lunes, 6 de agosto de 2007

Comunicación, objetividad y libertad de expresión

Manuel Velandia Mora
23.01.99
Comunicado Sociedad Colombiana de Sexología SCS

Los temas pertinentes a la sexualidad son tema manido, permanente y recurrente en los medios masivos de comunicación, "shows", programas de opinión e incluso noticieros; son de gran atractivo para el público gracias a su sensacionalismo, ya que posibilitan disfrutar aquello culturalmente prohibido. El contenido de la información pertinente a la sexualidad significa una expresión persistente y constante de una "visión" particular del mundo, que generalmente está afectada por el desconocimiento de quienes pretenden informar.

Las fuentes, las opiniones, juicios de valor, sus mismas apreciaciones y propuestas teóricas, no son tan particulares como los comunicadores quisieran creer; de ahí que la neutralidad y la objetividad no lo sean tanto. Lo que de fondo viene a cuestionar la llamada "libertad de expresión", que no vendría a ser sino únicamente, la libertad de expresar los contenidos que el comunicador, a su bien, tenga escoger, para reforzar aquello que es de su agrado comunicar.

En algunos medios, en especial en la televisión, dichos contenidos pueden ser escogidos por el comunicador, en muy pocos casos por un profesional de la sexualidad y en algunos por el propietario del medio e incluso influenciados por los mismos anunciantes.

El artículo 20 de nuestra Carta Magna dice: "... Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. En el tema de la sexualidad, la comunicación choca permanentemente con los derechos a la intimidad, buen nombre y honra no solo de los invitados, sino también de la audiencia, e incluso se ha puesto de moda vulnerar a quienes amablemente se prestan para contestar a una llamada telefónica.

Vale entonces preguntarse, cuál es la responsabilidad moral y jurídica del comunicador y del especialista en sexualidad. El término responsabilidad es quizás uno de los más esenciales y complejos, porque no sólo implica una reflexión individual, sino una relación con los demás. En la medida en que alguien es responsable, se le puede pedir cuentas de sus actos y reparación sí éstos afectan a terceros. El concepto de responsabilidad tiene una connotación eminentemente particular, de ahí que depende directamente de la persona la decisión de actuar y como hacerlo en esas condiciones. La responsabilidad implica necesariamente partir del hecho de que toda comunicación es autónoma, pero que no por ello en algún caso podrían ser vulnerados los derechos particulares.

Toda responsabilidad implica una ética, pero en el caso de los comunicadores y especialistas en sexualidad su profesión conlleva una ética profesional particular. La ética tiene un substrato social, de ello se desprende que toda comunicación tiene a su vez una responsabilidad social, tal como lo plantea la Constitución Política de Colombia. De ahí, la necesidad de que quienes en su comunicación manejan temas pertinentes a la sexualidad se vean regulados por un código de ética, que se sume al compromiso ético que ya poseen como comunicadores.

En nuestro país la Sociedad Colombiana de Sexología viene discutiendo la creación de un código de ética para sus afiliados, e incluso, el autor de esta nota ha presentado una propuesta específica de unos principios éticos mínimos para los comunicadores en sexualidad, pero son estos mismos y la necesidad social de que no se vulneren los derechos fundamentales lo que justifican dicho proceso.

Manuel Antonio Velandia Mora
Sociólogo, Filósofo.
Vicepresidente de la SCS.

1 comentario:

Diego Arocha dijo...

TOTALMENTE DE ACUERDO, Y QUISIERA QUE FUERA MI ASESOR EN EL PROYECTO DE MI MONOGRAFIA ESTUDIANTIL PARA LA UNIVERSIDAD MANUELA BELTRAN CON EL TEMA DIVERSIDAD SEXUAL EN LA TV COLOMBIANA, MI MAIL ES DIEGOAROCHA@HOTMAIL.COM

GRACIAS POR HACER ESTE PAIS TOLERANTE.