sábado, 22 de marzo de 2008

Apoyo emocional en tránsitos identitarios de género

Manuel Velandia Mora
Responde en un Diálogo con un estudiante universitario
2006. Julio


¿Cómo podemos llamar correctamente el trabajo de asesoría que usted realiza con personas que quieren vivir desde otro sexo?
Apoyo profesional emocional a personas en construcción de su identidad de género (si es un tránsito de género, por ejemplo de lo femenino a lo masculino) o de construcción de identidad de cuerpo, si es alguien que desea transitar en su corporalidad, de un cuerpo de macho, por ejemplo, a un cuerpo de hembra.
¿Cómo es la psicología de una persona que habiendo nacido con un sexo quiere vivir desde el otro sexo?
Cada persona es única, irrepetible, tiene su propia historia y necesidades, sus propias condiciones y condicionamientos culturales, sociales, económicas, políticas… y por tanto, su caso igualmente es único. Estas personas generalmente son rechazadas, estigmatizadas, vulneradas emocional y físicamente; ni la sociedad ni ellos mismos están preparadas para estos tránsitos identitarios y por tal razón viven un conflicto emocional muy pronunciado.

¿Cuáles son los problemas y conflictos de estas personas consigo mismas?
Las personas viven en una cultura judeocristiana que ha trazado un “deber ser”, este es para los hombres macho, masculino, falocrático, heterosexual y misógino y para las mujeres se espera que sea exactamente lo contrario. Quien decide transitar, ya sea en el cuerpo o únicamente en el género, se encuentra con que su “querer ser” es trasgresor del “deber ser” y al tratar de vivenciar, sentirse emocionalmente cómodo con su escogencia y construir las explicaciones a su situación, se ve obligado a negar parte de su “querer ser” para acomodarse en las relaciones sociales, afectivas y de otros ordenes emocionales y culturales. A ese acomodamiento lo llamamos el “estar siendo”. Quién “está siendo” no lo es de la misma manera en todas partes y con todas las personas sino de acuerdo con la aceptación que la persona recibe de cada una de las personas con quienes se vincula.

¿Cómo son los conflictos con la sociedad, el entorno laboral, la familia?
Los entornos societales, laborales y familiares están regidos por patrones religiosos que niegan la posibilidad de cualquier opción considerada desde su propia ignorancia como “contranatural”; la tradición de los equipos de salud que durante mucho tiempo ha considerado los tránsitos identitarios como una disfunción de orden emocional, también han perneado dichos entornos y en tal sentido se discrimina, se separa socialmente, se niegan los derechos fundamentales incluyendo el derecho a la salud y a la vida.

¿En qué consiste su asesoría?
Las personas necesitan ser oídas, encontrar por sí mismas sus propias respuestas; un asesor es solamente alguien que sirve de espejo, que crea las condiciones desde el respeto, la tolerancia activa y la solidaridad para que el otro o la otra se sienta cómoda consigo mismo y en un ambiente relajado en el que puede autorizarse a pensarse en voz alta.

¿De qué herramientas se vale?
Trabajo desde la propuesta sistémica apoyado por las teorías del lenguaje como generador de mundos y de las emociones como motores de la acción humana. Desde aquí se comprende que la sexualidad es una emergencia de la interrelación, la interafectación y la interdependencia de las construcciones lingüísticas, de las emociones y las experiencias que generan cada persona, la ciencia y la sociedad en general. Las personas necesitan poner nombre a las situaciones que experiencian (por ejemplo, dicen “eso que me sucede”) y a las partes de sus cuerpo (algunos por ejemplo llaman a sus genitales “eso que ahí”), y permitirse expresar las emociones que surgen en los encuentros y sobre todo en los desencuentros con los demás.

¿Cuáles son los resultados?
Las personas sienten que tienen el derecho a estar siendo lo que ellas desean ser. Esto las hace felices, les permite tomar el valor necesario para hacer decisiones en cuanto a su existencia y la vivencia de su corporalidad, de sus comportamientos y de vestir como se sientan bien, cuando y donde lo deseen.

¿Cómo estudioso del comportamiento sexual, cuáles han sido sus conclusiones más importantes en este tema luego de tantos años de experiencia?
La más importante es que la identidad sexual no es fija sino móvil, que cambia de acuerdo al tiempo, la sociedad, la cultura y el tipo de relaciones que establecemos con nosotros mismos y con los demás. Que nadie vive la sexualidad y su identidad en el “deber ser” sino que busca aproximarse a su “querer ser” pero que le toca “estar siendo” en los distintos procesos de socialización que experimenta.

¿En Colombia son frecuentes los casos de cambio de sexo?
Mucho más de lo que la gente quisiera aceptar pero mucho menos de lo que debiera ser, si realmente buscamos que todos los ciudadanos sean realmente felices.

¿Por qué estas personas son renuentes a hablar?
Porque la sociedad no está preparada para aceptar la diferencia, porque se niegan a crear condiciones para ser estigmatizadas, y porque como esto suele hacer parte de la intimidad, hacerlo público requiere de una preparación y asumir unos riesgos que no siempre están dispuestas a correr.

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