Reflexión sobre la biopolítica del cuerpo y la pandemia
Bogotá. Domingo 29 de marzo de 2020
Uno de los efectos del COVID-19 es que, en vez de pensar en nosotres mismes,
convierte al otre en enemig*.
El cuerpo territorio propio se ha vuelto una afrenta, en una especie de terrorismo al que la nueva pandemia restringe y excluye. El confinamiento y la inmovilización se nos antojan un ejercicio más del biopoder y nos ponen ante la incertidumbre de la decisión sobre qué es más importante, si la conciencia de sí la vivencia del propio cuerpo o la responsabilidad social del heterocuidado.
La biopolítica nos ubica frente al dilema de la autoprotección como conciencia de sí o la salida del encerramiento como ejercicio de voluntariedad, lo que significaría sacrificar otras vidas, en beneficio de la idea de la propia soberanía, como lo afirma Paul B. Preciado.