablaba de desviación del proceso de maduración y de un tratamiento de modificación de conductas con técnicas aversivas-- algunos profesionales poseen actitudes sexofóbicas, por fortuna actualmente las grandes instituciones de salud empiezan a incorporar el criterio de que la homosexualidad no es una enfermedad y que no debe ser aceptado para tratamiento a alguien que desee cambiar su orientación homosexual. Todos los profesionales deberíamos encaminarnos a posibilitar una sociedad menos violenta y más respetuosa con las diferencias.
MPC: Se justifica la sexualidad con el fin de la reproducción. La tradición religiosa nos habla de que esto es un valle de lágrimas, y que hay que sufrir y padecer el sacrificio. El sufrimiento es un valor, un sometimiento que niega el disfrute, una manifestación de poder negativo. Hay un miedo y negación al placer. Se niega el amor entre dos homosexuales porque al igual que en muchos heterosexuales es una relación de placer.
MV: ¿Cuándo Usted habla de homosexuales incluye también a las lesbianas?
MPC: La homosexualidad es de hombres y mujeres e incluye el lesbianismo, la homosexualidad femenina. A muchas mujeres no les gusta este término, lo consideran políticamente incorrecto, eso lo sabemos, pero pensamos que es más sencillo hablar así.
MV: ¿Por qué a una pareja heterosexual le interesa el tema de la homosexualidad?
MPC: Bueno nos llamó mucho la atención en la consulta que detrás de la falta de deseo, de la depresión y su angustia lo que había era una imposibilidad de expresar su deseo homosexual. Se habla mucho de heterosexualidad pero poco de homosexualidad y de alguna manera queríamos dar testimonio de ese sufrimiento ya que abogamos desde la sexología por el respeto de las libertades. Entendemos que los homosexuales y lesbianas muchas veces están en el armario y les cuesta expresarse socialmente, que no pueden ser discriminados en absoluto o estar marginados. Recordemos que las leyes no son solo papel y que en la constitución española está explícito que nadie debe ser discriminado por su orientación sexual.
MV: ¿La falta de empoderamiento de la identidad homosexual posibilita que sean sujetos objetos de violencia
MPC: No sé que decirte. Los homosexuales y lesbianas sí que tienen clara su identidad sexual; tal vez el problema está en la orientación sexual o en que en general la persona que ha sido educada en violencia se expresa violentamente.
JJB: La adquisición de la identidad sexual es un proceso y como tal no es algo cerrado absolutamente sino que tiene límites ampliamente flexibles. La sociedad pone muchos límites y da tranquilidad encasillar a la gente, lo que justifica que algunos que se salieron de “los límites” vengan preocupados a consulta.
MPC: La gente se asusta cuando dices que la orientación sexual es dinámica, que a lo largo de su vida una persona puede tener una orientación homosexual siendo predominantemente heterosexual. Debemos relacionarnos como personas y reconocer que la identidad no se contagia, que en algún momento de la vida puede cambiar el interés y que eso ocurre. Yo tengo dos hijos y no sé si van a ser homosexuales e incluso si en algún momento yo voy a tener una orientación homosexual.
JJB: Yo quería enfatizar en nuestra sociedad que el hecho de que la elección no sea neutra enmarca lo que yo llamo la violencia hacia la orientación homosexual. No siendo tolerante y respetuosa nuestra sociedad es muy difícil que la vivencia del hecho homosexual esté en igualdad de condiciones de la heterosexual.
MV: ¿Los resultados de sus investigaciones le interesa más a los homosexuales que a los heterosexuales?
MPC: Nosotros hemos investigado para todos. Tenemos muy buenas relaciones con el Colectivo Lambda que funciona en España y que reúne a gay y lesbianas, y lo hemos hecho con mucho cariño para ellos, pero también para los heterosexuales buscando resolver la angustia en la familia. Hay una visión muy negativa de la homosexualidad que muchas veces se asocia con no sé que tipo de perversión o de enfermedad muy grave. Hay que dignificar el hecho homosexual; las personas heterosexuales somos como somos, ni mejores ni peores, maravillosas y terribles al igual que los homosexuales. Nos angustian también los chicos jóvenes, sabemos que tienen muchos menos problemas y son mucho más felices los que tienen soporte familiar así no tengan el soporte social. Los colectivos de gay y lesbianas son necesarios como un espacio donde expresarse, para no tener que vivir permanentemente en una jaula que les constriñe y no les permite expresar su sexualidad.
JJB: El cerebro es la ultima frontera de la humanidad y de ninguna manera podemos creer que esta sociedad será libre si no aceptamos y entendemos a todas las personas sea cual sea su orientación sexual, su peculiaridad, “su diferencia”.

Los homosexuales y lesbianas experimentan la cultura del abuso

Eli Coleman
Ph.D. es Presidente de la Sociedad Mundial de Sexología, Profesor y Director del Programa de Sexualidad Humana del Departamento de Familia y de la práctica en Salud Comunitaria de la Escuela de Medicina de la Universidad de Minnesota en EEUU.
MV: ¿Qué es una Conducta Sexual Compulsiva (CSC)?
EC: Una CSC es una conducta que ocasionalmente va dirigida por una ansiedad y que no está conducida por un deseo sexual, podría ser motivada por otro tipo de mecanismos, como por ejemplo la depresión; parece que la ansiedad es en la mayoría de las veces lo que las causa; la conducta compulsiva alivia temporalmente la ansiedad, pero usualmente está seguida de culpabilidad y de estrés convirtiéndose en un problema psicológico perpetuo. Una conducta sexual normal existe durante un amplio espacio de vida; una CSC es un elemento discontinuo que se presenta en un momento determinado de la vida en que la persona experimenta mucha fantasía y urgencia, lo que la conduce a comprometerse en conductas sexuales sobre las cuales no tiene control. Las personas con CSC provienen de familias en las que han sido abusados física, emocional o sexualmente. Una de las cosas que hace muy importante entender la CSC podría ser evitar hacer un diagnóstico que podría ser usado en forma muy dañina de patologizar una conducta sexual normal. Una persona con parámetros conservadores de sexualidad podría opinar que la homosexualidad es una CSC.
MV: Se tiende a creer que la conducta sexual de los homosexuales los obliga a tener relaciones sexuales clandestinas y esto es entendido como compulsivo ¿Los homosexuales tienen más CSC que otras personas en la sociedad?
EC: Esta es una excelente pregunta. En muchas sociedades en donde no se puede expresar abiertamente la homosexualidad, los homosexuales que son forzados a vivir en secreto su conducta fácilmente pueden sentirse culpables y muy avergonzados por tenerlas; en estas sociedades permanentemente se les crean problemas a los homosexuales y esto puede generar depresión, suicidios, inducir al uso de drogas o al alcoholismo y convertir su conducta sexual en algo muy compulsivo. Yo creo que muchos hombres gay y mujeres lesbianas experimentan una cultura del abuso y esto es tan negativo como si la familia hubiera abusado de la persona.
MV: Es verdad que los homosexuales sexólogos son compulsivos en tratar de explicar la homosexualidad?
EC: Haber crecido en un medio ambiente como el de mi familia en que no fui aceptado como gay fue una motivación para estudiar la homosexualidad e intentar educar a la sociedad y ayudar a mis pacientes a tratar de sobreponerse a los problemas que yo mismo tuve que sobreponerme. Como científico de la sexualidad mi homosexualidad no ha sido un problema, yo no lo oculto pero no creo ser identificado como un sexólogo gay ya que soy mas reconocido como investigador. Para mí es muy extraño lo que pasa en Latino América pues es muy diferente a lo que sucede en los Estados Unidos en donde los científicos no ocultan su homosexualidad; aquí los sexólogos homosexuales están ocultos, incluso tú eres una de las más raras excepciones que yo he conocido.
MV: ¿Para un homosexual que está en crisis por su situación sexual le es más positivo recibir el apoyo de un terapeuta homosexual que el de un heterosexual?
EC: Esta es otra muy buena pregunta. Yo no creo que el terapeuta deba ser homosexual, lesbiana, o heterosexual, pero debe ser abierto mentalmente, no tener prejuicios como tampoco un mínimo rastro de homofobia o de heterosexismo. Las creencias positivas sobre sí mismos de los gay y lesbianas que son terapeutas ayuda a sus pacientes a asumir una vida sana como tales. La ventaja de trabajar con estos terapeutas es que ellos entienden las experiencias de sus pacientes y pueden llegar a convertirse en sus modelos y demostrar que también pueden ser aceptados en la sociedad como profesionales.

La sociedad debe cambiar sus actitudes hacia los jóvenes homosexuales

Thore Langfeldt
. MNP, es especialista en Psicología Clínica y Director del Instituto de Sexología Clínica en Noruega.
MV: Usted ha hablado de violencia sexual en los menores de edad ¿En qué consiste dicha violencia?
TG: Los menores cometen suicidio cada vez más porque están aterrorizados. Yo creo que lo hacen porque la homosexualidad es un tema que no es discutible para personas de su edad. Aun cuando a partir de los 16 años a los jóvenes se les considere mayores de edad no se les habla abiertamente de sexualidad. Según la ley Noruega es delito cuando una persona sostiene relaciones homosexuales con un menor de 21 años y lo es también cuando los implicados son menores de diferente edad así estos sean menores de 16 años. Es problema consiste en que en las escuelas europeas esta situación es vivida por muchísimos adolescentes y menores desde los 7 años que tienen gran miedo de hablar al respecto porque es muy difícil hacerlo para alguien que se inicia siendo niño.
MV: ¿Por qué a diferencia de muchos teóricos de la sexualidad Usted define a los menores de edad como homosexuales?
TL: No solo porque tienen relaciones sexuales con otros hombres sino también por que tienen una forma particular de amar y de sentir que es diferente a la de los demás, no sienten el mismo afecto por las niñas y además porque ellos mismos dicen “yo soy gay”.
MV: ¿Por qué causas cree que se suicidan los menores?
TG: La apertura de los adultos alrededor del tema homosexual les crea ciertos temores y miedos de que se conozca que ellos también están envueltos en este tipo de relaciones. Hace 20 años en las escuelas los niños ya tenían relaciones con otros de su mismo sexo pero hasta ahora el problema estaba oculto. Se está buscando que se hable de ello para que así se puedan desarrollar sanamente. Lo primero que yo sugiero como respuesta es que los mismos homosexuales se organicen y creen grupos, que sean abiertos con sus familias, por que la única forma de cambiar la situación de los jóvenes es que la sociedad cambie sus actitudes hacia los adultos homosexuales.
MV: ¿Existen algunas otras razones por las que están aumentando los suicidios en Noruega?
TL: Yo no sé de otras razones y me gustaría saberlas. Quiero ser honesto y decirte que no sé. Yo siento que los adultos no son claros con los niños, no le hablan y no les proveen información suficiente y adecuada: Al no poder comunicar sus dudas las resuelven de manera radical, pero el suicidio es un problema de los menores en general sin importar cual sea su conducta sexual.
MV: ¿Buscan apoyo los jóvenes que experimentan problemas sexuales?
TG: En la clínica en la que yo trabajo, cada vez más vemos menores que buscan apoyo pare definir su sexualidad, algunos de ellos son homosexuales. Estas personas que buscan respuestas a su confusión tal vez lo hacen debido a la apertura. La sexualidad es un elemento para ser construido en el mundo y cuando hablar no es posible es fácil caer en una “forma de bisexualidad”, que yo creo, es un fenómeno importante que se está viendo en índices cada vez más elevados. Esto hace aún más problemática la situación debido a que los homosexuales temen estar en el círculo los bisexuales ya que para muchos de ellos e incluso para los heterosexuales estas son “personas no definidas”.
MV: ¿Influye la conducta sexual del terapeuta en el tipo de apoyo que provee a su paciente?
TG: El terapeuta es una alternativa. Debe apoyar independientemente de cual sea su conducta sexual o la conducta consultada. Yo puedo entender la necesidad de algunos al querer ser apoyados por un terapeuta homosexual, pero muchos no tienen la facilidad para comunicarse con los gay. Quien busca soporte generalmente solo quiere ayuda, pero si quien hace la terapia no está preparado para manejar adecuadamente esta situación debe entrenarse para ello.

Fresa y Chocolate ayudó a cambiar la situación de los homosexuales en Cuba.

Yodalia Leyva Marin
es Médica Psiquiatra, Sexóloga Clínica, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de la Habana y Directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba, que es el centro que rige en todo el país las políticas y estrategias con relación a programas, cursos de Postgrado, preparación de personal en programas comunitarios y la consulta en sexualidad.
MV: ¿Fuera de Cuba se considera que los homosexuales y lesbianas no tienen cabida dentro del régimen es esto verdad?
YL: Nuestro pueblo como el de todos los países de América Latina era víctima de la homofobia. El homosexual era maltratado y discriminado pero esto se ha ido modificando con los programas de educación sexual y con la concepción que tenemos de que la orientación sexual es una forma de vida, y porque los homosexuales han ido ganando espacio; el problema con ellos es que no sean socialmente útiles, que no lleven una vida al igual que el resto de ciudadanos. En el caso de los travestis tenemos compañeros que se dedican a hacer espectáculos y esto es de todos conocido. Algunos de los homosexuales que son egodistónicos acuden a nuestros consultorios y allí reciben apoyo.
MV: Tuve conocimiento de que Usted dirige un programa para transexuales ¿En qué consiste este?
YL: Es un trabajo muy escrupuloso en el que llevamos algo más de 15 años. Hemos querido ser muy meticulosos en descartar muy bien si realmente son o no transexuales, por que consideramos que se requiere de un estudio muy profundo para determinar si son homosexuales en crisis o tienen algún otro tipo de problema; ello es muy necesario porque una vez se ha hecho la reasignación sexual no hay marcha atrás. Es necesario trabajar en equipo con ellos y lograr que psicológicamente estén muy bien, para ello y durante años trabajamos en su psicoterapia dos psicólogas y una psiquiatra. Algunos de nuestros usuarios ya tienen pareja y es necesario que ellas hagan parte del tratamiento. Hemos incorporado el tratamiento endocrino para quien ya está determinado transexual. En esta etapa tenemos alrededor de 22 casos.
MV: ¿Usted está afirmando que el gobierno cubano provee las hormonas?
YL: Si claro, en nuestro equipo hay un andrólogo y un endocrinólogo, una vez se decide hacerlo se le administran los medicamentos. El trabajo también se realiza con la familia y cuando han sido rechazados las hemos convencido de que esta situación debe respetarse ya que tienen el derecho de vivir su sexualidad como lo deseen. La familia juega un papel importante, lo primero que buscamos es que dentro de la casa lo acepten con la ropa y el maquillaje que desee lucir, con las amistades que desee tener. El primer ensayo social debe hacerse dentro de la casa. Al igual con el nombre, se le empieza a llamar así, después se busca que sean aceptados en su centro de trabajo cuando no lo han sido. Hemos logrado recientemente que el Ministerio de Justicia comprenda que hay que resolver la situación médico-legal de estas personas y así se les ha hecho judicialmente su identificación con el sexo adoptado, se les ha cambiado al nuevo nombre con su nueva fotografía.
MV: Se han dado algunas protestas internacionales buscando que se logre en Cuba para los transexuales el cambio de la morfología genital, ¿Qué se ha hecho al respecto?
YL: Estamos esperando para poder empezar la etapa quirúrgica. Ya hemos propuesto al Ministro de salud que ello sea posible, pero para ello hay que crear las condiciones para poderlos intervenir quirúrgicamente. Tenemos dos casos de cambio de mujer a hombre y 11 que ya cambiaron a mujeres, que están esperando esta decisión.
MV: Las Playas del Este de la Habana son reconocidas internacionalmente como un sitio de intercambio homosexual, allí cerca de la playa se observa la presencia de policías en la zona que parecen estar protegiendo a los turistas pero que no molestan a los cubanos ¿Cómo se analiza esto en su grupo?
YL: Este es un tema de consulta a nuestro grupo. Inclusive en los cursos que damos se han sensibilizado al respecto a todos los organismos que hacen parte de nuestro comité de trabajo, ellos ya conocen cual es la política nuestra y que es lo que sucede. Saben que los homosexuales no son malas personas ni delincuentes, que por ser homosexuales no le hacen ningún daño a la sociedad y que es necesario respetarlos.
MV: ¿Será que la idea que se tiene fuera de Cuba sobre la homosexualidad en la isla está amañada por las imágenes de la película Fresa y Chocolate en las que uno de los protagonistas es violentado por el sistema?
YL: Claro, la película responde a un momento en Cuba en que en realidad si se veía así a los homosexuales; se discriminaban un poco y nadie quería tener un amigo o un familiar homosexual o lesbiana. Esto ha cambiado notablemente y no puedo negar que la película ayudó muchísimo, por que trajo al tapete la discusión sobre esa situación que fue la razón por las que muchos huyeron del país. Incluso algunos llegaron a plantear que eran homosexuales sin selo buscando así salir más rápido del país. Ello es fruto de una educación sexista y machista que se ha ido superando bastante; incluso, ya se nos hace consultas sobre amaneramiento en los niños o por prácticas homosexuales y ello posibilita el trabajo con la familia, que es lo más importante para que no los vean como anormales ni como el patito feo y para que entiendan que hay que respetarlos así como son.

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